La UE podrá bloquear la exportación de vacunas fabricadas en Europa si recibe menos de las pactadas

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —
28 de enero de 2021 16:15 h

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El miércoles por la noche acabó la última reunión con AstraZeneca con buenas palabras y todos los frentes abiertos. Este viernes se prevé que la Agencia Europea del Medicamento autorice la vacuna en cuestión, que no se sabe cuándo comenzará a llegar ni en qué cantidades, lo cual supone una quiebra de los acuerdos contractuales, según la Comisión Europea. Mientras tanto, el Ejecutivo comunitario da los primeros pasos para crear un certificado de vacunación conjunto para la UE. Y, según informa Reuters, el comité de vacunas de Alemania se anticipa a la EMA y dice que la vacuna de AstraZeneca no aporta datos suficientes para evaluar la eficacia de la vacuna en pacientes de 65 años o más, lo cual puede traer consigo cambios en las estrategias de vacunación nacionales.

En tanto que los planes de vacunación prevén dejar para más adelante las vacunas para las personas menores de 65 años, salvo aquellas que trabajen en la sanidad y los servicios sociales, si este viernes la EMA comparte el criterio alemán, dependiendo del retraso final en las entregas de AstraZeneca, podría darse el caso de que las vacunas comiencen a llegar cuando los planes de vacunación prevean vacunar a menores de 65 años de forma más masiva.

En todo caso, la Comisión Europea sigue adelante con su iniciativa para que las vacunas fabricadas dentro de la UE no puedan exportarse sin control. Un “mecanismo de transparencia” que, insiste, no es una “prohibición de exportación”, si bien requerirá que las empresas revelen si las vacunas fabricadas en la UE se exportan fuera de ella. Un portavoz de la UE dice que en “casos extraordinarios”, la Comisión Europea podría recomendar a un Gobierno que no otorgue la autorización de exportación. En definitiva: no es una prohibición de exportación, es un mecanismo que podrá bloquear exportaciones y que establece la amenaza de una prohibición de exportación por lo que puede disuadir el mal comportamiento a las empresas. Un mal comportamiento que asume Bruselas ha tenido AstraZeneca.

Este mecanismo de control excluye a los envíos humanitarios, y está previsto sea presentado este viernes. Al ser de urgencia, entrará en aplicación tan rápido como sea adoptado el colegio de comisarios, y se prevé que sólo está activo durante el tiempo en que AstraZeneca ha dicho que no puede cumplir: el primer trimestre de este año.

Certificado de vacunación

El certificado que diseña la Comisión Europea no es, de momento, como querrían Grecia, España y los países más dependientes del turismo. Es decir, no es un pasaporte que agilice la movilidad al liberar de cuarentenas y PCR. Es, según Bruselas, un conjunto de datos mínimo y uniforme para cada persona vacunada. “Las directrices apuntan a un esquema que pueda adaptarse tanto a medios impresos como digitales, asegurando flexibilidad y compatibilidad con las soluciones nacionales existentes, y una protección rigurosa de los datos personales”, afirma Bruselas.

Según la comisaria de Salud, Stella Kyriakides, la UE necesita “pautas sobre la prueba de vacunación con fines médicos” y “un enfoque común”. “Espero continuar la cooperación con la Organización Mundial de la Salud para ampliar esta herramienta a nivel mundial”, ha dicho Kyriakides. “Los certificados de vacunación interoperables serán una herramienta importante para los ciudadanos durante la pandemia, pero también después de que la superemos”.

Estas pautas sobre certificados llegan en medio de la guerra de vacunas entre AstraZeneca y la Comisión Europea. “Las compañías farmacéuticas no nos arrastrarán a ningún tipo de subasta para aumentar sus ganancias. Los laboratorios deben cumplir con las condiciones firmadas y pactadas”, ha afirmado la presidenta de los socialistas europeos en la Eurocámara, Iratxe García: “Para reafirmar su credibilidad, la Comisión Europea debe actuar con firmeza y publicar todos los documentos que no requieran confidencialidad”.

La Comisión Europea intenta rebajar el tono con AstraZeneca después de una reunión de casi tres horas con la farmacéutica del miércoles por la noche. “La reunión ha sido constructiva”, dice la comisaria europea de Sanidad. Pero, al tiempo, insiste en la necesidad de cumplir lo firmado: “Deben cumplirse las obligaciones contractuales, las vacunas deben entregarse a los ciudadanos de la UE”. Es decir, la reunión terminó sin respuestas a las preguntas de la Comisión Europea, que pide “claridad” para la entrega rápida de las dosis reservadas para febrero y marzo.

“Lamentamos la continua falta de claridad en el cronograma de entrega y solicitamos un plan claro a AstraZeneca para la entrega rápida de la cantidad de vacunas que reservamos para el primer trimestre”, ha insistido Kyriakides: “Trabajaremos con la empresa para encontrar soluciones y entregar vacunas rápidamente a los ciudadanos de la UE”.