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¿Qué ha hecho Chad para que Trump la trate de esta manera?

Sería acertado afirmar que Chad no ha sido mencionado en una conversación geopolítica en décadas. Como mucho, este país africano, cuya dimensión es proporcional a su pobreza, ha desempeñado un papel minúsculo en los juegos de poder de la política internacional. El hecho de que haya sido incluido en una lista actualizada de los países cuyos ciudadanos tienen restricciones para entrar en Estados Unidos ha causado un gran desconcierto.

La inclusión de otros países en la lista creada por la Administración de Trump, que entrará en vigor el 18 de octubre, resulta más fácil de comprender. En las últimas semanas, Trump ha intercambiado insultos y amenazas con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un. Por otra parte, en la Asamblea General de las Naciones Unidas el presidente de Estados Unidos afirmó que Venezuela es “una dictadura socialista”. Sudán ha caído de la lista mientras que todo parece indicar que Estados Unidos quiere lidiar con los problemas con Irak a través de otras vías. Somalia, Libia, Siria, Yemen e Irán estaban en la primera lista y siguen presentes en la versión revisada.

Sin embargo, ¿Chad?

Esta decisión presidencial se acompaña de pocas explicaciones. Desde 1990 Chad está controlado por el general autoritario Idriss Déby y la Administración de Trump reconoce que el gobierno es un aliado importante y valioso en la lucha antiterrorista y que Estados Unidos espera “reforzar esa cooperación” en otras áreas como inmigración y gestión de las fronteras.

Sin embargo, afirma que Chad no ha compartido información vinculada con el terrorismo y la seguridad pública. A muchos analistas les ha sorprendido esta afirmación y subrayan que en lo relativo a la lucha antiterrorista Chad ha sido uno de los aliados más eficientes de la región subsahariana y durante años ha colaborado con otros países de Occidente, en especial Francia.

La Casa Blanca esgrime un segundo motivo. Asegura que “distintos grupos terroristas están activos en Chad o en los países vecinos, entre ellos, elementos de Boko Haram (el Estado Islámico de África Occidental), y Al Qaeda en el Magreb Islámico. La prohibición de viajar se justifica por ”la considerable amenaza terrorista que se origina en este país“.

Si bien es cierto que estas organizaciones tienen algún tipo de presencia en el país, no deja de ser poco significativa si se compara con la de otros países vecinos. Boko Haram ha conseguido penetrar en Chad, pero sigue siendo un grupo fundamentalmente nigeriano. De hecho, una de las funciones más importantes desempeñadas por las fuerzas del Chad ha sido la de actuar como yunque cuando los soldados nigerianos han aplastado a los milicianos. Estados Unidos ha elogiado estos esfuerzos en muchas ocasiones.

Otros grupos, en especial Al Qaeda en el Magreb Islámico, son mucho más activos en Malí, Níger y Argelia, países sobre los que no pesa ninguna prohibición de viajar. En estos momentos, Al Qaeda lidera una coalición muy activa en la región subsahariana pero no en Chad.

Los analistas señalan que ningún complot importante se ha originado en este país. En Malí, los yihadistas han ocupado zonas del territorio, entre ellas, la célebre ciudad de Tombuctú. Los soldados franceses desplegados en esta zona para expulsar a los terroristas siguen operando en la región y tienen su base en Chad. Si Trump tiene una explicación racional y realista de por qué Chad ha sido incluido en la nueva versión de la lista, lo cierto es que por el momento ha decidido no compartirla.

Traducido por Emma Reverter