Tras el veto migratorio, la admisión de refugiados en EEUU ha bajado a la mitad
El número de refugiados admitido en Estados Unidos se ha reducido a la mitad bajo la presidencia de Donald Trump respecto a los últimos meses de Barack Obama, de acuerdo con las cifras publicadas por el Departamento de Seguridad Interior.
Mientras, el Tribunal Supremo ha decidido este lunes levantar parcialmente el bloqueo del veto migratorio impuesto por jueces federales. El informe del Departamento de Seguridad Interior publicado el pasado viernes arroja luz sobre el estado de la inmigración legal bajo la administración Trump.
Las estadísticas, publicadas en primer lugar por el periódico Los Angeles Times, muestran al menos 13.000 admisiones de refugiados en EEUU en los últimos tres meses. En los últimos tres meses de Obama, esa cifra era superior a 25.000.
El informe apunta a un aumento en la entrada de refugiados por la administración Obama tras la victoria de Trump en las elecciones presidenciales. En comparación con el año fiscal anterior, el periodo de Obama refleja un incremento del 86%. Con Trump, se ha producido una bajada del 12% respecto al año anterior.
Aproximadamente dos tercios de los refugiados admitidos en EEUU en los últimos tres meses provienen de cinco países: Siria y Somalia, ambos incluidos en el veto migratorio; Irak, que estuvo en la primera versión del veto; La República Democrática del Congo; y Myanmar. EEUU admite muchos menos refugiados sirios que otros países occidentales.
Levantamiento parcial del veto en el Supremo
Una semana después de asumir el cargo en enero, Trump firmó una orden ejecutiva suspendiendo todas las admisiones de refugiados a EEUU durante 120 días y prohibiendo la entrada durante 90 días a las personas Irak, Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen. La medida provocó protestas a nivel nacional en medio del caos y la confusión en muchos de los grandes aeropuertos.
La orden fue bloqueada en un tribunal federal. En marzo, una revisión de la orden ejecutiva sacaba a Irak de la lista y buscaba moderar el lenguaje aparentemente dirigido a musulmanes. Otro juez también falló en contra de esta segunda versión.
El Tribunal Supremo ha decidido este lunes levantar parcialmente el bloqueo del veto migratorio impuesto por jueces federales. El tribunal de última instancia ha acordado escuchar los argumentos sobre la legalidad del polémico veto migratorio en otoño de este año, permitiendo que partes del veto entren en vigor durante el verano.
El Supremo permite que el veto entre en vigor para los extranjeros que no tienen ninguna “relación verdadera con personas o entidades en Estados Unidos”. Ejemplos de estas relaciones son estudiantes aceptados en centros educativos o trabajadores contratados por empresas de EEUU.
Los abogados que representan a la administración Trump presentaron su discurso final el miércoles pasado, insistiendo en que el veto migratorio fue una medida antiterrorista, dentro de la autoridad del presidente para proteger la seguridad nacional. Abogados del estado de Hawai y demandantes individuales en Maryland cumplieron con el papeleo el martes pasado.
Los jueces federales que bloquearon los vetos citaron la dura retórica empleada por Trump en la campaña electoral, especialmente la promesa de prohibir la entrada a Estados Unidos a todos los musulmanes y la defensa de dar prioridad a los refugiados cristianos, como muestra de las intenciones detrás de su veto migratorio.
Los jueces también expresaron que tanto la administración como sus seguidores han empleado a menudo un lenguaje para defender el veto que sugiere una motivación más perversa que la preocupación por la seguridad nacional.
Rudy Giuliani, exalcalde de Nueva York y un destacado representante de la campaña de Trump, declaró a Fox News que el presidente le llamó después de las elecciones para preguntarle cómo podría ordenar legalmente un veto a los musulmanes. “La historia fue exactamente así: cuando lo anunció por primera vez dijo 'veto musulmán' –señaló Giuliani–. Me llamó y dijo: 'crea una comisión y muéstrame la forma legal de hacerlo”.
En febrero, un informe interno del Departamento de Seguridad Interior filtrado a los medios debilitó la lógica de la administración descubriendo que los ciudadanos de los países identificados en el veto migratorio de Trump “raras veces están implicados en terrorismo en Estados Unidos”.
Trump había estado relativamente callado sobre el veto en los últimos meses, pero volvió al asunto tras al ataque terrorista de Londres del 3 de junio. En un ataque a Sadiq Khan, el primer alcalde musulmán de una gran capital de Occidente, Trump tuiteó: “Es correcto, necesitamos un VETO MIGRATORIO para determinados países PELIGROSOS, no un concepto políticamente correcto que no nos ayudará a proteger a nuestra gente”.
El tuit debilitó, una vez más, la insistencia de la administración ante los tribunales de que la orden ejecutiva no es un veto, sino una implementación de una política de “control extremo”. La Casa Blanca ha criticado a los medios por calificar la orden de “veto”, a pesar de que la caracterización viene del propio Trump.
Traducido por Javier Biosca Azcoiti