Más sanciones contra el régimen de Alexander Lukashenko y sus colaboradores en “los ataques híbridos” contra las fronteras de la UE –Polonia y Lituania– por medio de la “instrumentalización de seres humanos”. Es decir, la Unión Europea quiere atajar los vuelos de migrantes patrocinados por el régimen bielorruso con el fin de llevar a personas de otros países hasta fronteras comunitarias como medio de presión geopolítica. La lista, que puede incluir aerolíneas, se concretará en los próximos días.
Así, este lunes los ministros de Exteriores de la UE, reunidos en Bruselas, han decidido ampliar el alcance de las sanciones ya existentes a raíz de las elecciones celebradas en el país y no reconocidas y la UE y el posterior secuestro del avión de Ryanair por parte del régimen de Lukashenko.
Los 27 “han modificado su régimen de sanciones teniendo en cuenta la situación en la frontera de la UE con Bielorrusia” afirma el Consejo de la UE, “para poder responder a la instrumentalización de seres humanos llevada a cabo por el régimen de Bielorrusia con fines políticos”.
La modificación acordada supone una ampliación de los criterios, para así poder dirigirse “a las personas y entidades que organizan o contribuyen a actividades del régimen de Lukashenko en el cruce ilegal de las fronteras exteriores de la UE”.
La decisión de este lunes “refleja la determinación de la Unión Europea de hacer frente a la instrumentalización de los migrantes con fines políticos. Estamos rechazando esta práctica inhumana e ilegal. Al mismo tiempo, seguimos subrayando la inaceptable represión en curso por parte del régimen contra su propia población en el país, y responderemos en consecuencia”, ha afirmado Josep Borrell, Alto Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE. Borrell ha afirmado que las rutas aéreas a Minsk están ahora “bajo control” a raíz de los pactos cerrados por la UE con países vecinos, en coordinación con autoridades aéreas y aerolíneas, para limitar los vuelos a Bielorrusia.
Los ministros de Exteriores este lunes han avanzado en las conclusiones del Consejo Europeo de 21 y 22 de octubre de 2021, en el que los líderes de la UE declararon que “no aceptarían ningún intento de terceros países de instrumentalizar a los migrantes con fines políticos, condenaron todos los ataques híbridos en las fronteras de la UE y afirmaron que responderían”.
El 10 de noviembre, el Alto Representante emitió una declaración en nombre de la UE en la que “condenaba enérgicamente al régimen de Lukashenko por poner deliberadamente en peligro la vida y el bienestar de las personas y agitar la crisis en las fronteras exteriores de la UE, en un intento de distraer la atención de la situación en Bielorrusia, donde la represión brutal y las violaciones de los derechos humanos continúan e incluso se agravan”.
Desde octubre de 2020, la UE ha ampliado progresivamente sus medidas restrictivas a la luz de la situación en Bielorrusia. Estas medidas se pusieron en marcha en respuesta a la “naturaleza fraudulenta” de las elecciones presidenciales de agosto de 2020 en Bielorrusia y a la intimidación y represión violenta de manifestantes pacíficos, miembros de la oposición y periodistas. La UE no reconoce los resultados de las elecciones de Bielorrusia y las condena como ni libres ni justas“.
Un total de 166 personas y 15 entidades están ahora designadas bajo el régimen de sanciones Alexandr Lukashenko y su hijo y asesor de seguridad nacional, Viktor Lukashenko, así como otras figuras clave en la cúpula política y el gobierno, miembros de alto nivel del sistema judicial y varios actores económicos prominentes. Las medidas contra las personas incluyen prohibiciones de viaje y congelación de activos“.
Además, la UE decidió en junio ampliar las medidas restrictivas existentes en vista de la situación en Bielorrusia mediante la introducción de una prohibición del sobrevuelo del espacio aéreo de la UE y el acceso a los aeropuertos de la UE por parte de las compañías bielorrusas de todo tipo e imponiendo sanciones económicas específicas.
Moscú, 15 nov (EFE).- El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, aseguró hoy que no quiere “ningún conflicto” fronterizo y señaló que es Polonia la que está interesada en la crisis migratoria en la frontera bielorruso-polaca.
Lukashenko: “No queremos conflictos”
“Es correcta la conclusión que sacan nuestros periodistas y otros informadores de que es Polonia la que necesita este conflicto”, dijo Lukashenko en una reunión con el grupo de trabajo que redacta reformas a la Constitución, según la agencia oficial bielorrusa, BELTA, citada por Efe.
El mandatario indicó que Polonia tiene “problemas internos, problemas más que suficientes con la Unión Europea... y se monta esa multitud, y ya hay disparos en la frontera”.
“Quiero volver a subrayar: nosotros no queremos ningún conflicto en nuestra frontera estatal. Esto para nosotros es completamente perjudicial”, enfatizó. Lukashenko calificó de “absolutas tonterías” las acusaciones de que Bielorrusia favorece la migración ilegal hacia la Unión Europea (UE).
Agregó que en los últimos meses las autoridades bielorrusia impidieron la entrada en el país a miles de migrantes ilegales. “Si los alemanes y los estadounidenses quieren comprobarlo, por favor, en el aeropuerto cada persona esta registrada”, dijo el presidente bielorruso.
Sostuvo que Bielorrusia está lista para devolver a sus países de origen a los migrantes, pero “ninguno quiere regresar”.
Al mismo tiempo, advirtió de que Mink reaccionará con dureza en caso de que la Unión Europea adopte nuevas sanciones contra Bielorrusia.
“Quieren asustarnos con sanciones. Pues, bien, veremos. Ellos creen que vamos a bromear, que diré algo y se acabó. Nada de eso. Vamos a defendernos. No tenemos adónde retroceder”, dijo Lukashenko.