El Tribunal Supremo británico da vía libre a la extradición de Julian Assange a EEUU

EFE

14 de marzo de 2022 18:48 h

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El Tribunal Supremo, máxima instancia judicial del Reino Unido, ha desestimado este lunes un recurso presentado por el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, dando así luz verde a su extradición a Estados Unidos. El caso pasa ahora a la ministra británica del Interior, Priti Patel, que debe autorizar la entrega.

El australiano de 50 años, que cumple prisión preventiva en la cárcel londinense de Belmarsh, había recurrido un dictamen del 10 de diciembre del Tribunal Superior, que aprobaba su extradición a EEUU al dar por bueno a su vez un recurso de Washington sobre un fallo del 21 de enero de 2021.

Los jueces concluyeron entonces que el Gobierno estadounidense había ofrecido suficientes garantías de que el fundador de WikiLeaks recibiría un trato adecuado para proteger su salud mental y dictaminaron que podía ser extraditado.

El Supremo británico ha rechazado este lunes los recursos Assange argumentando que no plantea “ningún punto legal debatible” y, por tanto, sigue vigente el fallo del Tribunal Superior y la deportación podrá ejecutarse si así lo ratifica la ministra.

La defensa de Assange, que tiene cuatro semanas para presentar alegaciones antes de que la ministra decida, ha insistido a lo largo de todo el proceso que había aspectos del caso que no habían sido examinados y que estaban planteándose recurrir llegado el momento.

Washington recurrió en diciembre el fallo del 21 de enero de 2021 de la jueza de primera instancia Vanessa Baraitser, quien denegó la entrega del fundador de WikiLeaks al considerar que presentaba riesgo de suicidio y que las condiciones penitenciarias en EEUU podían exacerbarlo.

Los jueces del Superior dieron entonces la razón a EEUU al coincidir en que Baraitser debió haberles pedido en ese momento garantías sobre el régimen penitenciario que se aplicaría al acusado a fin de minimizar los riesgos para su salud. También consideraron suficientes las salvaguardas presentadas a posteriori ante ellos por la Justicia estadounidense, que incluyeron, entre otras, ofrecer atención médica al exhacker y no imponerle de entrada medidas extremas de aislamiento.

Assange fue detenido en abril de 2019 por agentes británicos que irrumpieron en la embajada de Ecuador en Londres. Ecuador le concedió el asilo en 2012 y desde entonces Assange vivía en la embajada. Horas antes de su detención, el ahora expresidente de Ecuador, Lenín Moreno, anunció por Twitter la retirada del asilo diplomático por considerarlo “insostenible”. El arresto se produjo a petición de EEUU.

En 2010, la Fiscalía de Suecia ordenó la detención de Assange, acusado de violación y abuso sexual, y Suecia emitió una orden europea de detención. Reino Unido aceptó extraditarle y Assange entonces pidió asilo en la embajada de Ecuador. Assange dijo que este proceso era una excusa para su extradición a EEUU, donde podría ser juzgado por la filtración masiva de documentos secretos en 2010 a través de Wikileaks. Finalmente Suecia archivó el caso en noviembre de 2019

El relator especial de la ONU para casos de tortura, Nils Meizer, aseguró en una entrevista publicada en elDiario.es que Assange no intentó en ningún momento huir de la justicia sueca. “Cuatro países democráticos unieron fuerzas [Estados Unidos, Ecuador, Suecia y el Reino Unido] para aprovechar su poder y retratar a un hombre como un monstruo para que luego pudiera ser quemado en la hoguera sin que nadie protestara”.

Estados Unidos acusa a Assange de haber violado su Ley de Espionaje por haber filtrado y publicado secretos diplomáticos y militares en 2010 a través de Wikileaks. En concreto, está acusado de 18 cargos relacionados con la Ley de Espionaje y uno por fraude y abuso informático, lo que podría llegar a 175 años de prisión.