Las tropas israelíes han acabado con la vida de al menos 20 personas y herido a 150, muchos de ellos niños. Un balance demoledor si tenemos en cuenta que la causa es el ataque a una escuela de la UNRWA en Beit Hanoun, al norte de la Franja de Gaza. El proyectil, que produjo el impacto en el mismo centro del patio de la escuela ,sorprendió a centenares de personas que veían un refugio seguro hasta el cese de las hostilidades en las instalaciones de la UNRWA, que en ese momento se encontraban a su máxima capacidad.
El activista en defensa del pueblo palestino, Manu Pineda, se desplazó hasta el lugar del ataque y posteriormente al hospital Kamal Edowan para documentar los daños sufridos entre los habitantes del centro y denunciar la situación en la que se encuentra el pueblo palestino haciendo cómplices de estas muertes a los gobiernos que apoyan a Israel en estas acciones o que mantienen una actitud pasiva ante la situación.
Pineda explicó que el ejercito israelí en ocasiones llama a las familias para que abandonen sus casas, bombardeándolas a continuación. No obstante,según cuenta, no siempre bombardean después de dar ese aviso que obliga a las familias a abandonar las casas con lo puestos, lo que supone un juego psicológico con la población.