Durante la campaña, Donald Trump negó saber qué era el plan ultraconservador Project 2025 impulsado por el think tank Heritage Foundation. Ahora que ya es presidente electo, ha nombrado a casi media docena de personas que contribuyeron a desarrollar el plan para desmantelar el gobierno actual y llevar a cabo la “segunda revolución americana”.
Estas figuras tendrán roles relevantes en la economía, la inmigración y el funcionamiento de la administración. La última incorporación es Russell T. Vought, quien firma uno de los capítulos del documento.
Trump nominó el viernes a Vought para dirigir la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB en inglés), la cual supervisa las cuentas de la Casa Blanca y ayuda a determinar si las agencias federales se ajustan a las políticas del presidente.
Vough firma el Capítulo 2 de la Sección “Tomando las riendas del Gobierno” del Project 2025, donde se encarga de analizar las órdenes ejecutivas y otras acciones unilaterales que podría usar Trump para quitar los frenos administrativos y reformular el poder ejecutivo de tal forma que el poder presidencial tenga más rango de acción.
Una sugerencia de Vought es la de controlar las agencias federales y restarles la autonomía que podría frenar los deseos de Trump mediante una división del presupuesto por tramos, de manera que tengan que rendir cuentas ante el Ejecutivo de forma más frecuente. Según Vought, “la agenda del presidente debe ser lo que importe a los departamentos y agencias que operan bajo su autoridad constitucional”.
En el mismo capítulo, Vought también define cómo debe ser el cargo para el cual Trump ahora lo ha nominado y escribe que el director del OMB debe ser “el guardián de la 'intención del comandante” ante las agencias federales. Por lo que una vez el Senado certifique a Vought como director del OMB, Trump puede tener la seguridad de que contará con un aliado fiel dispuesto a desarrollar su agenda.
“El Director [del OMB] debe considerar su trabajo como la mejor y más completa aproximación a la visión del presidente en lo que respecta a la agenda política, siempre estando preparado con opciones reales para implementar dicha agenda dentro de las autoridades legales y recursos existentes”, escribe.
Durante la anterior Administración Trump, Vought ya ocupó este cargo y fue él quien aconsejó al republicano declarar la emergencia nacional con la frontera de México para saltarse el control del Congreso sobre la construcción del muro. Esta opción sugerida por Vought acabó derivando en un conflicto constitucional.
Recientemente, Trump afirmó en Truth Social que su nueva Administración estaba preparada para declarar la emergencia nacional y usar los activos militares para llevar a cabo su programa de deportaciones masivas.
Vought siempre ha seguido conectado a la órbita del presidente electo, pero cuando los demócratas empezaron a señalar el Project 2025 durante la campaña, Trump empezó a distanciarse públicamente de su antiguo asesor, igual que hizo con el documento. No solo aseguró que no sabía “nada” sobre el proyecto, sino que uno de los principales súper PAC que ha respaldado a Trump, MAGA Inc., lanzó su propia página del Project 2025. La web pretendía captar el tráfico de búsqueda de los votantes preocupados y aseguraba que se trataba de un “engaño” de los demócratas.
Ahora que ya ha ganado las elecciones, Vought ha vuelto al foco público, incluida una reciente entrevista con el expresentador de Fox, Tucker Carlson. En la conversación, Vought explicaba lo que ya expone en el Project 2025 de cómo Trump “tiene que actuar lo más rápido y agresivo posible, con una perspectiva constitucional radical, para poder desmantelar” el poder de las agencias federales y los funcionarios.
Otros nombres
Los otros nombres vinculados al Project 2025 que Trump ha anunciado estos días para su nueva administración son: Brendan Carr para la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), quien escribe un capítulo sobre este órgano en el Project 2025; Pete Hoekstra como embajador en Canadá y que aparece citado como contribuyente en la redacción del documento; John Ratcliffe como director de la CIA y que también es citado como colaborador; y Thomas Homan como el “zar de la frontera”, que también está en la extensa lista de contribuyentes.
Que Trump se haya rodeado de autores y colaboradores del Project 2025 es una señal más de cómo este plan puede llegar a orientar al republicano una vez tome el poder. El caso más previsible es el de la gestión de la frontera. En las últimas semanas, Trump ya ha dejado claro que no escatimará en recursos para llevar a cabo la deportación masiva “más grande la historia” del país.
En el Project 2025 las personas migrantes son dibujadas como una amenaza a la soberanía. Homan explicó la semana a pasada en una entrevista en NewsMax que estaba preparado para enfrentarse con las ciudades que se resistan a las deportaciones masivas.
La elección del Carr para la FCC, la agencia que se encarga de regular las telecomunicaciones por radio, televisión y redes, también es la confirmación de que Trump piensa cumplir con sus amenazas contra los medios y las compañías tecnológicas. En el Project 2025 Carr argumenta que la agencia debería regular a las tecnológicas más grandes como Apple, Meta, Google y Microsoft. No menciona la plataforma X. En cambio, el anterior grupo lo etiquetó como “cártel de la censura” en una publicación en la red social de Elon Musk. Según Carr, estas empresas suponen una amenaza a la “libertad individual” en Estados Unidos a través de la supuesta expulsión de sus plataformas de determinados puntos de vista políticos.
Aun así, también hay otros nombres vinculados al Project 2025 que Trump finalmente ha descartado para su gabinete. Roger Severino, un antiabortista que tuvo un papel destacado en el Departamento de Salud durante la primera Administración Trump y que redactó el capítulo de atención médica del Proyect 2025, fue rechazado por parte del equipo de transición presidencial. Lo dejaron fuera del Gobierno debido a su vinculación con el proyecto, según publicó Politico.
El lobby antiabortista y conservador presionó para que Trump lo nominara dentro de su gabinete, pero en la cuestión del aborto el republicano sigue buscando marcar una cierta distancia. Durante la campaña dio un volantazo prometiendo que no firmaría una prohibición federal del aborto y que dejaría que los estados decidieran, por lo que ahora quiere distanciarse de las restricciones federales al aborto que Severino propuso en el documento.