Ucrania ha confirmado que sus fuerzas se han retirado de la disputada localidad de Soledar, en la región oriental de Donetsk. Soledar es una pequeña ciudad minera de sal de apenas 10.000 habitantes antes de la guerra donde se ha librado una intensa batalla y cuya captura fue anunciada por Rusia hace casi dos semanas en lo que se considera una victoria modesta, más simbólica que estratégica, de Moscú.
Serhiy Cherevatyi, portavoz del Grupo de Fuerzas del Este de las Fuerzas Armadas de Ucrania, ha explicado que la decisión se ha tomado para preservar la vida de los soldados tras meses de fuertes combates, aunque no ha precisado cuándo ha ocurrido la retirada.
“Para salvar la vida del personal, las fuerzas de defensa retrocedieron de Soledar y se afianzaron dentro de las fronteras de defensa previamente preparadas. Los defensores de Soledar hicieron una verdadera proeza”, ha dicho, según informa la agencia ucraniana Ukrinform. “A pesar de que la ventaja del enemigo era de tres a cinco veces, mantenían firmemente sus posiciones. Infligieron enormes pérdidas de personal al enemigo, que pueden compararse con las pérdidas del agresor en las dos guerras chechenas”.
Tras meses de reveses militares, el Ministerio de Defensa de Rusia dijo el pasado 13 de enero que sus tropas habían tomado el control de Soledar. Sin embargo, Ucrania reiteró que la batalla continuaba. En su declaración, Moscú habló de paso “importante” en su ofensiva, pero los analistas occidentales han cuestionado la relevancia de Soledar y han asegurado que su captura es una victoria táctica “pírrica” de gran desgaste a la que Rusia ha dedicado importantes recursos.
Las fuerzas rusas y del grupo de mercenarios Wagner lograron avanzar sobre esta localidad cercana a Bakhmut, de mayor tamaño y foco de una encarnizada y costosa batalla durante meses que ha devastado esta ciudad. Las tropas de Moscú siguen actualmente intentando avanzar sobre Bakhmut. Se desconoce la fuerza de las nuevas posiciones defensivas de Ucrania.
Además de la participación del grupo de mercenarios Wagner, una característica de los combates en esta zona es que parte de ellos tuvieron lugar alrededor de las entradas a túneles de las minas de sal en desuso que se extienden unos 200 kilómetros por debajo del área.
Valor estratégico cuestionado
Moscú ha asegurado que la captura de Soledar es “de gran importancia” para “continuar con éxito las operaciones ofensivas en dirección a Donetsk” y “permite bloquear las rutas de suministro de las fuerzas ucranianas” en Bakhmut, situada al suroeste, “así como bloquear y embolsar a las unidades de las fuerzas armadas ucranianas que aún permanecen allí”.
Sin embargo, los analistas del think tank con sede en Washington Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, en inglés) creen que la toma de Soledar no es “significativa desde el punto de vista operativo” y es poco probable que presagiara un cerco ruso inminente de Bakhmut, situada a unos 10 kilómetros.
“Las operaciones de información rusas han exagerado la importancia de Soledar, que en el mejor de los casos es una victoria táctica pírrica rusa”, dijo hace unos días el ISW, que cree que la toma de Soledar no permitirá a las fuerzas rusas ejercer control sobre las líneas de comunicación terrestres ucranianas críticas hacia Bakhmut ni posicionar mejor a las fuerzas rusas para cercar la ciudad a corto plazo. “Las fuerzas rusas pueden decidir mantener un ritmo elevado y constante de asaltos en la zona de Bakhmut, pero el poder de combate degradado de las fuerzas rusas y el agotamiento acumulado impedirán que estos asaltos produzcan resultados significativos desde el punto de vista operativo”.
Estados Unidos ha defendido que incluso si tanto Bakhmut como Soledar caen en manos de los rusos, “no va a tener un impacto estratégico en la guerra en sí”, y “no va a detener a los ucranianos o ralentizarlos”.
La lucha en torno a Bakhmut se ha prolongado durante meses y un alto cargo de Defensa estadounidense la describió como “salvaje”, con combates de ida y vuelta y líneas de trincheras.
Hay quienes han discutido el valor estratégico de Bakhmut, aunque sí tiene una importancia simbólica para ambos lados. Moscú podría reivindicar su captura como una victoria después de meses de reveses en el campo de batalla con retiradas cerca de Járkov, en el noreste, y Jersón, en el sur.
Según informó este martes la CNN, EEUU y Occidente “están instando” a Ucrania a cambiar su foco en Bakhmut y dar prioridad en su lugar a una posible ofensiva en el sur, “utilizando un estilo diferente de lucha que aproveche los miles de millones de dólares en nuevos equipos militares recientemente comprometidos por los aliados occidentales”. Fuentes estadounidenses y occidentales dijeron a la cadena que existe “una oportunidad táctica” con vistas a la primavera.
En una reunión con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, el asesor adjunto de Seguridad Nacional, Jon Finer, la vicesecretaria de Estado, Wendy Sherman, y el subsecretario de Defensa para Política, Colin Kahl, dijeron, según han contado fuentes conocedoras de la conversación a la CNN, que EEUU quiere ayudar a Ucrania a alejarse del tipo de “batalla campal de desgaste que se libra en Bakhmut y centrarse en cambio en un estilo de guerra de maniobras mecanizadas que utiliza movimientos rápidos e imprevistos contra Rusia”, publica la cadena.
Durante su invasión, las tropas de Vladímir Putin han intentado apoderarse de la totalidad de las regiones Lugansk y Donetsk, el territorio que reclaman los separatistas prorrusos y componen el Donbás, al este del país y cuya anexión fue anunciada por Rusia en un movimiento condenado internacionalmente.
La ofensiva oriental de Rusia capturó casi todo Lugansk durante el verano, pero Donetsk escapó al mismo destino, y el Ejército ruso ha volcado recursos alrededor de Bakhmut, cuya toma podría abrir una ruta para que las fuerzas rusas avancen hacia Kramatorsk y Sloviansk, bastiones clave ucranianos en Donetsk.