Tsipras sufre la huida de 38 diputados en la votación del acuerdo con la troika

Alexis Tsipras consiguió su objetivo de sacar adelante en el Parlamento el acuerdo con la troika que permitirá iniciar las negociaciones para un durísimo tercer rescate de la economía. Pero lo hizo tras sufrir una huida de votos en su propio grupo parlamentario mayor de la esperada. 38 diputados le abandonaron: 32 votaron en contra y seis se abstuvieron. Otro más no se presentó a votar.

En los últimos días se había dicho que los diputados del ala izquierda del partido, agrupados en la corriente Plataforma de Izquierda, se opondrían al acuerdo. Esa treintena de parlamentarios nunca iba a aceptar un pacto parecido al que Syriza rechazó en el referéndum. Al final, la cifra de rebeldes fue mayor, y entre ellos estaba el exministro de Finanzas Yanis Varufakis.

El acuerdo se aprobó con 229 votos a favor, 64 en contra y seis abstenciones. El resultado fue claro, pero sólo porque tres partidos de la oposición –el conservador Nueva Democracia, el liberal Potami y el socialdemócrata Pasok– unieron sus 106 diputados a las filas de Syriza en la votación, al menos a los parlamentarios del partido en el Gobierno que siguieron a su líder.

Tsipras queda en una posición debilitada, pero seguirá siendo primer ministro. Panagiotis Lafazanis, ministro de Energía y líder de la corriente izquierdista, dijo después de la votación que “aquellos de nosotros que hemos votado no continuaremos apoyando al Gobierno y sus esfuerzos para salir de la crisis”. Tsipras mantendrá su Gobierno de coalición con el partido conservador Anel –sus 13 diputados votaron –, pero es posible que saque del Gabinete a los ministros y viceministros que no apoyaron el acuerdo, como Lafazanis.

La situación dentro de seis meses o un año, cuando se sufran las consecuencias sociales y económicas del último rescate, puede ser muy diferente.

En el debate previo, Tsipras intervino al final en un último intento de convencer a todos los representantes de su partido. Les dijo que la única alternativa consistía en aceptar la salida traumática de la eurozona, que es lo que pretendía el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble. Eso no convenció a sus críticas, tampoco a la presidenta del Parlamento, Zoe Konstantopoulou, que intervino para calificar el acuerdo de “genocidio social”.

Konstantopoulou delegó en el vicepresidente la dirección del pleno, porque el sector mayoritario de Syriza no se fiaba de que dilatara el trámite parlamentario.

El acuerdo tenía que aprobarse antes de las 12 de la noche del miércoles (sin precisarse si era la hora de Bruselas o la de Atenas), pero la votación no terminó hasta pasada la 1 de la mañana, hora de Grecia. El jueves por la mañana, se reunirá el equipo técnico del Eurogrupo, por debajo del nivel de ministros de Finanzas, para valorar la decisión del Parlamento y proponer el inicio de las negociaciones formales para el tercer rescate.