El brutal ataque en Járkov contra civiles: “Nunca perdonaremos a los rusos”
Járkov, una ciudad al este de Ucrania, ha sido atacada de nuevo este martes. Esta vez el objetivo ha sido la sede del gobierno regional. Según el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania, se produjo un ataque con misiles en la Plaza de la Libertad de Járkov que ha dejado seis heridos, entre ellos un niño.
Durante la jornada del martes, al menos nueve personas murieron y 37 resultaron heridas después de que las fuerzas armadas rusas dispararan múltiples cohetes sobre Járkov, en lo que parece marcar un cambio de táctica por parte de Moscú: bombardear zonas civiles. El alcalde de la ciudad, Ihor Terekhov, ha informado de que entre los muertos se incluyen tres niños.
“Hoy hemos tenido un día muy difícil. Nos ha demostrado que no es sólo una guerra, es una masacre del pueblo ucraniano”, ha afirmado Terekhov en su cuenta de Telegram. “Los misiles alcanzaron edificios residenciales, matando e hiriendo a civiles pacíficos. Járkov no ha visto tales daños desde hace mucho tiempo. Y esto es horrible”. Explicó que cuatro personas murieron cuando salieron de un refugio para buscar agua y una familia de dos adultos y que tres niños fueron quemados vivos en su coche.
El presidente ucraniano, Volódimir Zelenski, ha descrito este martes el ataque con misiles contra la ciudad de Járkov como un “crimen de guerra” que ha dejado al menos una decena de civiles muertos. “Las fuerzas rusas han disparado brutalmente artillería sobre Járkov”, ha señalado Zelenski en un mensaje a la nación. “Es claramente un crimen de guerra en una ciudad pacífica con áreas residenciales pacíficas, no con instalaciones militares. Decenas de testigos prueban esto, (...) que ha sido una destrucción deliberada de población civil”, ha manifestado.
Otras imágenes muestran decenas de misiles Grad cayendo sobre el centro de la segunda ciudad más grande de Ucrania y aterrizando entre edificios residenciales. Un residente describe el ataque como “horrendo” y el peor hasta la fecha, tras cinco días de bombardeo incesante y la invasión rusa.
Otro impactante vídeo muestra las consecuencias de un ataque en la calle central de la ciudad, Klochkivska. Un misil Grad aterrizó frente al número 197 y le voló la pierna a una mujer que había salido a comprar durante una pausa en el toque de queda. Murió poco después.
El ataque se produjo a pesar de la llamada entre el presidente francés, Emmanuel Macron, y Vladímir Putin en la que, según el palacio del Elíseo, el presidente ruso había dicho que estaba “dispuesto a comprometerse” a poner fin a los ataques contra la población civil y las infraestructuras civiles, mientras se desarrollaban las conversaciones de paz en Bielorrusia.
“Una compañera de mi hermano vive en esa calle. Vio lo que pasó y oyó el ruido del cohete. Cuando se asomó a su balcón, vio a la mujer agonizando, con la pierna reventada hacia un lado”, relata Artem Volodymyrovich, un profesor de inglés de 31 años.
La testigo ―que no quiso ser identificada― tomó una foto desde su balcón. En ella se ve una mancha de sangre y la parte del motor de un misil Grad que sobresale del pavimento de hormigón. Unos cuantos espectadores atónitos toman fotos con sus teléfonos.
Otras imágenes de vídeo grabadas este lunes muestran una serie de misiles rusos pulverizando el centro de Járkov, aparentemente disparados por un sistema de lanzacohetes múltiple (o como se los conoce en inglés: multiple rocket launcher system o MRLA). Las llamas, el humo y el polvo se elevan en una línea hacia el cielo.
Puede que la embestida sin precedentes sea una represalia por los acontecimientos del domingo, cuando las fuerzas ucranianas repelieron a vehículos blindados ligeros de Rusia en su intento por entrar y tomar la ciudad. Su gobernador, Oleh Sinegubov, dice que Járkov está bajo el control de Kiev, algo que los residentes confirman.
Volodymyrovich explica que se aventuró a salir a las calles el lunes por la tarde y que caminó con su hermano hasta la estación de tren. La situación había empeorado, dice: “Los bombardeos se suceden desde la mañana hasta la noche. Es horrendo, simplemente horrible”.
“He oído a los Grads. Son diferentes al fuego de ametralladora al que nos hemos acostumbrado y podemos identificar. Hay huellas de tanques en el asfalto a ambos lados de la carretera”. Más cohetes cayeron cerca de la estación de metro 23 de agosto, justo al norte del centro de la ciudad, relata.
