Nuestras consolas llevan siendo testigos de la lucha encarnizada entre Templarios y Asesinos desde hace ocho años. Parece mentira, pero esa saga que empezó discretamente con un juego algo extraño, en el que encarnábamos a un miembro de una Orden de la época de las Cruzadas, ha crecido hasta convertirse en una de las franquicias estrella de Ubisoft. Y cómo no, las franquicias estrella siempre acaban teniendo bajones.
En el caso de Assassin's Creed, ese bajón llegó el año pasado, con el lanzamiento de dos entregas: por un lado Assassin's Creed Rogue, una última aventura para los jugadores de pasada generación; por otro Assassin's Creed Unity, un salto a la nueva generación de consolas. Y contra todos los pronósticos, fue con este último con el que Ubisoft se ganó el enfado de miles de fans.
Unity no fue un mal juego, pero llegó demasiado pronto y con unos lastres considerables. Pronto porque aún le quedaba mucho por pulir. Los bugs, los glitches y los errores que asolaban el juego afectaron a casi todos los jugadores. Y en cuanto a los lastres, destacaba una jugabilidad que poco innovaba respecto a entregas anteriores.
Ubisoft tomó nota de las quejas de los fans, o al menos eso aseguraron, y prometieron que con Assassin's Creed Syndicate, la entrega de este año exclusiva de consolas de nueva generación y PC, traerían el juego que todos los apasionados de la saga estaban esperando. Ahora ese juego ya está aquí, y sólo nos queda hacernos algunas preguntas. ¿Supera a Unity, o continúa con sus errores? ¿Cumple lo que promete? ¿Nos encontramos ante el declive inevitable de esta saga histórica de aventuras?
Guerra de bandas en un mundo abierto
Guerra de bandas en un mundo abiertoNuevo Assassin's Creed, nueva época. Syndicate nos lleva a la era victoriana, un periodo de la historia británica marcado por tres aspectos: el reinado de la Reina Victoria, la cúspide de la Revolución Industrial y el momento de mayor poder del Imperio británico.
Los Templarios controlan la ciudad de Londres, el asentamiento europeo donde tienen más poder, y a la cabeza está Starrick, el Maestro Templario de Turno. Sus bandas de delincuentes gobiernan los distritos de la ciudad, sus matones esclavizan a niños y oprimen a los comerciantes, y sus cabecillas buscan un valioso tesoro: un nuevo Fruto del Edén, el Sudario que sana a quien toca.
Cómo no, estará en manos de los Asesinos acabar con las actividades de sus enemigos declarados, y más concretamente en las de Evie y Jacob Frye. Mellizos y Asesinos, los dos hermanos se trasladan a Londres para liberar la ciudad de sus enemigos. Sin embargo, cada uno tiene sus preferencias.
Jacob es más directo y menos reflexivo, para él lo importante es el objetivo y no cómo se llega a él. Más irónico, agresivo y visceral, Jacob cree que la mejor opción para enfrentarse a Starrick es apoderarse de las calles de Londres, y eso sólo lo conseguirán creando su propia banda, los Rooks, y expulsando a los matones de los Templarios.
Evie, por el contrario, es más astuta, educada y complaciente, aunque no menos resolutiva. Prefiere idear pausadamente sus planes para evitar que se descontrolen, y es una experta del sigilo. Aunque apoya a su hermano y a los Rooks, ella tiene otras prioridades: cree que la mejor forma de acabar con los Templarios es encontrar el Fruto del Edén antes de que lo haga Starrick, y a eso encaminará sus esfuerzos.
Los mellizos tienen que hacerse con el control de la ciudad gradualmente, de diversas formas. Londres está dividido en varios distritos, cada uno dividido en zonas. Empezamos en Whitechappel, el más humilde de los barrios de la capital británica, donde tendremos que superar distintas misiones de liberación.
¿En qué consisten estas misiones? Por ejemplo, tendremos que asesinar objetivos Templarios que nos señalará uno de nuestros aliados, Henry Green, cabecilla de los Asesinos en Londres. También tendremos conquistar las fortalezas de los Blighters, la banda al servicio de Starrick. Para ello tendremos que asesinar a todos los miembros que haya en el recinto, así como a su jefe. Cada vez que cumplamos alguna de estas misiones se desbloqueará una zona del distrito donde nos encontremos. Cuando todas las zonas estén liberadas, el barrio estará bajo el control de los Asesinos.
