El tenista serbio Novak Djokovic ha reaparecido entrenando en las pistas de Melbourne horas después de que un tribunal australiano ordenara este lunes su liberación. Djokovic se encontraba desde el jueves pasado retenido en un hotel de la ciudad de Melbourne tras la revocación de su visado por no estar vacunado contra la COVID-19.
“Estoy contento y agradecido de que el juez haya anulado la cancelación de mi visado. A pesar de todo lo que ha pasado, quiero quedarme e intentar competir en el Open de Australia”, ha escrito el tenista en Twitter.
El juez Anthony Kelly, del Tribunal del Circuito Federal de Melbourne, ha ordenado al Gobierno australiano implementar la orden de liberación, entregarle su pasaporte y sus efectos personales y pagar los costes legales.
Con independencia de esta decisión del tribunal, el responsable de Inmigración del Gobierno australiano, Alex Hawke, podría ejercer su poder para cancelar el visado de Djokovic y, por lo tanto, el tenista no tiene garantizado todavía competir en el Open de Australia. Así lo señaló el abogado Christopher Tran, representante del Ejecutivo, en la vista judicial.
“Tras la decisión del tribunal, sigue siendo potestad del ministro Hawke cancelar el visado de Djokovic bajo su poder personal de cancelación de la sección 133C(3) de la ley de migración. El ministro está actualmente considerando el asunto y el proceso sigue abierto”, ha señalado un portavoz de Hawke.
Seguidores del tenista se han congregado alrededor del edificio donde supuestamente estaba el tenista en conversaciones con sus abogados y la policía ha tenido que intervenir cuando el grupo ha bloqueado el paso a un coche en el que pensaban que viajaba el serbio.
La familia del tenista ha ofrecido una rueda de prensa en la que han celebrado la decisión judicial y han criticado el trato que ha recibido el serbio. “Le quitaron todos sus derechos como ser humano”, ha denunciado su padre. La familia ha intentado convertir el caso del tenista en un ejemplo de la lucha por la libertad de expresión y de pensamiento.
Su defensa dice que recibió el visto bueno para entrar
La defensa del tenista, que llegó el pasado miércoles por la noche a Australia y fue retenido al día siguiente en un hotel en Melbourne —un polémico lugar destinado a las cuarentenas de enfermos con COVID-19 que llegan Australia y a retener a solicitantes de asilo—, aseguró durante la vista que recibió a través de un correo electrónico una evaluación del departamento de Interior de Australia en el que se decía que cumplía con los requisitos para ingresar al país. Sin embargo, el Ejecutivo de Camberra argumenta que no era una garantía de entrada para Djokovic.
Los abogados del tenista señalaron que Djokovic dio positivo por COVID-19 el 16 de diciembre pasado y que dos semanas después estaba recuperado, por lo que el 1 de enero se le había proporcionado el permiso para entrar en Australia sin estar vacunado. El Gobierno de Australia exige a los viajeros tener la pauta completa de la vacuna o una exención médica válida para entrar al país.
La tenista checa Renata Vorácová decidió abandonar Australia después de que también se le cancelase su visado y fuese retenida en el mismo hotel. Vorácová se encontraba en Australia desde diciembre y ya había disputado un partido de preparación previo al Abierto de Australia.