La UE se resiste a la presión de Zelenski para empezar la negociación de la adhesión de Ucrania este año

Irene Castro

Bruselas —
3 de febrero de 2023 16:39 h

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La UE hace equilibrios ante Ucrania. Por un lado, da por hecho que se incorporará al club, pero por otro pisa el freno respecto a las expectativas de Volodímir Zelenski, que quiere que la entrada sea “cuanto antes” frente a la falta de concreción por parte de las instituciones europeas, que se resisten a poner un calendario. “La UE y Ucrania somos familia. El futuro de Ucrania es dentro de la UE”, ha dicho el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en una rueda de prensa junto al presidente ucraniano y la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, que se ha declarado “impresionada” por los avances que está haciendo el país para sumarse a los 27, a pesar de estar en guerra.

“El objetivo es comenzar las negociaciones este año”, ha dicho Zelenski ante Michel y Von der Leyen. Sin embargo, esa decisión corresponde a los 27 y es un proceso arduo. En otoño, la Comisión Europea evaluará la situación de los ocho estados que tienen ya el estatus de candidato. En función de las conclusiones, se dará o no, el siguiente paso, que es abrir formalmente el proceso de negociación. La decisión corresponde al Consejo Europeo y, como ha recordado su presidente, debe gozar de “unanimidad”.

Zelenski ha puesto en valor que “por primera vez” las conclusiones de un documento sellado por la UE y Ucrania hace mención a la intención de que las negociaciones comiencen “lo antes posible”. Sin embargo, la literalidad de la declaración conjunta deja esa mención solo en su parte: “Ucrania subraya su determinación de cumplir los requisitos necesarios para comenzar la negociaciones de adhesión lo antes posible”. Mientras, Bruselas busca la fórmula de no mojarse ante el ingente trabajo que hay por delante al tiempo que intenta no desanimar al gobierno ucraniano.  “La UE reitera su compromiso de apoyar una mayor integración europea de Ucrania. La UE decidirá los futuros pasos una vez que las condiciones especificadas por la Comisión estén completamente cumplidas”, expresa el texto.

“El de adhesión es un proceso basado en el mérito. No hay que alcanzar plazos, sino objetivos”, ha contestado Von der Leyen, que ha explicado que a UE empezó con seis miembros y ahora son 27: “Hay 21 historias diferentes historias de adhesión, depende mucho del país, de cómo avanza”. Macedonia del Norte, por ejemplo, pidió entrar en la UE en 2004 y un año después consiguió el estatus de candidata, pero hasta 2020 no logró que el Consejo diera el mandato para comenzar las negociaciones. En el caso de Albania, el pazo fue de seis años; en el de Serbia, de cinco; y, en el de Montenegro, de cuatro.

Por ahora Ucrania ha conseguido el primer paso -ser nominada candidata- en tiempo récord y ha comenzado el trabajo en los siete capítulos que le ha requerido la Comisión Europea para avanzar hacia la apertura formal de las negociaciones. Y es que el proceso de adhesión va vinculado a reformas de calado institucionales, judiciales, de separación de poderes, de unidad de mercado, de reforzamiento del Estado de Derecho, de fiscalidad... En el caso de Ucrania, además, el combate contra la corrupción es un requisito indispensable para la UE. En todo caso, las negociaciones posteriores también son largas dado hay un volumen ingente de normas y reglamentos comunitarios que el aspirante debe incorporar a su ordenamiento jurídico.

Zelenski quiere sanciones al sector nuclear que Hungría veta

Pero la UE tiene claro que quiere incorporar a Ucrania y por eso ha avanzado hacia su integración energética y comercial dando pasos hacia la entrada en el mercado único. El salto lo ha protagonizado en las últimas 48 horas en las que se ha celebrado una cumbre y una reunión inéditas con el desembarco de la presidenta de la Comisión Europea y otros 14 comisarios en Kiev, la capital de un país que enfrenta una guerra que no se ha detenido con bombardeos en Járkov en las últimas horas.

