Bruselas, 16 dic (EFE).- Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) abordaron este lunes cómo estar en contacto con las nuevas autoridades de Siria tras la caída del régimen de Bachar al Asad, partiendo de la base de que en el futuro del país no pueden tener cabida ni el extremismo ni los antiguos socios del dictador, Rusia e Irán.
“El extremismo, Rusia e Irán no deberían tener lugar en el futuro de Siria”, declaró la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y de Seguridad, Kaja Kallas, en una rueda de prensa al término de un Consejo de ministros comunitarios de Exteriores, el primero que preside desde que asumió el cargo hace dos semanas.
La situación en Siria tras el colapso del régimen de los Al Asad, que gobernó el país árabe desde 1971, el pasado día 8 a manos de los insurgentes liderados por el islamista Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham o HTS, en árabe) tras apenas 12 días de ofensiva, dominó la agenda de la reunión.
A su llegada a la misma, Kallas anunció que el jefe de la delegación de la UE para Siria, actualmente basado en Beirut, había sido enviado hoy a Damasco para emprender contactos con las nuevas autoridades, algo que no ha impedido que el HTS figure en la lista de la UE de organizaciones terroristas.
“El objetivo es estar en contacto con las nuevas autoridades del país y transmitir los mensajes”, comentó la política estonia, que recordó que hay “principios básicos” en los que tanto la UE como Turquía, Estados Unidos y los países árabes y vecinos de Siria están de acuerdo: integridad territorial, soberanía, inclusividad del gobierno y consideración especial de los derechos de las minorías y las mujeres.
En concreto, Kallas señaló que “muchos ministros” hoy dijeron que los nuevos dirigentes de Siria “deberían tener como condición deshacerse de la influencia rusa” en referencia a la base militar que mantiene Moscú en territorio sirio, desde la que también lleva a cabo sus actividades en África y los vecinos del sur, recordó.
En su opinión, la UE debe “evitar errores” del pasado y “no dejar un vacío”: “Creo que también tenemos que estar presentes allí”, afirmó, para abordar la reconstrucción con los actores regionales.
Aseguró que la UE organizará la que será ya la novena conferencia de Bruselas para recaudar fondos para Siria a fin de “apoyar al pueblo sirio a lo largo de esta transición, como hicimos cuando el régimen de Asad era brutal”, dijo.
También señaló que planteó a los ministros de la UE, “no para que decidan hoy, sino para que empiecen a trabajar en ello”, la posibilidad de adoptar la política de sanciones hacia Siria “cuando veamos pasos positivos, no palabras, sino pasos reales y hechos por parte de los nuevos dirigentes”.
El Consejo abordó asimismo la guerra en Gaza y Kallas dijo que propuso una reunión del consejo de asociación con Israel, que aseguró que “recibió el apoyo de los ministros” y, a continuación, mantener un “primer diálogo de alto nivel con la Autoridad Palestina”.
Ucrania y Georgia
Los ministros de Exteriores también abordaron hoy con su homólogo ucraniano, Andrí Sibiga, la situación en el país invadido por Rusia y el apoyo que le quieren seguir dando.
Dieron su respaldo al decimoquinto paquete de sanciones contra Moscú, que incluye medidas contra la flota que ayuda a Rusia a esquivar sanciones y seguir alimentando su economía de guerra, así como contra empresas chinas que fabrican drones para Moscú o funcionarios de Corea del Norte, como su ministro de Defensa, por haber enviado tropas a combatir contra las fuerzas ucranianas.
Kallas apuntó a que, para finales del invierno, la misión de formación militar de la UE habrá instruido ya a 75.000 soldados ucranianos, pero alertó de que Kiev “necesita más munición, defensas aéreas más fuertes y más apoyo también para su propia industria de defensa”.
“Debemos dar a Ucrania lo que necesita para ganar esta guerra”, apostilló.
Kallas dijo que hoy se trató la suspensión de la liberalización de los visados para quienes tienen pasaportes diplomáticos y de servicio en Georgia.
Fuentes comunitarias indicaron que en la reunión hubo apoyo suficiente de los países para pedir a la Comisión que haga una propuesta al respecto.
La UE también se plantea la posibilidad de aplicar sanciones a los responsables de la represión contra la oposición en Georgia, pero para ello se necesita la unanimidad de los Veintisiete, lo cual aún no se ha conseguido por la oposición de países como Hungría y Eslovaquia.