La UE se abre a financiar muros y vallas contra migrantes en la frontera entre Polonia y Bielorrusia

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —
10 de noviembre de 2021 14:19 h

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La Unión Europea entra de lleno en el debate de la financiación de muros fronterizos contra migrantes y refugiados. Si bien el asunto estuvo sobre la mesa en la última cumbre de líderes en Bruselas, hace tres semanas, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, expresó una oposición frontal a dedicar dinero comunitario para construir vallas y verjas, algo que algunos jefes de Estado y de Gobierno sí pidieron en el Consejo Europeo. Igual que lo ha pedido el partido mayoritario en la Eurocámara, el Partido Popular Europeo.

Por su parte, Austria, Bulgaria, Chipre, República Checa, Dinamarca, Estonia, Grecia, Hungría, Lituania, Letonia, Polonia y Eslovaquia han firmado una carta en la que piden: “La barrera física es una medida de protección fronteriza eficaz que sirve a los intereses de toda la UE. Esta medida legítima debería ser financiada con cargo al presupuesto de la UE como una cuestión prioritaria”.

Y ahora quien está defendiendo de manera vehemente la financiación de los muros fronterizos con dinero europeo es el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Ya lo hizo el martes en Berlín por la noche, en su discurso por el aniversario de la caída de otro muro, el de Berlín. Y este miércoles, en Varsovia, junto con el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, lo ha argumentado aún más durante una rueda de prensa en la que no ha mencionado asuntos que, hasta hace poco, parecían acuciantes en la UE, como la deriva autoritaria y homófoba del Gobierno ultraconservador polaco, incluido su asalto al poder judicial, condenado muy recienemente por el TJUE y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Michel tampoco ha hablado de los problemas que está teniendo la prensa para acceder al lado polaco de la frontera a causa de las restricciones decretadas por Varsovia, asunto por el que han preguntado los medios.

“Nos enfrentamos a un brutal ataque híbrido en las fronteras de la UE”, dijo Michel en Berlín antes de viajar a Polonia: “Bielorrusia está usando la angustia de los migrantes de una manera cínica y sorprendente. En nuestro último Consejo Europeo lo condenamos y decidimos responder a estos ataques y pedimos a la Comisión Europea que proponga todas las medidas necesarias en consonancia con la legislación de la UE, las obligaciones internacionales y los derechos fundamentales. Hemos abierto el debate sobre la financiación por parte de la UE de infraestructuras física de las fronteras. Esto debe resolverse rápidamente. Las fronteras polacas y bálticas son fronteras de la UE. Uno para todos y todos para uno”.

Michel, además, ha afirmado este miércoles que la idea cuenta con el “visto bueno de los servicios jurídicos del Consejo”, si bien las reticencias de la Comisión Europea tienen más que ver con el asunto político que jurídico de construir muros contra migrantes. Un portavoz del Ejecutivo comunitario explicaba este miércoles: “Nuestra posición al respecto es algo acordado con el Parlamento Europeo. Pero es importante tener en cuenta que entre 2014 y 2020 con el marco financiero plurianual anterior, hay una asignación de más de 1.600 millones de euros específicamente para fronteras. De esta cantidad, cerca de 400 millones han ido destinados al desarrollo de sistemas de tecnología de la información; más de 330 millones, a los equipos a disposición de Frontex; y la cantidad restante ha sido utilizada por los Estados miembros para una gran variedad de acciones, que involucran a financiación de infraestructuras y acciones de gestión de fronteras. Por tanto, esto puede incluir la ampliación y el mantenimiento de los equipos de modernización de los sistemas de control fronterizo y de los puestos de control fronterizo”.

Así, la Comisión Europea afirma: “Los fondos europeos financian proyectos con un claro valor añadido europeo, financiamos proyectos que contribuyen a este concepto de gestión integrada de fronteras con tecnologías e infraestructura de vanguardia que luego se vinculan a procedimientos que también se definen a nivel europeo”.