Volodymyrovich narra que ahora está huyendo de la ciudad en un tren repleto que se dirige al oeste. “No sé si mi tren llegará”, cuenta. “Estoy con muchos extranjeros de India y Pakistán. Es gratis. No hay billetes y estamos apiñados en un vagón”.
Ataques planificados contra civiles
El exministro de Defensa ucraniano, Andriy Zagorodnyuk, asegura que Rusia está utilizando ahora sistemas de lanzacohetes múltiples para atacar infraestructuras civiles. Los ataques con Grad están teniendo lugar en Kiev y Mariupol, cuenta, en medio de la frustración del Kremlin por no haber logrado aún un avance militar.
“Creemos que Rusia adaptará sus tácticas sin cambiar los planes estratégicos. Eso puede incluir misiles y ataques aéreos en todo el interior de Ucrania”, dice. Y añade: “Además, se espera que pase de la destrucción ‘accidental’ de objetos civiles (guarderías, hospitales, edificios de apartamentos) a actividades terroristas planificadas, dirigidas a atacar infraestructuras civiles. El objetivo es crear pánico y forzar la capitulación”.
Járkov es una ciudad de habla rusa en la que viven 1,4 millones de personas. Vladimir Putin afirmó estar protegiendo a los rusohablantes cuando lanzó su “operación especial” en Ucrania la semana pasada, una afirmación desmentida por el flagrante bombardeo de zonas residenciales.
“¿Esta es la protección de la población de habla rusa? Nunca perdonaremos a Rusia todas estas muertes”, tuiteó el lunes Kristina Berdynskykh, una de las principales periodistas de Ucrania.
Otro vídeo filmado en Járkov muestra un misil Grad en la sala de estar de un piso particular en ruinas. El agua cae desde un agujero en el techo. Hay un charco creciente en el suelo. El misil no explotó.
El alto comisionado de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, ha asegurado en un mensaje en Twitter que el ataque sobre Járkov “viola las leyes de guerra”, añadiendo que “la UE permanece inquebrantable junto a Ucrania en estos dramáticos momentos”.
“El nuevo Stalingrado”
Por el contrario, en la capital del país, Kiev, hubo una relativa calma donde se reabrieron los supermercados y se permitió a los residentes salir de los refugios antibombas y de sus casas por primera vez desde que se decretara el toque de queda el sábado.
Mientras, la estratégica ciudad portuaria de Mariupol está “aguantando”, según Oleksiy Arestovich, asesor del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. Los residentes dicen que esta ciudad portuaria oriental en el Mar de Azov está rodeada por las fuerzas rusas y bajo un intenso fuego.
“Oímos aviones en el cielo. Está cubierto. No podemos saber si son nuestros o rusos”, dice Anatoliy Lozar desde un sótano donde se refugia junto a su familia.
Lozar dice que estaba ayudando a evacuar a los civiles tras otra noche de intensos bombardeos. Según explica, los aviones de guerra rusos bombardearon la aldea de Shyrokyne, a 20 kilómetros al oeste de Mariupol, y soldados ucranianos resultaron heridos.
El pueblo, situado en la frontera con la autoproclamada república popular de Donetsk, sigue bajo control ucraniano, dice. Y añade: “Nos hemos convertido en el nuevo Stalingrado. Estamos matando a los rusos. Algunos han sido aprisionados. Las familias se esconden en los sótanos. Están aterrados. Un gran número de voluntarios se ha unido al ejército. Tenemos armas. Lucharemos hasta el final”.
Lozar dice que se intentó evacuar a los heridos en helicópteros, pero fueron objeto de fuego ruso. Dice que algunos grupos de distracción rusos habían alquilado apartamentos dentro de la ciudad antes de la invasión y planeando ataques.
Rusia, más cerca
A pesar del lento comienzo de su ofensiva militar de cinco días y de la feroz resistencia ucraniana, Rusia se está acercando a su objetivo estratégico de capturar la franja de 240 kilómetros a lo largo del Mar de Azov, entre la península de Crimea y Mariupol.
El domingo, vehículos militares rusos entraron en Berdyansk, una pequeña ciudad portuaria de unos 100.000 habitantes. Los soldados tomaron el edificio gubernamental de la ciudad. Una multitud se reunió fuera para protestar y cantó el himno nacional ucraniano. También corearon: “Putin es un imbécil”.
La agencia de noticias rusa Interfax informó de que las tropas rusas habían avanzado desde la ciudad meridional ucraniana de Kherson hacia la ciudad de Mykolaiv.
Mientras tanto, el servicio de comunicaciones estatal ucraniano dijo en un post en Telegram que un misil había alcanzado un edificio residencial en la ciudad ucraniana de Chernihiv, cerca de la frontera con Bielorrusia.
Traducción de Julián Cnochaert.
32