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Cómo vacunar a más de 600.000 niños en medio de una guerra: así avanza la campaña contra la polio en Gaza

Una niña recibe la vacuna de la polio en Deir al Balah, Gaza, el 1 de septiembre.

Bethan McKernan / Malak A Tantesh

Amman / Gaza —
4 de septiembre de 2024 21:42 h

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Como tantas otras personas en Gaza, Eid al Attar, profesor del norte de la Franja, pasa los días tratando de encontrar comida y agua suficientes para que su familia pueda sobrevivir. Desde que estalló la guerra el pasado octubre, el hombre de 42 años se ha visto desplazado junto a su familia en ocho ocasiones y ha hecho todo lo que ha podido para proteger a sus cinco hijos del conflicto. Ahora, el territorio palestino se enfrenta a una nueva amenaza: la poliomielitis, una enfermedad altamente infecciosa y potencialmente mortal.

“No podemos proteger a nuestros hijos. Estamos expuestos a morir en cualquier momento debido a los constantes bombardeos y a la inseguridad. Y tampoco puedo protegerlos de las enfermedades”, dijo a The Guardian en el inicio de una campaña de vacunación liderada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el pasado domingo en Deir al Balah. “Vivimos en una tienda de campaña que no nos protege de nada, no hay medicinas, hay basura por todas partes y las calles están llenas de aguas residuales”, lamenta Al Attar.

Mejor de lo esperado

La campaña dio comienzo en la zona central de la Franja y en los tres primeros días han sido vacunados más de 187.000 niños menores de 10 años –por encima del objetivo marcado de 156.500–. “La primera fase de la campaña contra la polio es un éxito”, afirmó en la red social X la directora de la OMS en la región, Hanan Balkhy.

El portavoz de la OMS para los territorios palestinos aseguró el martes que la campaña estaba avanzando de manera más rápida de lo esperado. “Va bien”, dijo a la prensa Rik Peeperkorn, quien calculó que les quedan “al menos 10 días” intensos de vacunación, que se tendrá que repetir dentro de mes.

El despliegue de la campaña es especialmente difícil en el contexto actual. Los bombardeos incesantes de Israel contra Gaza han destruido su sistema sanitario. De hecho, según una evaluación de la OMS, 31 de los 36 hospitales del territorio han sido dañados o están completamente destruidos. Alrededor del 90% de los 2,3 millones de habitantes de la Franja de Gaza han tenido que dejar sus hogares y desplazarse en busca de refugios, algunos en múltiples ocasiones. La mayoría vive en campamentos improvisados que están al límite de su capacidad y son insalubres. La OMS ha indicado que enfermedades como la hepatitis, la neumonía y las enfermedades diarreicas, así como los piojos, la sarna y otras enfermedades cutáneas se han expandido.

De las casi 41.000 muertes registradas desde octubre por el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás, no está claro qué porcentaje es causado por enfermedades. Sin embargo, uno de los peores temores del personal sanitario se confirmó recientemente, cuando se registró en Gaza el primer caso de polio del tipo 2 en los últimos 25 años. La víctima era un bebé de diez meses sin vacunar. Esta enfermedad contagiosa puede causar parálisis y muerte, sobre todo en bebés y niños pequeños.

La polio se erradicó de la Franja de Gaza en 1999, pero en julio se detectó el virus en unos análisis rutinarios de aguas residuales. Se cree que procede de una vacuna antipoliomielítica oral, que contiene un virus vivo debilitado y, en raras ocasiones, puede ser excretado por personas vacunadas y evolucionar hacia una nueva forma contagiosa.

Al bebé de diez meses la polio le paralizó una pierna. Debido a la guerra, que empezó hace casi once meses, no había sido vacunado contra ninguna enfermedad. Según la OMS, es probable que cientos de personas más ya estén infectadas, pero no muestren síntomas, lo que pone en peligro a cientos de miles de niños en Gaza. La OMS y otras agencias de Naciones Unidas, junto con las autoridades sanitarias de Gaza, lanzaron el domingo una campaña de vacunación para prevenir la reaparición de la polio en esta nueva generación de gazatíes.

