El manifestante que resultó herido de bala en la segunda noche de protestas por la muerte de un negro a manos de la policía en Charlotte (Estados Unidos) ha fallecido, tal y como anuncia The Charlotte Observer. Las protestas siguen en la ciudad norteamericana y las autoridades han decretado un toque de queda que no se está cumpliendo en la que ya es la tercera noche de manifestaciones contra la violencia policial hacia los negros.
“Alerta: la alcaldesa de Charlotte y la Policía han impuesto un toque de queda que afecta a toda la ciudad que comienza el 23 de septiembre a medianoche hasta las seis de la mañana”, informaba la propia alcaldía en un tuit. El consistorio también remarcaba que la medida tendría efecto hasta que terminara el estado de emergencia o la disposición fuera revocada.
“Se prohíbe desplazarse por la calle, callejón, carretera o cualquier otra propiedad pública, excepto aquellos que estén buscando asistencia médica, comida o servicio necesario para el bienestar de sí mismos o sus familias”, señala la orden municipal.
A pesar de la decisión, numerosos ciudadanos salieron a la calle para protestar y el propio ayuntamiento publicaba horas después en su cuenta de Twitter imágenes de la manifestación para asegurar que no hubo policías ni manifestantes heridos durante la noche del jueves. La Policía puntualizó pasada la medianoche que no impondrá el toque de queda mientras la protesta sea pacífica.
Según informa EFE, la policía lanzó gases lacrimógenos para dispersar a algunos de los manifestantes y dos agentes fueron atendidos después de que les rociasen con un agente químico, de acuerdo con información del cuerpo. Además, la agencia asegura que los disturbios han dejado numerosos heridos y medio centenar de detenidos.
Las protestas estallaron el martes después de que un policía matase a tiros al afroamericano Keith Lamont Scott, de 43 años, en el aparcamiento de un edificio de apartamentos mientras esperaba que su hijo regresase del colegio para recogerlo.
La Policía acusó a Scott de ir armado -en un estado en el que llevar una pistola es legal si se tiene permiso- y de suponer una “amenaza de muerte inminente” para los agentes, un relato que familiares y testigos rechazaron.
La policía se niega a difundir el vídeo
Los familiares de Scott tuvieron acceso a los vídeos del suceso grabados por policías y pidieron que las imágenes se hagan públicas “inmediatamente”, mientras que la policía se niega a difundirlas.
El jefe de la Policía de Charlotte, Kerr Putney, dijo a The Charlotte Observer que, según lo que él pudo ver en las imágenes del vídeo, la actuación del agente Brentley Vinson, autor de los disparos, estuvo justificada, una postura compartida por la alcaldesa Roberts.
El abogado de la familia, Justin Bamberg, afirmó por su parte que de acuerdo con lo que pudieron observar en la cinta Scott no muestra signos de agresividad y no se aprecia si empuña un arma, como aseguraron los agentes en su reporte.
El representante legal de la familia indicó que en las imágenes, tomadas por las cámaras de los agentes, es “imposible distinguir” lo que Scott sostiene en sus manos, si es que portaba algo, pero cuando fue abatido tenía las manos en sus costados y “caminaba lentamente hacia atrás”.