El Gobierno de Turquía ha decretado este miércoles el estado de emergencia durante tres meses para hacer frente a las corrientes golpistas en el país y combatir “la amenaza a la democracia”.
La decisión fue anunciada por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien afirmó que esta medida busca proteger los valores democráticos.
Turquía vivió el pasado viernes un golpe de Estado militar. En Estambul o Ankara, las principales ciudades del país, se produjeron movimientos militares “no autorizados”, como confirmó poco antes de las diez de la noche su Primer Ministro, Binali Yildrim.
El servicio de inteligencia turco daba por fracasado el golpe poco antes de las dos de la madrugada. Desde entonces Erdogan ha suspendido a funcionarios públicos de Justicia, Interior y Educación acusados de ser simpatizantes de los golpistas.