El primer ministro polaco, por su parte, ha defendido “sanciones adicionales, por ejemplo, en relación con las aerolíneas, también con las bielorrusas”. Y ha pedido una reunión por videoconferencia de los jefes de Gobierno de la UE para abordar la crisis: “Es un problema muy serio. La presión sobre el régimen de Lukashenko tiene que aumentar. Sin sanciones específicas no podremos lograr los resultados deseados”.

Según Michel, “es importante explicar a las aerolíneas cuáles son los efectos de sus decisiones en el lanzamiento de un ataque híbrido contra la UE. Y si no logramos convencer con argumentos, debemos estar preparados para decidir sanciones concretas y operativas, porque debemos ser firmes. Lo que está sucediendo es grave y debemos reaccionar con firmeza. Necesitamos estar unidos”.

Además, el presidente del Consejo Europeo ha desarrollado su petición de que la UE financie los muros contra migrantes: “La financiación europea de infraestructuras físicas para proteger las fronteras está respaldada por el servicio legal del Consejo, es legalmente posible según el marco legal actual”. Michel, no obstante, ha reconocido: “Esta es una decisión que debe tomar la Comisión Europea, pero en cualquier caso, la opinión jurídica del Consejo es muy clara y veremos cuál será el resultado del debate”.

“Quiero ser transparente”, ha dicho Michel: “En la última reunión del Consejo Europeo tuvimos un debate en profundidad sobre este tema. Tenemos que aclarar lo que es posible y lo que no es posible. En Lituania, por ejemplo, hay 600 o 700 kilómetros de frontera con Bielorrusia, y nos enfrentamos a una situación nueva en comparación con el pasado. ¿Es posible que la UE muestre solidaridad ayudando a proteger las fronteras nacionales, que también son fronteras europeas? Espero que sea posible aclarar y tomar la decisión lo antes posible sobre este importante tema”.

Según fuentes diplomáticas, la petición de reunión extraordinaria formulada por el Gobierno polaco ha de pasar primero por la reunión de los embajadores de los 27 ante la UE. Eso sí, “parece muy probable que, a nivel ministerial, la cuestión de las fronteras y las sanciones se discutan en breve”, en tanto que hay un Consejo de Exteriores y de Defensa lunes y martes de la semana próxima. La videoconferencia de los líderes “podría producirse después”, a finales de noviembre.

Lo que pide el PP europeo

Vallas en las fronteras contra los migrantes con dinero europeo es lo que está pidiendo el presidente del PP europeo en la Eurocámara, Manfred Weber, quien aspira a presidir también la familia política, el Partido Popular Europeo. “Para los populares europeos es muy difícil entender por qué la UE no puede financiar una valla física a lo largo de la frontera con Bielorrusia”, ha afirmado Weber en Politico: “Se está librando una guerra híbrida, no debemos ser ingenuos. Es una cuestión de defendernos y asegurarnos de que decidimos a quién se le permite entrar en Europa nosotros, no al dictador Lukashenko”.

Weber ha insistido en su argumento en una entrevista con un medio lituano, LRT: “El Partido Popular Europeo, que es el más grande del Parlamento Europeo, no entiende por qué Europa no puede financiar la construcción de una barrera física en la frontera con Bielorrusia. Conocemos las amenazas: es una guerra híbrida. El régimen bielorruso, Alexander Lukashenko, está librando una verdadera guerra híbrida no solo contra Lituania sino contra toda la Comunidad, y debemos defendernos. Creemos firmemente que se deben utilizar recursos financieros para la construcción de la frontera”.

Tanto Letonia como Lituania han decidido instalar al menos barreras fronterizas temporales, principalmente alambradas con concertinas, mientras que Letonia proyecta levantar una permanente a partir del próximo año. Ambos países han prohibido que la prensa acceda a las zonas fronterizas con Bielorrusia, vetando así una cobertura informativa independiente de lo que suceda en la zona, informa Efe.

El Gobierno polaco ya anunció en agosto que levantará un muro de 2,5 metros de alto a lo largo de su frontera con Bielorrusia para frenar lo que califica de “guerra migratoria” impulsada por Lukashenko.