Rusia ha violado hasta once artículos del Convenio para la Protección de los Derechos Humanos desde que en 2014 invadió la región ucraniana de Crimea. Así lo ha sentenciado el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) a partir de la denuncia presentada por Ucrania contra Rusia. Entre las vulneraciones que han constatado, por unanimidad, los jueces de Estrasburgo están el derecho a la vida, el derecho a la libertad o la prohibición del trato degradante y han encontrado hasta 43 “casos documentados” de desapariciones entre 2014 y 2018.
El Tribunal, que se considera competente para juzgar la causa dado que los hechos se produjeron cuando Rusia aún estaba suscrita al Convenio de Derechos Humanos (salió de las instituciones vinculadas con el Consejo de Europa en septiembre de 2022 tras la invasión a gran escala de Ucrania), acusa a Moscú de haber incumplido sus obligaciones respecto a la institución al no haber facilitado la examinación del caso, pero considera tener “pruebas suficientes -en particular informes de organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales, corroborados por testimonios de testigos y otros materiales- para concluir más allá de toda duda razonable que los incidentes habían sido lo suficientemente numerosos e interconectados como para constituir un patrón o sistema de violaciones” de los derechos humanos en Crimea y otros territorios ucranianos.
Los jueces consideran que Rusia vulneró el derecho internacional humanitario, que establece la obligación de respetar las leyes ya vigentes en el territorio ocupado, que en este caso era la legislación ucraniana. El tribunal considera que desde la invasión de Crimea se ha producido un “patrón de represalias, de uso indebido del derecho penal y de represión general de la oposición política”, según recoge en un comunicado.
La Gran Sala de Estrasburgo ha determinado que entre el 27 de febrero de 2014 y el 26 de agosto de 2015 se vulneraron los artículos 2 (derecho a la vida), 3 (prohibición de tratos inhumanos o degradantes) y 5 (derecho a la libertad y a la seguridad) del Convenio de Derechos Humanos dado que se produjeron hasta 43 despariciones y ocho personas secuestradas se encuentran en paradero desconocido y hay testigos que acreditan los malos tratos. En cuanto al artículo 8, también considera que se vulneró el derecho al respeto del domicilio al llevarse a cabo “registros arbitrarios” por las fuerzas rusas. También acreditan la violación de la libertad religiosa por las “redadas arbitrarias en lugares de culto y confiscación de bienes religiosos” así como la “intimidación y acoso” a líderes religiosos que no profesan la fe ortodoxa rusa.
Los jueces ven una violación de la libertad de expresión por el cierre de medios ucranianos y la persecución a periodistas así como del derecho de reunión por las detenciones de manifestantes pero también por la orden de perseguir “todas las acciones encaminadas al no reconocimiento de Crimea como parte de la Federación de Rusia”. El Tribunal de Estrasburgo también considera que se vulneraron el derecho a la vida privada y familiar, a tener un juicio justo y que hubo discriminación generalizada.
El tribunal ordena a Rusia que transfiera a los presos de Crimea que fueron enviados a cárceles en territorio ruso. No obstante, no establece las compensaciones por esas violaciones de los derechos humanos que también recoge la Convención de Derechos Humanos. “La cuestión de la justa satisfacción no estaba lista para ser decidida”, señala el comunicado de la sentencia.
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