La cita ha servido como señal inequívoca de apoyo a Ucrania. Además de los acuerdos en materia comercial o energética, la UE ha reforzado la ayuda militar al duplicar la misión de entrenamiento o impulsar una operación de desminado en los territorios que fueron ocupados. Sin embargo, Zelenski sigue reclamando más ayuda. Por un lado, ha pedido premura en el envío de armas de largo alcance. Con ellas, ha expresado, Ucrania “no solo conservará Bajmut [una ciudad de la provincia de Donetsk controlada por Ucrania y asediada por las tropas rusas] sino que, liberará el Donbás, que está ocupado desde 2014”. Mientras Zelenski reclama aviones de combate que los aliados se resisten a entregarle, el ejército ucraniano está a la espera de la llegada de los tanques comprometidos, pero que aún tardarán porque requieren reparación y puesta a punto, además de entrenamiento de las tropas para su utilización. El temor es que, entre tanto, Putin lance una ofensiva para la que Ucrania se está preparando.

Zelenski también ha pedido a los aliados nuevas sanciones a Rusia y “más duras” dado que ha asegurado que el impacto de las que están en vigor se está mermando porque ese país ha conseguido adaptarse a la situación. En concreto, ha apuntado al sector nuclear ruso y a la empresa estatal Rosatom. Sin embargo, Hungría veta esa posibilidad. “Necesitamos el apoyo de todos los líderes de la UE”, ha señalado Zelenski, que no ha mencionado expresamente a Viktor Orbán.

Por el momento, la presidenta de la Comisión aseguró que la intención de los 27 es tener listo el décimo paquete de sanciones coincidiendo con el aniversario de la invasión el 24 de febrero. Según el alto representante, Josep Borrell, explicó que el objetivo prioritario serán los componentes tecnológicos para dificultar la producción industrial, especialmente la armamentística.

Los 27 acuerdan un tope al precio de los derivados del petróleo ruso

En Bruselas están convencidos de que las sanciones a Rusia están teniendo efecto a la hora de mermar la economía de ese país y, por tanto, su capacidad ofensiva sobre Ucrania. Y por eso tienen la determinación de ir dando más pasos para cercar al máximo a Vladímir Putin. Tras unas intensas negociaciones en los últimos días, los embajadores de la UE han alcanzado un acuerdo para poner un precio máximo a los productos derivados del petróleo ruso en base a la propuesta que hizo la Comisión Europea y que será compartida con los miembros del G7: 100 dólares en el caso del diésel, 60 en el del crudo y 45 en el del resto de derivados. Fuentes diplomáticas apuntan a que se revisará la decisión en marzo para analizar el impacto en Rusia y en los estados miembros.

Este domingo 5 de febrero entra en vigor la prohibición en el seno de la UE de comprar productos petrolíferos a Rusia, por lo que la nueva medida afectará fundamentalmente al transporte por parte de empresas europeas a terceros países cuando el precio supere el establecido en el tope en un momento en el que se espera que se incremente.

El acuerdo lo ha anunciado la presidencia sueca este viernes tras la reunión de los embajadores. Ahora los líderes de la UE tendrán que ratificar esa decisión en la cumbre que celebrarán en Bruselas la próxima semana y en la que está previsto que aborden el Plan Industrial que ha propuesto la Comisión Europea para responder a la ley de reducción de la inflación (IRA) de Joe Biden y también asuntos migratorios, en concreto el retorno de personas en situación irregular a los que se les ha denegado el derecho de asilo.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dio por hecho que la UE impondría ese nuevo tope al precio del petróleo tras haber sorteado en diciembre el veto de Polonia para dejar en 60 dólares por barril el que se transporta por mar y es vendido a terceros países. “El tope al precio del crudo cuesta a Rusia en torno a 160 millones de euros al día. Mantendremos la presión. Introduciremos, con nuestros socios del G7, un tope adicional a los productos petrolíferos rusos”, afirmó Von der Leyen en una rueda de prensa el jueves junto al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en Kiev. La jefa del ejecutivo comunitario afirmó, además, que la UE tendrá listo un nuevo paquete de sanciones el 24 de febrero, cuando se cumple el primer aniversario de la invasión.