La Unión Europea advierte de que el “secuestro” de un avión europeo en Bielorrusia “tendrá consecuencias”, y este lunes por la noche será abordado por los jefes de Estado y de Gobierno en Bruselas. “El comportamiento escandaloso e ilegal del régimen de Bielorrusia tendrá consecuencias”, ha afirmado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen: “Los responsables del secuestro del vuelo de Ryanair deben ser sancionados. El periodista Roman Protasevich debe ser puesto en libertad de inmediato. El Consejo Europeo discutirá las acciones a tomar”. El avión viajaba a Vilna, la capital de Lituania.
Según fuentes del Consejo Europeo, “se discutirán las consecuencias y posibles sanciones”.
Von der Leyen subió el tono expresado por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, horas antes. Michel dijo: “Estoy muy preocupado por las noticias de un aterrizaje forzoso del vuelo de Ryanair en Minsk. Pedimos a las autoridades de Bielorrusia que liberen de inmediato el vuelo y todos sus pasajeros. Es fundamental una investigación de la Organización de Aviación Civil Internacional”.
Eso sí, las discusiones se realizan sin teléfonos móviles en la sala para garantizar la seguridad de la conversación.
Fuentes diplomáticas francesas han explicado que están “trabajando con los demás Estados miembros en un paquete de medidas, más allá de simples sanciones individuales: la Organización de Aviación Civil Internacional ha recibido una solicitud de investigación, suspensión de sobrevuelos del territorio bielorruso por parte de las aerolíneas, prohibición de aterrizaje de Belavia (la compañía bielorrusa) en Europa en los aeropuertos, la suspensión de tránsitos (incluidos los terrestres) desde Bielorrusa hacia la UE. Por lo tanto, en el lado francés estamos en la fase de evaluación y no descartamos ninguna pista”.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, también afirmó que el incidente era “totalmente inadmisible”, al tiempo que responsabilizaba a “al Gobierno de Bielorrusia de la seguridad de todos los pasajeros y del avión”, y exigía que “todos” los pasajeros continuaran su viaje “de inmediato”.
Este lunes, Borrell ha difundido un comunicado en el que afirma que “las autoridades bielorrusas, en una medida inadmisible, obligaron a un avión civil a realizar un aterrizaje de emergencia en Minsk. El avión, propiedad de una empresa de la UE, que volaba entre dos capitales de la UE y transportaba a más de 100 pasajeros, fue obligado a aterrizar por un avión militar bielorruso”.
“Uno de los pasajeros del vuelo, el señor. Raman Pratasevich, periodista independiente de Bielorrusia”, prosigue el comunicado en nombre de los 27, “fue retenido por las autoridades bielorrusas y se le impidió abordar el avión en el aeropuerto de Minsk hacia su destino original. Este es otro intento flagrante de las autoridades bielorrusas de silenciar todas las voces de la oposición. Pedimos la liberación inmediata del señor Pratasevich”.
Borrell concluye: “Al llevar a cabo este acto coercitivo, las autoridades bielorrusas han puesto en peligro la seguridad de los pasajeros y la tripulación. Se debe llevar a cabo una investigación internacional sobre este incidente para determinar cualquier incumplimiento de las normas de aviación internacional. Esta situación se planteará en la próxima reunión del Consejo Europeo. La UE considerará las consecuencias de esta acción, incluida la adopción de medidas contra los responsables”.
Una reacción que choca con la de la comisaria europea de Transportes, la rumana Adina Valean, que se felicitó de la salida del vuelo de Ryanair de Minsk, que se produjo sin el periodista obligado a bajar del avión.
La ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, por su parte, hizo “responsables” a las autoridades bielorrusas.
Air Baltic, la aerolínea letona, ha sido la primera en sortear el espacio aéreo bielorruso tras el incidente del vuelo de Ryanair.