Mide 2,6 metros, pesa una tonelada y se ha adjudicado por 274.475 euros en una subasta en París celebrada esta tarde. Se trata de un tramo de la escalera de caracol original de la Torre Eiffel, construida en 1889 y que unía el segundo y el tercer piso del monumento. En 1983, apenas 100 años después de su inauguración, la escalera fue sustituida por un ascensor y desmontada en 24 trozos. Peldaños de hierro forjado que están, a día de hoy, esparcidos por el mundo. 'Una pieza única y emblemática'. según Artcurial, la casa de subastas parisina que ha organizado el evento y que había estimado un precio inicial de entre 30.000 y 40.000 euros.
De las 24 porciones de escalera repartidas por el mundo, una está expuesta en el primer piso de la Torre Eiffel, tres fueron donadas a museos franceses —el Museo de Orsay (París), la Ciudad de la Ciencia y la Industria (La Villette) y el Museo de Historia del Hierro (Nancy)— y las otras 20 se vendieron a particulares y coleccionistas en una subasta que tuvo lugar en la Torre Eiffel el 1 de diciembre de 1983, el mismo año en el que se instaló el ascensor. “Ha sido una venta histórica”, explica a elDiario.es Cécile Tajan, especialista en el departamento Art Déco de Artcurial. “Este tramo, el número 17, fue comprado aquel día por un canadiense, el propietario que ahora ha decidido venderlo”.
Transportado en barco, camión y grúa desde Canadá, este segmento de 14 peldaños se ha expuesto en el patio delantero de Artcurial, en los Campos Elíseos, durante los días previos a la subasta, llamando la atención de quienes pasean por el centro de París. A muchos les puede la curiosidad y se acercan a observar la singular pieza. “No lo he podido evitar”, explica Joseph, quien ha interrumpido su trayecto hacia el metro. “Es fascinante estar delante de un pedazo de historia”. Es la cuarta vez que Artcurial subasta los escalones de Eiffel: anteriormente habían adjudicado otros tramos por 220.000 euros (2013), 523.800 euros (2016) y 176.150 euros (2018).
La subasta se ha retransmitido en directo y para todos los públicos a través de la página web de Artcurial, junto con otros objetos y obras de arte. “Muchos clientes han pedido cita para preguntarnos cómo integrar la escalera en casa”, cuenta Cécile Tajan. Precisamente, una de las ventajas de la escalinata es que tiene una altura tradicional y “se puede instalar fácilmente en un interior con la ayuda de un arquitecto”. Según Tajan, el perfil del comprador es un cliente internacional, apasionado de París y de la arquitectura moderna: “Hay coleccionistas que exponen la escalera como un elemento de la historia de la arquitectura y hay particulares que deciden integrarla en sus casas”.
Tras 37 años en una colección privada en Canadá, el decimoséptimo tramo de la escalera que diseñó Gustave Eiffel pasará a formar parte de una colección europea. La expectación que ha generado la subasta está a la altura de la fascinación que generó la obra Eiffel, símbolo indiscutible de la cultura francesa y fuente de inspiración de grandes artistas y escritores del siglo pasado. “El hecho de que estos escalones estén repartidos por Estados Unidos, Japón o América Latina demuestra que la Torre Eiffel y París continúan inspirando al mundo” reflexiona Tajan. “Es conmovedor que el patrimonio francés siga brillando en el extranjero”, concluye.