En noviembre de 2013, cuando el entonces presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, abandonó un acuerdo con la Unión Europea en favor de estrechar lazos con Rusia, cientos de manifestantes acudieron a la Maidán Nezalézhnosti (Plaza de la Independencia) de Kiev. Pronto, esos cientos se convirtieron en miles, finalmente en cientos de miles, hasta formar un campamento de protesta donde ondeaban las banderas de la UE.
El movimiento Euromaidán, que obligó a Yanukóvich a dejar el país, mostró el deseo de los jóvenes ucranianos de unirse a sus vecinos occidentales, pero, hasta la invasión rusa de febrero de 2022, la entrada de Ucrania a la UE parecía un sueño lejano.
Este miércoles pasado, sin embargo, se volvió un poco menos lejano cuando la UE propuso el inicio de las negociaciones formales de adhesión. La decisión no es definitiva: las recomendaciones se remitirán a los actuales Estados miembros para su aprobación final en diciembre, e incluso si se aprueban, cabe esperar que las negociaciones de adhesión se prolonguen durante años.
Pero para personas como Kristina Berdynskykh, periodista independiente ucraniana que participó en las protestas del Euromaidán y hoy es una de los cientos de reporteros ucranianos que cubren la guerra en su país, sigue siendo un hito.
“Soy consciente de que el camino por recorrer es largo y llevará tiempo, pero cuando [el presidente francés, Emmanuel] Macron visitó Ucrania el año pasado y expresó su apoyo a la entrada de nuestro país en Europa, supe que no había vuelta atrás en nuestro camino hacia la unión”, dice. “En Ucrania, incluso a nivel parlamentario, el debate ya no es si entrar o no en Europa, sino con qué rapidez nos convertiremos en miembros de la UE. Este es nuestro adiós a Rusia”.
Aumento del apoyo a la entrada en la UE
La invasión de Vladímir Putin parece haber aumentado considerablemente el deseo de los ucranianos de ingresar en la UE. Según una encuesta de Civic Synergy, un proyecto destinado a fortalecer la participación pública en la aplicación de las reformas de integración europea en Ucrania, el 52% estaba a favor en 2018. En diciembre de 2022, en pleno conflicto, el porcentaje se alzó al 79%.
Larysa, de 49 años, natural de Balaklia, una localidad de la región de Járkov que estuvo ocupada por los rusos de marzo a septiembre de 2022, cree que la entrada de Ucrania en la UE solo traería beneficios. “Sería algo muy positivo para Ucrania. Podemos verlo por la forma en que Europa ha acogido afectuosamente a millones de refugiados ucranianos que ahora viven como ciudadanos europeos en Europa”.
Antes de la invasión, algunos analistas políticos en Europa y dentro de Ucrania creían que la ampliación de la UE estaba “clínicamente muerta”. La guerra lo cambió todo. “La ampliación no solo ha vuelto a la agenda [de la UE], sino que vuelve a ser uno de los tres temas principales de los que los líderes se están ocupando”, dice un diplomático.
Liubov Akulenko, directora ejecutiva del Centro Ucraniano de Política Europea, dice que se ha producido un aumento “notable” del apoyo a la integración en la UE, incluso en regiones que antes se mostraban escépticas. “Desde el comienzo de la guerra, la mayoría de la población de todas las regiones del país ha expresado su apoyo a la adhesión a la UE. Antes de la guerra, muchos creían que la principal ventaja de pertenecer a la UE sería un mayor nivel de vida y beneficios económicos. Sin embargo, en la actualidad, la gente ve cada vez más la entrada a la UE como un medio para impulsar reformas y hacer transformaciones positivas en Ucrania”.
Leonid Skoryk, de 32 años, miembro de las fuerzas armadas ucranianas, afirma: “Sería estupendo que pudiésemos entrar en la UE. Parecen más felices allí. Además, tenemos que deshacernos de toda nuestra herencia soviética”.
La invasión de Ucrania ha alejado a Moscú del equilibrio estratégico en Europa. En respuesta a la invasión, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski presentó de forma urgente la postulación para la adhesión de Ucrania a la UE, que fue aceptada formalmente poco después.
Lo primero: la lucha contra la corrupción
Sin embargo, Ucrania se enfrenta a retos únicos en su intento por cumplir con los criterios de adhesión a la UE en medio de la guerra.
“Desde el inicio de la invasión rusa a gran escala, Ucrania ha dado un paso significativo hacia la adhesión a la UE”, dice Akulenko. “No obstante, la posibilidad de una adhesión plena a la UE exige acelerar las reformas y adaptar la legislación ucraniana a las normativas de la UE. Este proceso requiere tiempo y recursos. [Pero] como la victoria de Ucrania sigue siendo la máxima prioridad, los recursos financieros y humanos del país se destinan primordialmente a este objetivo”.
Uno de los retos a los que se enfrenta Ucrania desde su independencia es la corrupción generalizada. En 2021, Transparencia Internacional clasificó a Ucrania como la segunda nación más corrupta de Europa, por detrás de Rusia.
Muchos ucranianos perciben la adhesión a la UE como una oportunidad para liberar a las instituciones ucranianas de las garras de la corrupción.
“Lo primero que tiene que hacer Ucrania es vencer la corrupción que hay en el país”, dice Oleksandr Rybachok, un gestor informático de 37 años que vive en Kiev. “Debe haber reglas equitativas y transparentes para los negocios y un sistema fiscal adecuado. Debe controlarse el cumplimiento de las obligaciones fiscales. Y la gente y los ciudadanos de Ucrania también tienen que empezar a hacer cambios con respecto a sí mismos”.
Europa también tiene que cambiar si quiere darle la bienvenida a Ucrania. Para acoger a un nuevo miembro que cuenta con una gran población y atraviesa retos en lo económico, la UE tendría que adaptar sus estructuras. El reparto de escaños en el Parlamento Europeo y las subvenciones agrícolas son solo dos de ellas. E incluso si Ucrania cumple criterios como la reforma del Estado de derecho y de la administración pública, el fortalecimiento de la aplicación de la ley y de los tribunales y la protección del medio ambiente, las puertas de Europa podrían permanecer cerradas.
Cualquiera de los 27 Estados miembros tiene derecho a vetar la adhesión de otro país, por lo que la política interna y todo lo que un Estado pueda considerar poco atractivo para sus votantes se vuelven un factor decisivo para decidir quién entra en la UE y quién no.
Soñar, sin embargo, no cuesta nada, y muchos en Ucrania siguen haciéndolo, con la esperanza de que la entrada en la UE represente un verdadero punto de inflexión en el conflicto.
“Quiero formar parte de la Unión Europea”, dice Katarina Zinovieva, de Jersón. “Lo deseo de verdad. Algunos pueden pensar que nuestra prioridad en este momento es liberarnos de la invasión rusa. Pero si entrar en la UE también puede ayudar a acabar con el conflicto, entonces todos debemos hacer un esfuerzo extra para lograrlo”.
Traducción de Julián Cnochaert.