Un tribunal de Estambul ha dictado una orden de ingreso en prisión contra 17 periodistas, que quedan a la espera de juicio, por participar presuntamente en el golpe de Estado del pasado 15 de julio y ha liberado a otros cuatro informadores, recoge Europa Press.
Los arrestados han sido imputados por pertenecer a una “organización terrorista”, esto es, el movimiento liderado por el clérigo opositor Fethullah Gülen, el predicador exiliado desde hace años en EEUU y al que Ankara acusa de ser el cerebro del fallido golpe militar.
Diez días después del intento de golpe de Estado, Turquía emitió una orden de detención contra 42 periodistas por su presunta relación con redes gulenistas, aunque una decena habrían conseguido escapar del país.
Esta semana, más de cien medios de comunicación y una veintena de editoriales han sido cerrados por decreto del Gobierno turco al amparo del estado de emergencia. Gran parte de los medios son locales, tenían escasa difusión o ya habían sido intervenidos por el Estado bajo acusación de mantener vínculos con la cofradía de Gülen.
Acercamiento con Europa
Turquía ha liberado a 750 de los soldados que fueron detenidos por su presunta implicación en el fallido golpe en un gesto de acercamiento con las potencias europeas, que han condenado las repetidas violaciones de Derechos Humanos que se suceden en el país desde la intentona. Todavía hay 231 soldados bajo custodia, ha recogido la agencia de noticias oficial Anatolia.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, también ha anunciado que retirará las demandas por agravios contra su persona en un “gesto de unidad”. Desde 2014, momento en que llegara a a la presidencia del país, la Fiscalía ha abierto más de 1.800 querellas contra periodistas, caricaturistas e incluso niños por insultos contra el jefe del Estado.
Más de 60.000 personas han sido detenidas, despedidas o suspendidas de sus cargos por su presunta relación con el golpe.