Un asesor de Zelenski, Oleksiy Arestovych, ha reconocido que Lisichansk —el último bastión de Ucrania en la región oriental de Lugansk— podría caer en manos de Rusia. La lucha se ha intensificado en los últimos días.
“No descarto ningún resultado. Las cosas se aclararán en un día o dos”, ha dicho, según recoge theGuardian. También ha informado de que las fuerzas de Rusia se acercan a la ciudad por el norte, según Reuters.
El Ejército de Ucrania ha anunciado que se retira de Lisichansk, su último bastión en la región de Lugansk, después de que este domingo por la mañana el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, afirmase que habían conseguido tomar toda la zona, que se encuentra en el Donbás ucraniano.
El mando militar de Ucrania ha explicado que la decisión se ha tomado para “preservar la vida de los defensores ucranianos”. “En unas condiciones de superioridad notable de las fuerzas de ocupación rusas en artillería, aviación, sistemas de lanzacohetes múltiples, municiones y personal, la continuación de la defensa de la ciudad tendría consecuencias fatales”, han manifestado a través de las redes sociales.
El comunicado del Estado Mayor General insiste en que, en todo caso, “la lucha continúa”. “Desafortunadamente, la voluntad de acero y el patriotismo no son suficientes para el éxito: se necesitan recursos materiales y técnicos”.
Ucrania negó en un primer momento que Moscú hubiese conseguido el “control total” de la localidad, pero finalmente han confirmado que deben retirarse de la región. En una entrevista en la BBC por la mañana, un portavoz del Ministerio de Defensa ucraniano, Yuriy Sak, reconoció que la situación era “muy intensa” con las tropas “atacando sin parar” y la “prioridad” para el país eran las “vidas humanas”.
Más detalles del encuentro entre el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, con el líder de Ucrania, Volodímir Zelenski. Albanese se ha comprometido a entregar a Kiev 34 vehículos blindados más y a prohibir las importaciones de oro ruso.
Australia también impondrá sanciones a 16 ministros y oligarcas rusos, elevando la cifra total de ciudadanos de este país sancionados por Australia a 843, según recoge Reuters.
“Es un honor ser el primer ministro de Australia en visitar Ucrania”, ha dicho en rueda de prensa desde Kiev Albanese. Para el mandatario, el viaje sirve para mostrar al mundo la “solidaridad” entre Australia y los ciudadanos de Ucrania.
Los 70 diplomáticos y empleados de la embajada rusa en Sofía declarados “persona non grata” por el país anfitrión el pasado 28 de junio han abandonado este domingo el territorio búlgaro en dos aviones fletados por Moscú, tras amenazar el Kremlin con romper relaciones si no se revocaban estas expulsiones.
Los vuelos de repatriación han obtenido un permiso especial de la Administración de la Aviación Civil de Bulgaria, ya que el espacio aéreo del país balcánico, al igual que el del resto de la Unión Europea (UE), está cerrado para los aviones rusos en virtud de las sanciones impuestas a Moscú por su invasión de Ucrania.
El ministerio de Exteriores búlgaro anunció el 28 de junio la expulsión de los diplomáticos rusos por “espionaje”. “Tienen vínculos con los servicios de inteligencia rusos y han trabajado contra los intereses búlgaros”, explicó entonces el primer ministro saliente búlgaro, el europeísta Kiril Petkov.
Información de EFE
El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, ha visitado este domingo la capital de Ucrania, Kiev, y se ha reunido con el líder del país, Volodímir Zelenski. Es la primera visita de un primer ministro australiano a Kiev en la historia diplomática de ambos países.
Según ha informado Ucrania, durante el encuentro se ha hablado de avanzar en la “cooperación en materia de seguridad”, además de tratar la crisis alimentaria provocada por Rusia, “los desafíos económicos y la necesidad de mejorar el apoyo macrofinanciero para Ucrania”. “Apreciamos la voluntad de Australia de unirse a la reconstrucción de Ucrania después de la guerra”, ha expresado el líder ucraniano, Volodímir Zelenski.
El embajador de Ucrania en Turquía, Vasil Bodnar, ha informado este domingo de que responsables de aduanas turcos han detenido un carguero ruso que transportaba grano supuestamente robado, según recoge theGuardian.
Este lunes se decidirá qué ocurre con la embarcación. Ucrania instó a Turquía este fin de semana a detener el carguero, fotografiado en el puerto de Karasu, en el Mar Negro, ya que supuestamente contiene un cargamento de grano obtenido del puerto de Berdiansk, ocupado por Rusia. Moscú niega la acusación de haber robado grano de esa zona.
