Bruselas quiere el divorcio cuanto antes pero Londres se resiste
Idos. La Comisión Europea ha pedido a Reino Unido que acelere el proceso de separación de la UE para minimizar el impacto de su marcha. El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, se ha dirigido a los británicos en rueda de prensa con su tono más duro para pedirles que se apresuren en culminar la separación. En opinión del luxemburgués, alargar el proceso de separación no haría más que perjudicar a todas las partes por la incertidumbre acumulada.
La prisa de Bruselas choca con la repentina calma que ha surgido al otro lado del Canal. El propio David Cameron ha retrasado el inicio de las negociaciones para la separación al posponer hasta el otoño su dimisión efectiva. Además, los dos principales rostros del euroescepticismo tory, el exalcalde de Londres Boris Johnson y el ministro de Justicia, Michael Gove, han asegurado que en el corto plazo no cambiará nada y han pedido al Gobierno que se tome su tiempo para iniciar el proceso.
“Al votar la salida de la UE, es vital destacar que no hay ninguna prisa y que, como ha dicho el primer ministro, nada cambiará a corto plazo, excepto en la obligación de aplicar la voluntad popular y de extraer a este país de un sistema supranacional. No hay necesidad de invocar (ahora) el artículo 50”, ha dicho Boris Johnson.
Estos dos ritmos políticos van a crear un maremoto en las ya complicadas relaciones entre la Comisión Europea y el Gobierno de Londres. La UE necesita recomponerse rápidamente y disipar las dudas que genera el Brexit, sobre todo en el plano económico. Pero los británicos tienen también ahora que perfilar su hoja de ruta ante un desafío nacional de complejidad administrativa y económica sin precedentes.
En un comunicado conjunto, los líderes europeos han asegurado que van a “responder unidos” y que la “Union a 27 continuará”. “Esperamos que el Gobierno de Reino Unido haga efectiva esta decisión lo antes posible, cualquiera que sea el dolor que cause este proceso”, pide el comunicado. “Cualquier retraso innecesario prolongará la incertidumbre. Tenemos reglas para lidiar con esto de forma ordenada”, prosigue.
El artículo 50 del Tratado de la Unión Europea es el que sienta el proceso que debe seguir un Estado miembro en caso de que decida dejar la Unión Europea. Sin embargo, es el país que se va el que lo debe invocar, algo que no ha hecho aún Reino Unido. Mientras no se haga efectiva la separación, Reino Unido sigue estando bajo la legislación europea. “Estamos listos para lanzar el proceso”, han insistido.
“Nos mantendremos fuertes en promover los valores de la UE, como la paz y el bienestar de sus pueblos”, reza el comunicado. “Juntos afrontaremos nuestros desafíos comunes para generar crecimiento, incrementar la prosperidad y asegurar un entorno seguro para nuestros ciudadanos”, continúan los representantes europeos intentando tranquilizar a los ciudadanos del resto de la UE. El comunicado ha sido consensuado entre el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, el presidente de turno de la UE, el holandés Mark Rutte, y el propio Juncker.