Ya sabemos cuál es el coste real de la austeridad: el recorte de nuestras propias vidas

Está bastante claro que un programa de recortes motivado por la ideología nos está robando vida. El constante aumento de la esperanza de vida debería ser algo que todos diéramos por sentado. Después de todo, Reino Unido es una de las sociedades más acaudaladas que ha existido nunca en la historia de la humanidad. A esto se le suman también las continuas y espectaculares mejoras en medicina y tecnología.

Sin embargo, una nueva investigación llevada a cabo por un exconsejero del Gobierno, Sir Michael Marmot, sugiere que el aumento de la esperanza de vida –una tendencia que se ha mantenido constante durante cientos de años– se ha estancado desde 2010. ¿Qué pasó ese año exactamente? ¿No fue ese año cuando David Cameron, George Osborne y sus secuaces liberal demócratas comenzaron a recortar los servicios públicos con un falso pretexto económico?

No, no es que la esperanza de vida esté disminuyendo. Algo así sería realmente un signo de desastre social en un país avanzado como este. Sin embargo, de lo que estamos hablando es de privación de años vida. Las vidas de la gente se han visto truncadas porque no están viviendo tanto como deberían haberlo hecho si la tasa de crecimiento hubiera continuado. Y, terriblemente, esta tasa de crecimiento está “muy cerca de haberse estancado”, dice Marmot. Comenta también que está “profundamente preocupado” y “espera que esto empiece otra vez a mejorar”.

Marmot no dice directamente que los recortes sean los responsables. Lo que sí que dice es que, en 2010, los ministros tomaron una “decisión política” para recortar el gasto. Y destaca que el gasto reciente en cuidados sociales y de salud es “miserable”.

Detengámonos un momento para reflexionar sobre lo que los tories han hecho a este país. Se han dedicado a hacer avisos apocalípticos sobre lo que pasaría si no acababan con el déficit para 2015. Ni siquiera se acercaron, y ahora el objetivo se ha esfumado y será inalcanzable hasta mediados de la próxima década. Sumaron más deuda que cada gobierno laborista. Golpearon a las personas con diversidad funcional con recortes y frenaron todo tipo de apoyos destinados a los trabajadores pobres. Ellos han presidido el apretón salarial más largo desde el siglo XIX, y el peor registro en la construcción de viviendas en tiempos de paz desde los años 20. Y ahora también sabemos que han presidido una caída en la tasa de crecimiento de la esperanza de vida.

Y sí, los efectos combinados del colapso bancario y de la austeridad mataron en Reino Unido. Hasta el momento de la quiebra de Lehman Brothers, el número de hombres que se suicidaba estaba disminuyendo a un ritmo constante. Entonces, empezó a aumentar de nuevo: cientos de personas que murieron hoy estarían todavía entre nosotros si la tendencia hubiera continuado. Y a finales de 2015, Reino Unido superó el mayor aumento en las tasas de mortalidad registradas durante casi medio siglo. Tal y como apuntó el doctor Mark Green de la Universidad de Liverpool: “Es factible que los efectos de los recortes en los servicios públicos estén empezando a materializarse”.

¿Existe alguna prueba más clara que demuestre lo absolutamente en bancarrota que se encuentra nuestra estructura social? El progreso humano y social está a punto de paralizarse en Reino Unido. La vida es cada vez más precaria y más pobre para millones –pronto, puede que incluso sea más corta. Esto es por lo que no solo necesitamos un cambio en el gobierno de Reino Unido, necesitamos un cambio en cuanto a cómo organizar nuestra sociedad. Hace mucho tiempo que necesitamos una revolución pacífica y democrática en Reino Unido, por el bien de nuestras condiciones de vida, por nuestra salud –y por el bien de nuestras propias vidas.