“Tenemos una cooperación total. El barco se encuentra actualmente en la entrada del puerto, ha sido detenido por las autoridades aduaneras de Turquía”, ha expresado el embajador turco.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha acusado a Occidente de “apostar” por la prolongación de la guerra en Ucrania y ha avisado que “tarde o temprano” llegará la hora de retomar las negociaciones sobre las condiciones de Rusia. Ahora mismo el diálogo está paralizado.
“No permiten a los ucranianos hablar de la paz, negociarla, ni siquiera pensar en ella”, ha declarado Peskov antes de acusar a los líderes europeos de “carecer de fuerza” y “dejarse arrastrar por la corriente del colectivo en detrimento propio”, según recoge Europa Press.
El canciller alemán, Olaf Scholz, ha recordado este domingo que las sanciones impuestas a Rusia por la anexión de la península ucraniana de Crimea y el apoyo a la insurrección de los separatistas en el Donbás todavía están en vigor y se mostró abierto a aplicar este tipo de medidas en el futuro para garantizar la seguridad en Ucrania y en Europa.
En la tradicional entrevista de verano de la cadena pública ARD, Scholz ha señalado que hay garantías de seguridad que se están discutiendo “muy intensamente” también con Ucrania, “porque esa es la cuestión central para el orden de paz después de la guerra”. “Lo que podemos, ya lo hemos demostrado. La disposición en todo momento de volver a activar sanciones, por ejemplo, obviamente desempeña un papel”, ha afirmado el canciller, quien ha añadido que la discusión sobre las garantías de seguridad que se le pueden ofrecer a Ucrania “es un proceso inacabado”.
Información de EFE.
El alcalde de Sloviansk, en el este de Ucrania, ha afirmado que la ciudad ha sido alcanzada por bombardeos rusos. Vadim Lyakh ha informado de que hay 15 incendios y “muchos muertos y heridos”, en un mensaje en Telegram, informa Reuters. En un balance posterior, ha señalado que hay al menos seis fallecidos —entre ellos, un niño— y quince heridos.
El alcalde ha dicho que se trata de uno de los peores bombardeos rusos sobre la localidad desde que comenzó la invasión del país.
Mientras tanto, también se están produciendo bombardeos en Kramatorsk (también en Donetsk) por segundo día consecutivo, según su alcalde. No ha habido víctimas hasta el momento.
Un portavoz del Ministerio de Defensa ucraniano, Yuriy Sak, ha negado en una entrevista en la BBC que Lisichansk, el último bastión de las fuerzas ucranianas en la región de Lugansk, esté bajo el “control total” de las fuerzas de Moscú. Pero sí ha reconocido que la situación en la localidad lleva un tiempo siendo “muy intensa” con las tropas “atacando sin parar”.
“La prioridad para los ucranianos son las vidas humanas, así que en ocasiones es posible que nos retiremos de ciertas zonas para intentar volver a tomarlas en el futuro”, ha admitido, según recoge la BBC.
El portavoz de Defensa ha defendido que, incluso si Rusia captura todo Lugansk, todavía no habrá acabado la batalla por el Donbás. Yuriy Sak ha afirmado que hay otras ciudades grandes en la zona del Donetsk que todavía controla Ucrania: “Son ciudades que en los últimos días han sido objetivo de ataques con misiles, pero la batalla por el Donbás todavía no ha acabado”.
El ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, ha dicho este domingo al presidente Vladímir Putin que ya se ha producido la “liberación” de la región de Lugansk, según un comunicado de su departamento difundido en Telegram. También asegura que se han hecho con el control de la mencionada Lisichansk, el último bastión de las fuerzas ucranianas en la región y uno de los grandes objetivos de la invasión.
El Papa Francisco ha hecho un llamamiento a los líderes del mundo “para que reaccionen a la tendencia de acentuar la conflictividad y la contraposición” y ha afirmado que el mundo necesita una paz “no basada en el equilibrio de los armamentos y el miedo recíproco” porque “eso es volver a la Historia de hace 70 años”.
Para conseguirlo, son necesarios “estadistas sabios, capaces de construir con el diálogo un mundo mejor para las nuevas generaciones” y “pasar de la estrategia del poder político, económico y militar a un proyecto de paz global”.
Francisco ha concluido su llamamiento en la oración del Ángelus con una proclama tajante: “No a un mundo dividido entre potencias en conflicto. Sí, a un mundo unido entre pueblos y civilizaciones que se respetan”.