Otras misiones de liberación, por ejemplo, nos las encomendará Clara, una avispada niña al frente de los huérfanos de Londres y una de las principales fuentes de información de Jacob e Evie. En este caso, Clara nos pedirá que entremos en las fábricas donde tienen esclavizados a niños, algo común en la época. Tendremos que asesinar al capataz y liberar a todos los pequeños para que el área quede bajo nuestro control.
También tendremos que detener a delincuentes que nos señalará uno de los policías locales. En este caso, tendremos que acercarnos a ellos con sigilo (o al menos siendo anónimos) y secuestrarlos. Estos “secuestros” son una nueva característica, ya que tendremos que avanzar con nuestras víctimas lentamente, evitándoles escapar, e intentando no atraer la atención de los enemigos. Finalizaremos los secuestros cuando llevemos a los delincuentes a un punto de recogida marcado por la policía.
Cada vez que completemos una de las misiones que nos mandan nuestros aliados, ganaremos puntos de aprobación. Cada vez que alcancemos un “nivel” de aprobación, se nos recompensará con nuevas armas, atuendos, accesorios, etc.
Las opciones del mundo abierto no terminan ahí, ya que además de enfrentarse a los Blighters con nuestra banda, también podremos robar sus mercancías, participar en carreras ilegales o luchar en rings improvisados.
Todas estas misiones podremos realizarlas controlando a Jacob o a Evie. Si preferimos ir más directos podemos cambiar a Jacob y liarnos a mamporros con los enemigos. Si una mañana nos levantamos más tranquilos y pacientes, podemos manejar a Evie y aprovechar sus habilidades en sigilo.
No ocurre lo mismo con parte de las misiones principales. Muchas veces nos toparemos con personajes históricos de la talla de Alexander Graham Bell, Charles Dickens, Charles Darwin, Karl Marx, Florence Nightingale o la mismísima Reina Victoria, que nos encomendarán tareas de todo tipo. Para jugarlas nos obligarán a utilizar a uno de los mellizos, ya que de una forma u otra tendrán un impacto en ellos como personajes o en la trama principal.
Como ya es costumbre en los Assassin's Creed, el juego se divide en Secuencias, y en cada una de ellas tendremos un gran objetivo Templario al que asesinar. Para conseguirlo primero tendremos que superar las misiones que nos marquen nuestros aliados, y sólo entonces podremos acercarnos a nuestro objetivo para darle el tratamiento de nuestra hoja oculta.
Los Asesinatos
Los AsesinatosUno de los puntos fuertes de Assassin's Creed Unity fue la incorporación de “distracciones” cuando enfocábamos un asesinato. Por ejemplo, podíamos liberar a un personaje que estuviera siendo acosado por los guardias y éste nos ayudaría más tarde de alguna forma. Pues bien, en Syndicate esto se repite, aunque de una forma mejorada y mucho más entretenida.
Ahora, cuando se nos marca un objetivo principal de asesinato, el juego nos muestra Oportunidades de Infiltración y Oportunidades de Muerte Única. Las primeras nos permitirán acceder más fácilmente hasta nuestro objetivo, pero una vez cerca tendremos que apañárnoslas para acabar con él al modo “tradicional”. Las segundas nos permiten acabar con el objetivo automáticamente, aunque claro, para conseguirlo antes tendremos que superar obstáculos más complicados, por ejemplo acceder a áreas del mapa donde hay muchos más guardias o los enemigos son más resistentes. Eso sí, merece la pena, ya que una vez hemos superado los obstáculos podremos acabar con el objetivo de formas espectaculares.
Por supuesto podemos pasar de todo esto y actuar como siempre, planeando los asesinatos a nuestra manera, ya sea avanzando con sigilo o atacando de frente.
Nuevas posibilidades jugables, buenas incorporaciones
Nuevas posibilidades jugables, buenas incorporacionesA nivel jugable, Assassin's Creed Syndicate cuenta con varias incorporaciones que nos ofrecen una experiencia más fresca, novedosa en comparación con anteriores entregas de la saga. En primer lugar, la posibilidad de ir cambiando entre Evie y Jacob, como hemos mencionado anteriormente.