Pausas humanitarias

Para evitar la propagación de la enfermedad, es necesario que al menos el 90% de los 640.000 niños menores de 10 años de Gaza sean vacunados con dos gotas de vacuna oral en dos tandas, con un intervalo de cuatro semanas. Se trata de un objetivo difícil de conseguir en una zona de guerra activa donde las condiciones pueden cambiar rápidamente.

Hamás e Israel han acordado pausas humanitarias en los combates entre las seis de la mañana y las tres de la tarde durante varios días, en los cuales los equipos de vacunación se proponen visitar 160 lugares. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, destacó este miércoles que las dos partes han respetado las pausas humanitarias, por el momento.

La campaña arrancó el domingo en el centro de Gaza y, a partir del jueves, se traslada al sur, a zonas de más difícil acceso por los combates. Pero en la zona central, cuatro centros de vacunación continuarán funcionando en los próximos tres días “para asegurarse de que ningún niño sea olvidado”, aseguró Tedros. 

Las carreteras dañadas o destruidas dificultan los desplazamientos del personal sanitario y los bombardeos israelíes han minado la capacidad de los trabajadores humanitarios y de los envíos. Según denunció la organización estadounidense Near East Refugee Aid, cuatro personas murieron la semana pasada en un ataque aéreo israelí que alcanzó la parte delantera de un convoy que transportaba alimentos y combustible a un hospital de Rafah; Israel alegó que había atacado a los hombres armados que se apoderaron del convoy pero la ONG estadounidense y varios testigos indicaron que no es cierto que hubiera combatientes en la zona.

En agosto, Israel permitió la entrada en Gaza de 1,3 millones de dosis de la vacuna contra la polio, que ahora se almacenan refrigeradas en un depósito de la ciudad de Deir al Balah, una de las pocas donde no hay enfrentamientos. Se espera que pronto llegue al territorio otro cargamento de 400.000 dosis. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó la semana pasada que Israel es consciente de la importancia de prevenir un brote de polio en la Franja de Gaza y también “del propósito de prevenir la propagación de enfermedades en la región”.

Conservar el frío

Otra gran dificultad es alimentar los generadores que mantienen frías las vacunas debido a la escasez de combustible. Todas las instalaciones de almacenamiento de la cadena de frío han sido destruidas. El doctor Khalil Abu Qasmiya, director del Ministerio de Sanidad en Deir al Balah, relata que él y su equipo se despiertan a intervalos regulares por la noche para comprobar que las temperaturas de los frigoríficos se mantienen estables y que no se han derretido los paquetes de hielo. “Desde que se confirmó el primer caso de polio, el Ministerio de Sanidad de Gaza ha hecho todo lo posible para cumplir con nuestra parte”, dice.

A diferencia de muchos otros esfuerzos internacionales para aliviar el sufrimiento en Gaza, que se han visto obstaculizados por los constantes ataques israelíes, la campaña de la vacuna antipoliomielítica está transcurriendo hasta ahora sin contratiempos. También se espera que los esfuerzos realizados para reparar el sistema de la cadena de frío permitan iniciar la vacunación prevista en el calendario rutinario sanitario, cuando termine esta campaña extraordinaria contra la polio.

“Todos sufrimos mucho. Me alegra poder hacer algo para proteger a mis hijos”, dice Nabil al Hasanat, de 50 años y padre de dos niñas de seis y cinco meses.

La crisis humanitaria subyacente persiste y no hay indicios de próximos avances en las conversaciones de alto el fuego. En este sentido, José Lainez Kafati, especialista en cambio social y de comportamiento de UNICEF Palestina, recuerda que “la polio es sólo uno de los muchos problemas a los que se enfrentan los niños de Gaza”. “Aunque hemos conseguido empezar la campaña de vacunación contra la polio, hay otros problemas graves que siguen sin atenderse por la falta de acceso a la ayuda” humanitaria, explica. “El colapso total del sistema sanitario, la destrucción casi completa de las infraestructuras de agua y saneamiento, así como las condiciones de vida de las familias gazatíes que ya no tienen hogar, les hacen vulnerables a otros brotes de enfermedades”.

UNICEF participa en la campaña de vacunación, junto a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), a las que el director de la OMS les agradeció su colaboración, pero lanzó una advertencia: “Juntos estamos ayudando a evitar la expansión de la polio en Gaza, aunque otras necesidades sanitarias siguen siendo inmensas”.

Texto traducido por Emma Reverter y actualizado por elDiario.es

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