La inteligencia británica cree que la retirada rusa de Limán ha levantado una ola de críticas entre los mandos militares

La retirada rusa de la estratégica ciudad de Limán, en la provincia ucraniana de Donetsk, ha levantado una nueva ola de críticas entre los mandos militares y los soldados más experimentados, según el último parte de la inteligencia británica que difunde a diario el Ministerio de Defensa británico.
De acuerdo con la información británica, nuevas derrotas en el campo de batalla similares a esta provocarán un crecimiento de las críticas entre la opinión pública y más presión hacia los mandos militares.
Este sábado, las tropas ucranianas entraron en la ciudad de Limán, bajo control ruso desde el pasado mayo, y provocaron la retirada de las tropas leales al Kremlin, la segunda derrota de importancia en menos de un mes, tras la retirada de la ciudad de Izium, en la provincia de Járkov.
De acuerdo con el Reino Unido, en Limán las tropas rusas estaban mermadas, con contingentes repletos de reservistas movilizados, lo que seguramente ha supuesto que el número de víctimas durante la retirada haya sido elevado. Las tropas del Kremin pudieron salir por la única carretera que estaba en manos rusas.
Limán tiene una especial relevancia en términos operativos, según la inteligencia, porque permite controlar el cruce sobre el río Siversky, donde Rusia trataba de agrupar sus defensas para su ofensiva en ese territorio cercano a la frontera entre Donetsk y Luganks, las dos provincias que conforman el Donbás.