La justicia británica rechaza extraditar a Assange a EEUU
La jueza de distrito Vanessa Baraitser ha decidido no extraditar a Julian Assange, fundador de Wikileaks, a EEUU, donde se enfrenta hasta 175 años de prisión por cargos de espionaje. La Fiscalía ha confirmado que recurrirá la decisión, lo que podría alargar el caso durante meses e incluso años.
La jueza ha rechazado la extradición por el riesgo a la salud que supondría para el acusado. “He considerado pruebas sobre las posibles condiciones en una prisión estadounidense”, ha afirmado Baraitser, que también ha hecho referencia a declaraciones de la CIA citando a Assange como una persona “hostil”. Un régimen de aislamiento podría dañar gravemente la salud mental de Assange, que tiende a la depresión, según ha señalado la jueza. “La situación mental de Assange es tal que sería opresivo extraditarlo a EEUU”.
Sin embargo, Baraitser ha asegurado que el derecho a la libertad de expresión no proporciona “una discreción sin límites al señor Assange para decidir lo que va a publicar”. “Esta acusación se limita a [la filtración de] cables que contienen nombres de informantes. En Reino Unido, Assange no estaría protegido por las leyes de libertad de expresión”, ha añadido, según ha recogido The Assange Defense Committee.
Assange permanecerá en prisión hasta el miércoles, cuando el tribunal decidirá si lo pone en libertad condicional hasta que se resuelva el recurso de la Fiscalía, tal y como ha pedido el equipo de la defensa, o si tendrá que permanecer en prisión hasta entonces.
“Nos satisface el hecho de que Julian Assange no vaya a ser enviado a Estados Unidos y que el tribunal haya reconocido que, a causa de sus problemas de salud, Assange correría peligro de sufrir malos tratos en el sistema penitenciario estadounidense. Sin embargo, para empezar, no deberían haberse formulado cargos contra él. Esos cargos fueron de motivación política y el Gobierno británico nunca debería haber ayudado de tan buena gana a Estados Unidos en su implacable persecución de Assange”, ha señalado Nils Muižnieks, director de Amnistía Internacional para Europa. “El hecho de que la sentencia sea correcta y salve a Assange de la extradición no exonera a Reino Unido de haber participado en este proceso de motivación política a instancias de Estados Unidos y haber sometido a juicio la libertad de prensa y la libertad de expresión. Se ha sentado un terrible precedente del que Estados Unidos es responsable y el Gobierno británico es cómplice”.
México ofrece asilo político
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha ofrecido este lunes asilo político a Assange. “Voy a pedirle al secretario de Relaciones Exteriores que haga los trámites correspondientes para que se solicite al Gobierno de Reino Unido la posibilidad de que el señor Assange quede en libertad y que México le ofrece asilo político”, ha anunciado el presidente en declaraciones recogidas por la agencia EFE.
Estados Unidos acusa a Assange de haber violado su Ley de Espionaje por haber filtrado y publicado secretos diplomáticos y militares en 2010 a través de Wikileaks. En concreto, está acusado de 18 cargos relacionados con la Ley de Espionaje y uno por fraude y abuso informático, lo que podría llegar a 175 años de prisión.
Su defensa ha alegado que su función fue equivalente a la de un periodista y cualquier límite que se ponga a su acción puede tener un impacto en cualquier periodista estadounidense. “Este caso es indignante y está claramente motivado políticamente para utilizar a Assange como ejemplo. Es el futuro del periodismo y la libertad de prensa lo que está en juego”, había afirmado Rebecca Vincent, directora de campañas internacionales de Reporteros Sin Fronteras.
Assange fue detenido en abril de 2019 por agentes británicos que irrumpieron en la embajada de Ecuador en Londres. Ecuador le concedió el asilo en 2012 y desde entonces Assange vivía en la embajada. Horas antes de su detención, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, anunció por Twitter la retirada del asilo diplomático por considerarlo “insostenible”. El arresto se produjo a petición de EEUU.
En 2010, la Fiscalía de Suecia ordenó la detención de Assange, acusado de violación y abuso sexual, y Suecia emitió una orden europea de detención. Reino Unido aceptó extraditarle y Assange entonces pidió asilo en la embajada de Ecuador. Assange dijo que este proceso era una excusa para su extradición a EEUU, donde podría ser juzgado por la filtración masiva de documentos secretos en 2010 a través de Wikileaks. Finalmente Suecia archivó el caso en noviembre de 2019
El relator especial de la ONU para casos de tortura, Nils Meizer, aseguró en una entrevista publicada en elDiario.es que Assange no intentó en ningún momento huir de la justicia sueca. “Cuatro países democráticos unieron fuerzas [Estados Unidos, Ecuador, Suecia y el Reino Unido] para aprovechar su poder y retratar a un hombre como un monstruo para que luego pudiera ser quemado en la hoguera sin que nadie protestara”.
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