“No estamos defendiendo solo a nuestro país de la agresión rusa sino también a los países de la OTAN porque tenemos los mismos valores y luchamos por el mismo objetivo: ser países democráticos europeos modernos”, dice el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, que habla rápido y mira fijo a los ojos. En una entrevista a elDiario.es al margen de la cumbre de la Alianza Atlántica en Madrid, quiere dejar claros algunos mensajes. “Quiero dar las gracias a todos los que están apoyando a Ucrania y pedir que sean proactivos. Si alguien cree que la guerra es lejana y que no le va a afectar, se equivoca. Nuestra prioridad, la de todos los europeos, es parar esta guerra sin sentido. Ucrania es uno de los países más grandes de Europa y la estabilidad en Ucrania traerá la estabilidad en toda la región”, dice minutos antes de dejar el recinto ferial para participar a la cena prevista para las autoridades en el Museo del Prado.
Es la segunda vez que el alcalde sale de Kiev desde que empezó la invasión rusa el 24 de febrero. La primera fue el mes pasado para ir al Foro de Davos. Cuando atraviesa los pasillos del pabellón de Ifema, donde se celebra la cumbre, sus más de dos metros de altura hacen imposible que pase desapercibido. Ha dejado por unos días la vestimenta verde militar y el chaleco antibalas con los que se le ha visto a menudo en estos cuatro meses, visitando la destrucción de las zonas residenciales de la ciudad golpeadas por los bombardeos.
Desde la retirada de las tropas rusas de la región de Kiev, hace casi dos meses, miles de ciudadanos han vuelto a la capital a pesar de que él sigue avisando de que regresar sigue siendo un riesgo. “No podemos impedir que la gente vuelva, pero mi prioridad es informarles. No es seguro. Cualquiera que vuelve está en riesgo, nadie está seguro en nuestro país ahora mismo. Cada segundo, cada minuto un misil ruso puede golpear cualquier edificio. Pasó hace pocos días en Kiev, ha pasado con el centro comercial en Kremenchuk, ha pasado hoy en Mikholaiv con edificios destruidos y civiles muertos. Y por esta razón digo que quien pueda quedarse en un lugar seguro que se quede allí. Si quieren volver, que lo entiendo, asumen un riesgo personal”, repite.
Campeón de boxeo
Le acompaña en su viaje a Madrid su hermano Vladímir, presidente de la Fundación Klitschko, que desde el comienzo de la guerra se ha volcado en la ayuda humanitaria. En sus nuevas facetas parece difícil recordar los tiempos en los que compartían el título de campeón mundial de boxeo de pesos pesados, una carrera que le valió a Klitschko en 2004 el título de Héroe de Ucrania, la mayor condecoración que concede el Gobierno. El excampeón metido en política, que fue uno de los líderes de las protestas del Euromaidán, ha llegado a Madrid para estrechar lazos y este miércoles ha firmado con el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, un acuerdo de hermanamiento de las dos ciudades. “Esta cumbre es muy importante para nuestro país y para nuestra ciudad. Kiev ha sido objetivo y es aún objetivo de la agresión rusa. Defender a nuestro país y nuestra ciudad es nuestra prioridad y por eso es importante recibir el apoyo de los países de la OTAN. En nuestra constitución se dice claramente que nuestra prioridad es ser parte de la Unión Europea y de la OTAN”, dice. Poco antes, en una intervención en el foro organizado por el Real Instituto Elcano había repetido la petición que el presidente ucraniano Volodímir Zelenski ha reiterado en todas las cumbres: “Necesitamos más armas, armas modernas, sistemas antiaéreos”.
Pero Klitschko también alerta sobre los efectos de las otras armas que Rusia está desplegando en la guerra. Varios alcaldes europeos, entre ellos el de Madrid, recibieron en los últimos días una videollamada de alguien que se presentaba como Vitali Klitschko y resultó ser un impostor. “Esta es la guerra híbrida contra Ucrania, y viene de Rusia. Ya se sabe que fue un actor ruso y que no hubiera podido hacerlo sin el permiso del Kremlin. Están tratando de destruir las conexiones, la confianza que hemos construido entre los ayuntamientos. Llamaron a los alcaldes de Madrid, Berlín, Viena, Varsovia, tratando de difundir información equivocada”, lamenta. Dos humoristas rusos han asegurado a la televisión alemana ARD estar detrás del engaño.
El único momento en el que Klitschko no contesta rápido y se para unos segundos es cuando se le pregunta cuál ha sido el momento más duro de estos últimos cuatro meses. La memoria vuelve a los días de la evacuación de civiles desde Bucha e Irpin. “Llegaban a la estación de trenes, miles... En un rincón había unos niños. Vi a uno que estaba llorando y me acerqué. Preguntaba por su madre y su padre. Yo le decía que no llorara, que todo iría bien, que no se preocupara. Una mujer se me acercó y me dijo: el chico no lo sabe, pero su padre y su madre han muerto y él no sabe que se ha quedado solo. Y esto fue difícil de gestionar emocionalmente”.