Uno de su más leales aliados ideológicos. El presidente electo de Estados Unidos, el republicano Donald Trump, ha anunciado este miércoles que nombrará al congresista Matt Gaetz, del ala dura del partido, como próximo fiscal general del país. El congresista de Florida es leal a Trump, se nutre de la controversia y fue investigado por el comité de ética de la Cámara de Representantes por conducta sexual inapropiada y malversación de fondos.
Desde su llegada a Washington, este legislador se ha forjado una marca política como provocador de extrema derecha, buscando la polémica como algo natural.
“Matt pondrá fin al gobierno instrumentalizado, protegerá nuestras fronteras, desmantelará las organizaciones criminales y restaurará la fe y confianza de los estadounidenses, tan deterioradas, en el Departamento de Justicia”, ha afirmado Trump en un comunicado. La confirmación del cargo está sujeta a la confirmación por parte del Senado, el cual está en manos de los republicanos.
La expectativa de “poner fin al gobierno instrumentalizado” no es una metáfora. A lo largo de la campaña, Trump ha acusado a la administración de Joe Biden de instrumentalizar el Departamento de Justicia para perseguirlo políticamente. Así mismo, Trump ha prometido venganza y perseguir sus rivales políticos una vez llegue al poder. La lista negra del ahora presidente electo resulta aún más terrorífica con Gaetz como fiscal general.
Gaetz ocupará el lugar de Merrick B. Garland, quien nombró a Jack Smith como fiscal especial para que liderada las acusaciones en los dos casos federales contra Trump: el de los papeles clasificados de Mar-a-Lago y el del asalto al Capitolio el seis de enero.
Smith ya hace días que está barajando cómo continuar con los casos hasta el 20 de enero, cuando Trump tomará posesión y ya no podrá ser perseguido judicialmente. Una de las opciones que hay sobre la mesa es que Garland le ordene cerra los casos. Uno de los asesores legales del partido republicano, Mike Davis, se mofaba hace unos días del futuro incierto de Smith, quien puede ser de los primeros en caer bajo la ira del magnate. “Estimado Jack Smith: contrate un abogado”, escribió Davis en la plataforma X.
Al igual que Donald Trump, a quien es ferozmente leal, Gaetz está más interesado en enfrentarse a sus adversarios políticos que en la árida tarea de gobernar, según sus críticos. En el Capitolio ha interrumpido repetidamente los procedimientos de la Cámara, incluso una vez irrumpió en una instalación de alta seguridad donde los demócratas estaban celebrando una audiencia.
En 2018 fue condenado por invitar a un negacionista del Holocausto al discurso de Trump sobre el Estado de la Unión. Un año después, contrató a un redactor de discursos que había abandonado la administración Trump después de hablar en una conferencia que atrae regularmente a nacionalistas blancos.
Meses después del asalto del 6 de enero en el Capitolio, Gaetz se embarcó en una gira 'America First' con Marjorie Taylor Greene, la congresista de extrema derecha de Georgia, en la que amplificaron las mentiras del expresidente sobre el fraude en las elecciones de 2020.
Gaetz, igual que Trump, ha sido uno de los fieros defensores de entregar el perdón a las más de mil personas que fueron condenadas por el asalto al Capitolio. En la jornada del seis de enero, miembros de la milicia de extrema derecha conocida como los “Proud Boys” participaron y lideraron en el ataque. Enrique Tarradio, el presidente de los Proud Boys, tiene una de las penas de cárcel más altas dictadas: 22 años de prisión.
A pesar de que Trump no lo incluyera en su discurso de la victoria en Palm Beach la noche de las elecciones, una de las promesas que pretende cumplir en su día primer día como presidente en funciones es indultar a los asaltantes. Algunos de ellos celebraron la victoria del magnate, aunque Trump no ha asegurado que se trate de un indulto colectivo. El republicano dijo que decidiría “caso por caso” cuando regrese a la Casa Blanca y para hacerlo tendrá a su lado a Gaetz, quien en anteriores ocasiones no solo ha mostrado simpatía por los asaltantes en general, sino también por los Proud Boys.
Trump escoge a la excongresista demócrata Gabbard como directora de Inteligencia Nacional
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, propuso este miércoles a la excongresista y ex precandidata presidencial demócrata Tulsi Gabbard como la directora de Inteligencia Nacional de su futuro Gabinete.
Gabbard fue miembro de la Cámara Baja por Hawái entre 2013 y 2021 y luego compitió en las primarias presidenciales del Partido Demócrata en 2020 junto al ahora presidente, Joe Biden, y la ahora vicepresidenta, Kamala Harris.
Durante el segundo debate de esa campaña, Gabbard logró notoriedad al arremeter contra el pasado como fiscal de Harris, acusándola de perseguir a los desfavorecidos.
Como directora de Inteligencia Nacional, un cargo de rango ministerial, Gabbard supervisará la comunidad de inteligencia estadounidense con sus múltiples agencias, entre ellas la CIA, la NSA o las divisiones de inteligencia del FBI.
“Sé que Tulsi aportará a nuestra comunidad de inteligencia el espíritu intrépido que ha definido su ilustre carrera, defendiendo nuestros derechos constitucionales y garantizando la paz a través de la fuerza”, aseguró Trump en el comunicado que anunciaba su nombramiento.
Durante su tiempo como congresista, Gabbard viajó a Siria y dijo haberse reunido con Bashar al-Assad en un momento en el que Washington apoyaba al bando que intentaba derrocarlo.
Además de su carrera política, Gabbard es veterana de guerra y llegó a realizar tres despliegues en zonas de guerra en Oriente Medio y África.
Gabbard abandonó el Partido Demócrata en 2022 y se aproximó rápidamente a sectores mediáticos conservadores con múltiples apariciones en Fox News.
En la recta final de la campaña apareció en un evento de Trump en Carolina del Norte para anunciar que se unía al Partido Republicano y le asesoró en su único debate contra Harris.