Trump elige a la congresista Elise Stefanik, de marcado perfil proisraelí, como embajadora de EEUU en la ONU
La congresista de Nueva York, Elise Stefanik, será la próxima embajadora Estados Unidos ante la ONU bajo la nueva Administración de Donald Trump. Stefanik fue quien hizo caer a la rectora de Harvard, Claudine Gay, durante el duro interrogatorio al que ella y otros rectores de universidades fueron sometidos por parte del Comité de Educación y Trabajo que se ha encargado de perseguir las manifestaciones propalestinas en los campus.
“Es un honor nominar a la congresista Elise Stefanik para formar parte de mi gabinete como Embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas. Elise es una luchadora increíblemente fuerte, dura e inteligente a favor de [la política] Estados Unidos primero,” ha afirmado Trump en un comunicado enviado este lunes, según la CNN.
Ahora, Stefanik, que tacha las manifestaciones contra la guerra de Gaza de “antisemitas”, es quien se encargará de votar (y vetar) las resoluciones del Consejo de Seguridad y cualquier propuesta en la ONU. Entre las cuales también se incluirán todas las relacionadas con la cuestión palestina. Más allá de premiar el trabajo hecho liderando con éxito una de las principales causas del Partido Republicano, la elección de la congresista es un claro guiño en favor de Israel y los lobbies proisraealís del país.
Stefanik fue uno de los miembros del Partido Republicano que acompañaron a Trump a la apertura de la cumbre nacional del Consejo Israelí-Americano (IAC) que secelebró en septiembre en Washington. Nada más subir al escenario, el ahora presidente electo sacó pecho de como su partido había hecho caer a la rectora de Harvard. “[Stefanik] destruyó totalmente a la rectora de Harvard. La veías allí con sus grandes gafas, esas grandes gafas... y ella le hizo una pregunta simple y, al final, no obtuvo una respuesta muy buena”, dijo con cierta mofa.
La pregunta a la que se refería Trump fue la siguiente:“¿Llamar al genocidio de judíos viola las normas de conducta de la universidad?¿Sí o no?”. Gay respondió que si el discurso “se convierte en conducta, puede ser acoso”, una visión que también compartía la rectora de la Universidad de Pensilvania, Elizabeth Magill. La rectora de Harvard intentó desarrollar su argumento sobre la cuestión, hasta que Stefanik estalló: “No depende del contexto. La respuesta es sí. Y por eso deberías dimitir. Estas respuestas son inaceptables”.
Para Stefanik y buena parte del Partido Republicano, cánticos como “Desde el río hasta el mar, Palestina será libre”, se considera hacer un llamamiento al “genocidio de judíos” en Israel. De hecho, buena parte del argumentario que se ha utilizado para perseguir las acampadas que hubo en la primavera y las manifestaciones que han seguido en marcha se basa en estas interpretaciones de los cánticos.
Entre el público del IAC también estaba la doctora Miriam Adelson, quien desde la muerte de su esposo, Sheldon Adelson, ha adquirido el rol de lobbista a título privado. Su difunto esposo era uno de los grandes donantes conservadores del Partido Republicano. Adelson, una de las mujeres más ricas del mundo, es intensamente proisraelí, igual que lo era su marido.
Adelson inyectó 100 millones en la campaña de Trump, según The Times of Israel. Ahora que el republicano volverá a la Casa Blanca, será una de las personas a título privado con más influencia sobre la política exterior norteamericana. El ataque de Hamás del 7 de octubre del año pasado desconcertó profundamente a Adelson. La elección de Stefanik como embajadora ante la ONU se alinea también con la postura de la megadonante.
Antes de despuntar por su papel en la dimisión de la rectora de Harvard, Stefanik pasó años posicionándose en los círculos internos del magnate como una de las mayores aliadas y confidentes en los pasillos del Congreso. Apoyó a Trump en la campaña de 2024 incluso antes de que él lanzara su candidatura y realizó una campaña agresiva en su nombre durante las primarias del Partido Republicano.
La historia de ascenso de Stefanik dentro del Partido Republicano es similar a la de otros como J.D Vance: al principio la congresista de Nueva York se situaba como una voz moderada entre los republicanos, pero poco a poco fue virando hacia la órbita MAGA (Make America Great Again) lo que rápidamente le permitió ascender posiciones bajo el beneplácito de Trump.
Bajo el Gobierno demócrata de Joe Biden, uno de los más proisraelíes de la historia de EEUU, se vetó hasta tres veces una resolución del alto el fuego y también se votó en contra de reconocer a Palestina como Estado miembro de pleno derecho. Stefanik podría seguir la misma línea o incluso ir un paso más allá.
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