Evie está más capacitada para el sigilo, y eso quiere decir que puede moverse más silenciosamente. Eso es especialmente útil cuando nos acercamos a un enemigo por la espalda, haciendo que, literalmente, le sea imposible detectarnos. Además, Evie cuenta con una habilidad especial llamada Camaleón. Cuando entra en modo sigilo, si se queda parada se vuelve “invisible” haciendo que los enemigos no puedan detectarla desde lejos, aunque técnicamente la tengan “delante de sus narices”. Si los enemigos se acercan demasiado, entonces sí la detectarán.
Jacob, por su parte, es especialista en el combate cuerpo a cuerpo. Es más resistente a los golpes y tiene más vida, y durante las peleas se basta con un puño americano y un machete. Por supuesto, eso no quiere decir que no puede actuar con sigilo, sólo que su hermana es más eficiente en ese área. Jacob no tiene ninguna habilidad especial, a diferencia de su hermana, sólo la común vista de águila que le permite detectar a los blancos.
Otra gran novedad es la nueva herramienta a disposición de Evie y Jacob, un gancho que llevan incorporado a su hoja oculta y que les permite moverse con mayor velocidad por el escenario. Para utilizarlo tan sólo tenemos que mirar hacia alguna superficie elevada. Allí aparecerán marcados puntos a los que podremos disparar los ganchos, trepando de forma casi instantánea. También podemos utilizar el gancho como tirolina entre dos puntos, recorriendo largas distancias a gran velocidad.
Esta incorporación puede que no sea para todos los gustos, ya que facilita mucho la escalada, uno de los puntos básicos de todo buen Assassin's Creed. Sin embargo hay que reconocer que es muy útil, especialmente cuando queremos escapar a toda velocidad de un combate donde nos hayan superado en número, o para avanzar por los tejados de la ciudad sin que las calles anchas nos corten el paso. Lo bueno es que esta herramienta es totalmente opcional, y por lo tanto, si nos somos afines a ella, podemos actuar como si no existiera.
¿Más novedades? Pues, por ejemplo, nuevas formas de interactuar con el entorno de cara a los enfrentamientos. Ahora tenemos a nuestra disposición barriles colgantes o estufas que podemos utilizar para acabar con los enemigos. ¿Cómo? Muy sencillo. Si lanzamos un cuchillo a la plataforma que sostiene los barriles, éstos caerán. Si en ese momento pasa por debajo un enemigo... ya podéis imaginar lo que ocurre.
Las estufas son útiles si llevamos una buena reserva de dardos enloquecedores en el bolsillo. Hasta ahora estos dardos sólo afectaban a un enemigo, pero en Syndicate aumentan su efectividad. Si los lanzamos a las estufas, el calor hace que exploten, generando un gas que enloquece a todos los enemigos cercanos. Es una buena forma de distraer la atención de los guardias, haciendo que se líen a tortazos entre ellos.
Otra nueva incorporación son los carruajes, los primeros vehículos que podemos controlar en Assassin's Creed cuándo y dónde queramos. Podemos ponernos a las riendas de estos carros y conducir por la ciudad, o bien utilizarlos para escondernos dentro cuando nos persiguen varios enemigos. Además, en más de una ocasión tendremos que utilizarlos en persecuciones espectaculares, en las que tendremos que destrozar los vehículos de los rivales o bien luchar contra ellos subiéndonos a los techos. Eso sí, mucho cuidado porque si nos damos muchos golpes el carruaje quedará destrozado.
Vuelve, además, una característica que fue introducida en la saga con Assassin's Creed Brotherhood: el apoyo de compañeros. Mientras paseamos por las calles de Londres nos encontraremos con miembros de los Roots a los que podemos reclutar y dar órdenes. Por ejemplo podemos pedirles que ataquen a un grupo de enemigos para generar una distracción. Inicialmente estos secuaces serán bastante débiles, pero a medida que avancemos podremos fortalecerlos de multitud de formas. ¿Cómo? Mediante un sistema de Mejoras de Banda, con el que podemos equipar a los Roots con mejor equipo, reclutar a matones más eficaces, etc.
Por otro lado, también podemos mejorar las habilidades y el inventario de Evie y Jacob, haciendo que sean más resistentes a los golpes a distancia, que sean más silenciosos, que sus golpes hagan más daño, etc.
