El guion se mantuvo en las elecciones europeas en Francia. La ultraderecha ha ganado las elecciones en el país galo con el 31,36% de los votos y 30 escaños. Todos los sondeos previos habían dado resultados similares para el partido ultra Agrupación Nacional, de Marine Le Pen, pero la realidad ha sido más contundente: ningún partido había conseguido una victoria tan abultada como la ultraderecha en unas elecciones europeas. Los franceses eligen a 81 diputados de los 720 representantes de la Cámara europea. La onda expansiva del triunfo ultra fue tan intensa que el presidente de Francia, Emmanuele Macron, se vio obligado a disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones legislativas para el próximo 30 de junio, en primera vuelta, y 7 de julio, en segunda vuelta.
En segundo lugar se ha colocado Renacimiento, el partido de Macron, que ha conseguido aguantar, con el 14,6% de los voto y 13 eurodiputados. Para los liberales se puede considerar un éxito no verse superados por la lista conjunta del Partido socialista y Plaza pública, encabezada por Raphäel Glucksmann, que ha obtenido el 13,8% y 13 escaños. Mientras que la lista de izquierdas Francia Insumisa ha quedado en cuarta posición, con el 9,89% de los votos y 9 escaños.
Los ecologistas, que en las elecciones de 2019 quedaron terceros, se han desplomado hasta la sexta posición (5,5%) y 5 diputados, superados por los republicanos (7,2%) y 6 escaños, el equivalente al PP en Francia. La formación ecologista es otro de los grandes derrotados en estas elecciones, que solo han quedado por delante de la escisión ultra Reconquista (5,3%), que ha obtenido 5 eurodiputados, y el Partido Comunista Francés (2,3%).
“Esta gran victoria de los movimientos patrióticos se inscribe en la dirección de la historia, que asiste al retorno de las naciones en todo el mundo. Cierra este doloroso paréntesis globalista que tantos sufrimientos ha causado a los pueblos del mundo”, declaró Marine Le Pen. La líder de la formación de ultraderecha ya tiene como objetivo las elecciones presidenciales de 2027, aunque una victoria en las legislativas le llevaría a un gobierno de cohabitación con el partido de Macro.
“Estamos dispuestos a ejercer el poder, dispuestos a poner fin a la inmigración masiva, a hacer del poder adquisitivo una prioridad, dispuestos a reactivar Francia”, avisó Le Pen.
Realmente no va es una sorpresa que la ultraderecha francesa gane las elecciones europeas. Ya lo hizo Le Pen en los comicios de 2019 y 2014. La gran diferencia es que esas dos victorias no se tradujeron en un triunfo en las elecciones presidenciales para candidata ultra. Ahora, sin embargo, el triunfo de los nacionalistas es observado con más prudencia por los analistas políticos franceses que admiten que la moderación del discurso y de las posiciones de RN podría facilitar a Le Pen su llegada al Palacio del Elíseo.
El candidato de la ultraderecha, Jordan Bardella, con solo 28 años, ha sabido conectar con la población con un discurso más moderado, rebajando el euroescepticismo, pero tocando temas como el impacto de la inflación sobre los ciudadanos y apelando al voto de castigo contra Macron por su plan de pensiones, además de sobrevolar temas más comunes en el discurso ultra como la inseguridad o la inmigración.
“Al permitir que Agrupación Nacional supere el 30% de los votos, el pueblo francés ha dado su veredicto. Acogemos este resultado con humildad y responsabilidad. Nuestros compatriotas han expresado su deseo de cambio. Este mensaje claro a los dirigentes europeos demuestra que (los franceses) quieren que Europa cambie de rumbo. Se ha levantado un viento de esperanza en Francia y no ha hecho más que empezar”, declaro Jordan Bardella tras conocerse las proyecciones de los resultados. Inmediatamente después le exigía a Macron la convocatoria de elecciones.
“El presidente de la República no puede permanecer sordo. Debe abandonar la agenda que quiere aplicar, como la desindexación de las pensiones. Emmanuel Macron es un presidente debilitado. El presidente de la República debe someterse a las instituciones. Le pedimos que organice nuevas elecciones legislativas”, exigió el joven líder ultra. Macron le hizo caso una hora después.
La victoria del joven ultra también se explica porque enfrente ha tenido a una candidata liberal, Valérie Hayer, totalmente desconocida para los franceses, desvirtuada por el propio partido de Macron que mandó al primer ministro, Gabriel Attal, a debatir con Bardella en televisión en un intento demostrar sus debilidades y lagunas en lo que a gestión pública se refiere.
“Esta noche, ningún político que ame a Francia y ame a Europa puede alegrarse”, declaró Hayer ante el descalabro de su partido, que ha obtenido la mitad de los votos que la ultraderecha. “A pesar de todos nuestros esfuerzos, no hemos podido convencerles de que nos pongan en primer lugar”, lamentó, a la vez que advirtió contra el peligro de “los movimientos populistas que están en alza en toda Europa”.
Para entender la fortaleza del partido de Le Pen solo hay que ver que ha duplicado los votos de la segunda formación, el partido de Macron que ha sufrido el fuerte desgaste de la gestión al frente del Gobierno. Los analistas políticos franceses ya avisaron que si los ultras conseguían llegar al 30% de los votos se podría traducir en un vuelco en las presidenciales francesas de 2027.
Glucksmann ha logrado devolver al juego a los socialistas con un discurso ecologista y potentes mensajes socialdemócratas con el objetivo de robar votos tanto al partido de Macron como a la Francia Insumisa y a los ecologistas.
“Cada segundo será ahora una batalla”, declaró Glucksmann tras conocerse los resultados. “Vamos a demostrar que hay otra manera de bloquear a la extrema derecha. Tenemos que llegar a todos y cada uno de los habitantes del país para lanzar un aluvión. Nuestras democracias son frágiles, y es en momentos como éste cuando despertamos. A partir de ahora, cada segundo será una batalla”, declaró el líder socialdemócrata.
Los ecologistas han sido los grandes derrotados de la jornada electoral en Francia. Marine Tondelier, secretaria general de los ecologistas, se quejó de que “la campaña no se ha centrado mucho en la ecología”. “Los resultados de esta noche me hacen temblar. Le guardo un gran rencor al Gobierno. Con su estrategia de crear un duelo entre ellos y la extrema derecha, le han hecho la competencia”, apuntó la ecologista para justificar los resultados electorales.