La Casa Blanca está presionando a agentes de inteligencia con la finalidad de justificar la declaración de que Irán está violando el acuerdo nuclear de 2015 (JCPOA, por sus siglas en inglés), según han informado exagentes y analistas.
El fracaso del pacto de 2015 entre Teherán, Estados Unidos y otros cinco países, mediante el cual Irán ha frenado de forma significativa su programa nuclear a cambio de un levantamiento de las sanciones, desencadenaría una nueva crisis sobre la proliferación nuclear justo en el momento en que aumentan las tensiones entre Estados Unidos y Corea del Norte.
Aparentemente, los analistas de inteligencia, humillados por la experiencia de la guerra de Irak de 2003, iniciada por la Administración de Bush sobre la base de pruebas falsas a cuenta de armas de destrucción masiva, están resistiendo la presión.
“Sienten que están bajo presión, según lo que he escuchado de miembros de la comunidad de inteligencia”, afirma Ned Price, exanalista de la CIA que también ha trabajado como portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y asistente especial de Barack Obama. “Me han contado que hay una sensación de repugnancia. Una sensación de déjà vu. Una sensación de 'ya hemos visto esta película antes'”, añade.
Aun así, Donald Trump ha afirmado que espera denunciar la desobediencia de Irán a mediados de octubre, justo en el momento en que el Congreso solicitará la firma del presidente para el certificado de revisión trimestral. Ello podría desencadenar el fin del acuerdo.
David Cohen, exdirector adjunto de la CIA, afirma que es “desconcertante” que Trump haya llegado a una conclusión sobre Irán antes de encontrar la información de inteligencia que lo respalde. “Ello pone en duda el proceso de inteligencia”, declaró a la CNN. “Si se daña nuestra inteligencia porque está politizada de la forma en que parece que quiere el presidente, eso debilita la utilidad de esa inteligencia”, añadió.
Presión a la Organización de la Energía Atómica
Otro movimiento que recuerda a la debacle de Irak es la presión de la Administración de EEUU para que la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) sea más agresiva en sus peticiones para investigar instalaciones militares en Irán. El equipo del expresidente George W. Bush también presionó a la organización para llevar a cabo inspecciones más intrusivas en las bases militares y los palacios de Sadam Husein.
La embajadora de EEUU en la ONU, Nikki Haley, ha acudido a la sede de la OIEA en Viena para pedir más visitas a instalaciones militares en Irán. “Por muy buena que sea la OIEA, solo puede ver lo que le permiten”, declaró a los medios a su vuelta a Nueva York. “Irán ha declarado públicamente que no permitirá el acceso a instalaciones militares, pero el JCPOA no distingue entre lugares militares y no militares. También hay muchas instalaciones no declaradas y que no han sido inspeccionadas. Eso es un problema”, añadió.
A diferencia de lo que pasó con Irak, donde hubo profundas divisiones en la comunidad de inteligencia por las pruebas de las armas de destrucción masiva, actualmente existe un consenso generalizado entre la inteligencia estadounidense, las agencias extranjeras, el Departamento de Estado, la OIEA y los otros cinco países que han firmado el JCPOA, así como la Unión Europea, de que no existen pruebas relevantes que indiquen que Irán ha incumplido sus obligaciones bajo el acuerdo. Teherán redujo sus infraestructuras nucleares y sus reservas de combustible nuclear poco después de firmar el acuerdo.
Aun así, Trump, que denigró el pacto durante su campaña electoral, parece determinado a torpedearlo. “Si fuese por mí, hubiese declarado que Irán había incumplido el acuerdo hace 180 días”, declaró el presidente a the Wall Street Journal el 25 de julio. En la entrevista, Trump dio a entender que fue su secretario de Estado, Rex Tillerson, quien le había persuadido para certificar el acuerdo el pasado 17 de julio bajo la solicitud del Congreso.
“Respeto mucho a Rex y a su gente, tenemos una buena relación. Es más fácil decir que Irán cumple, mucho más fácil, pero no es lo correcto. No cumple”, aseguró el presidente. “Así que veremos lo que ocurre, pero, sí, me sorprendería que estuviese cumpliendo”, añadió.
El ministro de Exteriores iraní, Javad Zarif, ha denunciado la postura adoptada por EEUU. “Irán, a diferencia de EEUU, ha cumplido de buena fe la carta y el espíritu del JCPOA. La retórica y las acciones de EEUU muestran mala fe”. Por su parte, el director de la Agencia de Energía Atómica de Irán ha asegurado que si Estados Unidos se retira del acuerdo, pero los otros cinco países continúan, Teherán seguirá comprometido con el pacto.
Cohen, exdirecor adjunto de la CIA, afirma: “No vas a conseguir que el resto de la comunidad internacional, tus aliados de Europa ni por supuesto tampoco los rusos ni los chinos se unan a nosotros para volver a imponer presión sobre Irán. Se producirá una fisura entre Estados Unidos y casi todo el resto del mundo”.
Traducido por Javier Biosca Azcoiti