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Trump se niega a garantizar un traspaso pacífico de poder si pierde las elecciones

Trump cree que el resultado de las elecciones acabará en el Supremo de EE.UU.

elDiario.es / EFE

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dicho este miércoles que cree que el resultado de las elecciones de noviembre acabará en el Tribunal Supremo estadounidense y que por eso se está dando tanta prisa para cubrir la vacante que ha dejado en esa corte el fallecimiento de la jueza progresista Ruth Bader Ginsburg. También se ha negado a garantizar un traspaso pacífico de poder si pierde las elecciones.

“Creo que esto (las elecciones) acabará en el Tribunal Supremo y creo que es muy importante que tengamos nueve jueces”, ha afirmado Trump a los periodistas durante una reunión con fiscales generales de varios estados del país en la Casa Blanca. “Es mejor si aprobamos a una nueva jueza antes de las elecciones porque creo que este fraude que están preparando los demócratas acabará frente al Tribunal Supremo de EEUU”.

Durante su intervención, Trump se ha negado a garantizar que, si pierde en noviembre, el traspaso de poder al candidato demócrata Joe Biden sea pacífico. La pregunta del periodista ha sido: “¿Se comprometerá a asegurarse de que haya una transferencia pacífica del poder después de las elecciones?”. “Tendremos que ver lo que ocurre, usted lo sabe, me he quejado mucho de lo que está pasando con las papeletas”, ha contestado Trump.

Trump ha insinuado repetidamente que podría no aceptar el resultado de las elecciones del próximo 3 de noviembre si no se le declara ganador y ha insistido en que quiere que el vencedor se sepa la misma noche de los comicios, algo improbable debido al gran volumen de votos por correo que se esperan a raíz de la pandemia.

El mandatario mantiene además una ofensiva contra el voto por correo, al insistir en que ese método –que él mismo ha utilizado– puede favorecer el fraude, algo sobre lo que no ha aportado pruebas y que es improbable que ocurra, como han demostrado varios estudios.

Las reacciones a su última respuesta no se han hecho esperar. El periodista que le hizo la pregunta, Brian Karem, ha afirmado en su cuenta de Twitter que es era “la respuesta más aterradora” que ha recibido “a cualquier pregunta” que haya hecho. “Entrevisté a asesinos convictos con más empatía”, ha escrito. Por su parte, el que fuera secretario de Vivienda durante el mandato de Barack Obama, Julian Castro, ha tuiteado: “En un día, Trump rechazó una transición pacífica de poder e instó a la confirmación de un juez del Tribunal Supremo para que le diera una elección si los resultados son cuestionados. Esto es fascismo vivo y coleando en el Partido Republicano”.

Sustituta para la jueza Ginsburg

Trump planea nominar este sábado a su candidata para sustituir a Ruth Bader Ginsburg, fallecida el pasado viernes a los 87 años. Este miércoles el presidente ha confirmado que la jueza cubano-estadounidense Bárbara Lagoa está entre las cinco magistradas que está considerando para el puesto, aunque negó que tenga planes de reunirse con ella. Otra posible candidata es Amy Coney Barrett, una jueza conservadora y religiosa que se opone al aborto.

La decisión de Trump de nominar de inmediato a una sustituta de Ginsburg ha generado polémica porque la veterana jueza progresista dejó escrito, antes de morir, que su “deseo más ferviente” era “no ser reemplazada hasta que haya un nuevo presidente” tras los comicios. Este miércoles llegó el féretro de la jueza del Supremo a la sede del tribunal en el primero de los tres días de homenaje a su figura y cientos de personas se congregaron en los alrededores para despedirse de Ginsburg, que durante años defendió los derechos de las mujeres.

Sin embargo, los republicanos han dejado claro que ya tienen los votos para confirmar a la nominada de Trump en el Senado y, aunque quedan menos de seis semanas para las elecciones, el mandatario insiste en que su objetivo es haberlo resuelto para entonces.

Si el resultado de las elecciones estuviera en disputa y no se hubiera cubierto la vacante que ha dejado Ginsburg, el Supremo contaría aún así con una mayoría conservadora de cinco jueces, frente a los tres de inclinación progresista que quedan en la corte tras la muerte de la célebre magistrada.

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