Una serie de explosiones y un tiroteo entre las fuerzas de seguridad y un grupo armado desconocido, han tenido lugar este viernes en la localidad de Samanthurai, al este de Sri Lanka, durante una operación policial tras los atentados del domingo en los que murieron 253 personas.
“Las tropas todavía están involucradas pero todavía no podemos dar más detalles. Ha habido tres explosiones pero no estamos seguros de si han sido a causa de suicidas o por otras razones”, ha informado a Efe una fuente militar que ha pedido el anonimato. El dispositivo se puso en marcha tras recibir un aviso de que existía una casa segura para personas vinculadas con los atentados suicidas, ha asegurado la misma fuente.
El incidente tiene lugar el mismo día en que el presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, ha informado de que se ha detectado la presencia en la isla de al menos 130 personas sospechosas de tener vínculos con Estado Islámico, de los que ya se habría arrestado a 70 de ellos.
Iglesias cerradas y mezquitas vacías
Las iglesias cristianas de Sri Lanka han anunciado la suspensión de los servicios religiosos “hasta nuevo aviso” y, en su lugar, las misas se transmitirán a través de la televisión nacional para que los devotos puedan participar de los oficios desde sus hogares, ha explicado el cardenal Albert Malcolm Ranjith.
Además, gran parte de la comunidad musulmana del país no ha acudido al rezo colectivo de los viernes por considerar inseguros los lugares de reunión y en solidaridad con el colectivo cristiano.
“Las razones por las que no tuvimos las oraciones de hoy fueron en primer lugar por motivos de seguridad”, ha declarado a Efe el vicepresidente del Consejo de Musulmanes de Sri Lanka, Hilmy Ahamed, quien se ha sumado, además, “la solidaridad con los cristianos que cancelaron las misas dominicales de manera indefinida”.
Durante los últimos días, líderes de las principales minorías religiosas, musulmanes (9,7%), cristianos (7,4%), e hindúes (12,6%), han tenido varias reuniones para evaluar la situación de seguridad tras los ataques y pedir a los diferentes grupos que no culpabilicen ni “reaccionen con agresividad” contra nadie.