Rusia se indigna con Robbie Williams por los “toscos estereotipos” de su último vídeo

Oleg Kashin

No fueron informaciones sobre la guerra en Siria o la investigación sobre el derribo del vuelo MH17 de Malaysia Airlines lo que ha indignado a los rusos este fin de semana sino el último videoclip de Robbie Williams. Publicado para acompañar a la canción Party Like a Russian incluida en su nuevo álbum, Heavy Entertainment Show, el vídeo ha escandalizado al público por sus toscos estereotipos sobre la cultura rusa. Algunos periódicos sensacionalistas sugieren que el cantante no podrá actuar nunca más en Rusia.

En el vídeo, Williams canta sobre un líder que “se queda con el dinero de toda una nación, se queda con las monedas sueltas y construye su propia estación espacial”, y añade: “No lo niego ni lo desmiento, soy un Rasputín moderno”, mientras mujeres vestidas como bailarinas de ballet bailan alrededor de él.

Acompañado por la melodía de Dance of the Knights de Sergey Prokofiev, algunos de los que lo han visto creen que el nivel de estereotipos que se ven en el vídeo pueden ser interpretados al límite del racismo.

El canal estatal de televisión Vesti retransmitió una parte del vídeo explicando que el tema Russian era todo lo que podía salvar un cantante cuya popularidad “en los últimos años se había convertido en un recuerdo más que en una realidad”. El popular tabloide Life publicó la “opinión de unos expertos” que aseguran que Williams nunca más sería invitado a actuar en el país porque, aunque los rusos no tienen problemas con el humor corrosivo y las burlas sobre sí mismos, “los extranjeros no pueden salirse con la suya”.

Roman Popkov, que trabaja para el oligarca exiliado Mikhail Khodorkovsky, dijo que pensaba que el vídeo era “una mierda porque muestra a la vulgar y enclenque élite rusa, que no tiene nada que ver con la estética, la belleza o el romanticismo”.

Después de que se especulase con que la canción era una crítica indirecta hacia el presidente ruso, Vladimir Putin, Williams rápidamente les dijo a sus fans en Twitter que la canción “no era sobre el señor Putin”, y contó en The Sun que simplemente subrayaba el hecho de que “los rusos son grandiosos juerguistas”.

Pero no todo el mundo ha rechazado la descripción de Williams. Una estrella del pop rusa que ganó popularidad en los años 80, Yuri Loza, inesperadamente ha alabado la canción. “Lo ha hecho con una gran sensibilidad. Esta es una fiesta normal no para un oligarca, pero sí para un funcionario de nivel medio”, aseguraba.

La política Maria Baronova dijo que el vídeo estereotipa con éxito a una pequeña parte de la sociedad rusa. “Las élites de hoy están encantadas con la descripción”, asegura.

A finales de los años 80, los productores de la televisión soviética a menudo utilizaban Dance of the Knights para acompañar las noticias políticas y muchos espectadores asocian la música con el dramático final de la URSS en el periodo anterior a 1991. Su aparición en un vídeo de música pop sobre oligarcas rusos parece haber sido la gota que colma el vaso.

Traducido por Cristina Armunia Berges