Las madres de las víctimas exigen justicia contra el 'monstruo de Ecatepec' por el asesinato de 20 mujeres
El penal de Chiconautla se alza en la punta del cerro, la única construcción terminada en medio de calles sin pavimentar y casas en obras en Ecatepec, Estado de México. Las avenidas Cereso y Camino al Reclusorio contienen basureros al aire libre, a solo un par de kilómetros de una escuela primaria.
En el exterior de la cárcel esperaban medios de comunicación desde las 7 de la mañana. A las 8, llegaron mujeres de la Red de Madres buscando a sus hijas.
Araceli González Pérez entró directamente al penal para asistir a la audiencia en la que Juan Carlos N. y su pareja, Patricia N., han sido procesados por delitos contra el respeto a los muertos y por violaciones a las leyes de inhumación y exhumación.
Se trata de una pareja de presuntos feminicidas, posibles responsable de asesinar a 20 mujeres en la colonia Jardines de Morelos, Ecatepec, uno de los municipios más poblados del país y que se encuentra en la Zona Metropolitana del Valle de México.
Las desapariciones de Arleth Samantha Olguín Hernández, en abril; de Evelyn Rojas Matus, en julio; y de Nancy Nohemy Huitrón Solorio junto a su hija Valentina, en septiembre de este año, ocurrieron en el barrio donde Juan Carlos y Patricia vivían.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México encontró elementos que vinculaban a las mujeres con la pareja y los esperaron en el exterior de su casa durante días, hasta que salieron la semana pasada.
Se acercaron a hablar con ellos y un olor fétido surgió del carrito que paseaban. Al alzar el capazo, hallaron pedazos de carne humana.
“No nos explicábamos cómo la sacó de casa”
Este jueves, al concluir la audiencia, Araceli cerró los ojos pacientemente y respondió a los medios por qué acudió, cansada de contar la historia de la desaparición de su hija Luz del Carmen, de 13 años, ocurrida el 12 de abril de 2012, en su propia casa.
“Hasta hace muy poco tiempo no nos explicábamos cómo la habían sacado de nuestra casa”, dice. En 2017 encontró su cuerpo mutilado en las aguas negras del canal de Chamapa-Lechería, que colinda con la colonia Jardines de Morelos.
Ahora sabe que Juan Carlos N. le ofreció enseñarle bisutería que tenía a la venta y es su presunto asesino. Durante el tiempo que duró la investigación por la desaparición de la niña, Juan Carlos participó incluso como testigo.
Al enterarse de su detención, la semana pasada, la Red de madres solicitó verlo. La reunión se desarrolló cuando el presunto feminicida estaba en el calabazo, cuenta Araceli
Leticia Mora, también integrante de la Red de madres buscando a sus hijas, le mostró al detenido una carpeta con 50 fotografías de mujeres desaparecidas. Entre todas, solo reconoció a la niña Luz del Carmen.
En la carpeta que vio el imputado, había mujeres desaparecidas del Estado de México y de la Ciudad de México.
“Pero si me traes prostitutas, a esas sí te la voy a reconocer”, fue la respuesta del sujeto, relata Leticia Mora.
Lo volvió a ver este jueves en la audiencia de vinculación a proceso en el penal de Ecatepec. “Nos miró a los ojos con cinismo (...) Probablemente disfrute de todos estos medios, porque quiere hacerse famoso”.
“Este tipo no está loco”
Como víctimas, les preocupaba que Juan Carlos N. sea declarado como un enfermo mental para evadir la justicia penal.
“Pero este tipo no está loco. Está muy cuerdo sabe perfectamente lo que hizo, sabe perfectamente que tenía todos sus movimientos calculados, una persona loca no los tendría. Ya lo vimos de frente y vimos que es una persona completamente sana”, dice la señora Mora.
Con ella coincide el juez que lo vinculó a proceso, quien determinó que las pruebas periciales realizadas no dan indicios de que padezca enfermedades mentales.
Las madres tienen esperanza de que no salga libre, aseguran que están todas las pruebas: “Él ya lo dijo todo, todo está, hay todas las pruebas por haber, el defensor ya no tiene nada que argumentar”.
Personal de la Fiscalía del Edomex explicó a mexico.com que una noche antes de la audiencia, se giró una orden de aprehensión en contra de la pareja por feminicidio, paso previo para poder presentarlo en la audiencia que lo puede implicar en el caso este viernes.