Para mejorar las habilidades de los mellizos tenemos que superar distintas misiones. Al hacerlo ganaremos puntos de experiencia, y por cada 1000 ganaremos un punto de habilidad que podemos gastar en un menú en forma de árbol. Las mejores habilidades cuestan varios puntos de habilidad, así que tendremos que decidir cuál nos interesa más en cada momento.
Sobre el inventario, podemos mejorar el equipo y armamento que llevamos gastando dinero, o bien fabricar algo nuevo utilizando materiales que encontraremos durante la partida, como cuero, metales, etc. Algunos atuendos y armas estarán bloqueados hasta que superemos misiones específicas o alcancemos un nivel determinado.
Toca dejar claro que el equipo de cada hermano es independiente del otro. Es decir, si por ejemplo compramos un atuendo más resistente y armas poderosas mientras controlamos a Jacob, éste será el que las use, y Evie seguirá con su inventario de menor nivel. Por ello tenemos que controlar nuestros gastos, haciendo que el equipo de ambos hermanos esté equilibrado.
Por el contrario, cuando mejoramos una habilidad ésta se activa para ambos hermanos. Es decir, si por ejemplo aumentamos la efectividad de nuestros golpes mientras controlamos a Evie, ésta mejora también afectará a Jacob.
El lado negativo, el acabado técnico
El lado negativo, el acabado técnicoAhora entramos en un apartado peliagudo. Después de la ristra de bugs y fallos de Unity, los jugadores y medios especializados estamos más atentos que nunca a la labor de Ubisoft en cuando al acabado técnico. Y por desgracia, tenemos que decir que Assassin's Creed Syndicate sigue teniendo muchos fallos en este sentido.
En primer lugar cabe mencionar algunos bugs que nos han obligado a salir al menú del juego y volver a cargar la partida. Pondremos dos ejemplos: una vez, al saltar con Jacob en un carro de paja e intentar asesinar a un enemigo desde esa cobertura, nos hemos quedado atrapados sin poder realizar nunca acción. Otra vez, mientras jugábamos como Evie nos hemos quedado bloqueados en el techo de un carruaje mientras luchábamos con un miembro de los Blighters.
Otros errores, más graves, directamente nos han sacado del juego, llevándonos a la pantalla principal de PS4. Esto concretamente nos ha ocurrido cuatro veces, en lugares distintos mientras realizábamos actividades distintas, así que desconocemos a qué puede deberse.
También nos hemos encontrado con varios glitches gráficos, como personajes que atraviesan a otros, ventanas que hacen popping al acercarnos, NPCs que se quedan bloqueados cuando chocan entre ellos... En definitiva, Ubisoft tiene muchos errores (algunos graves) que arreglar. Tan sólo esperamos que lo hagan pronto, y no tengamos que esperar semanas enteras como ocurrió con Unity.
Apartado gráfico. ¿Una decisión correcta?
Apartado gráfico. ¿Una decisión correcta?Assassin's Creed Syndicate es un juego de nueva generación. ¡Oh! ¿¡En serio!? Sí, y por ello lo medimos con unos estándares muy altos. Durante los últimos meses hemos visto auténticas obras de arte llegar a PS4 y Xbox One, y por ello cuando un apartado artístico no da la talla, enseguida lo notamos.
No vamos a decir que éste sea el caso de Syndicate, porque faltaríamos a la verdad, pero lo cierto es que al empezar a jugar nos hemos llevado un pequeño chasco. Las cinemáticas son espléndidas, con unos rostros realistas y expresivos, atuendos con movimientos realistas, animaciones fluidas, una iluminación oscura y envolvente, muy acorde al estilo victoriano... El problema llega cuando dejamos las cinemáticas y empezamos a jugar.
No tenemos quejas sobre los escenarios, que de nuevo vuelven a ser uno de los puntos fuertes de Ubisoft, sin embargo nos hemos encontrados con algunos personajes, objetos, etc., cuyo nivel de detalle disminuye drásticamente cuando terminan las cinemáticas. Por poner un ejemplo, el rostro de Jacob pierde una calidad asombrosa, tanto que nos preguntamos si no es éste otro tipo de bug.
En general, todo se ve “peor” cuando no estamos en una cinemática, y creemos haber encontrado la causa del problema, una iluminación que no es nada correcta y que hace que algunas superficies aparezcan excesivamente iluminadas, llegando incluso a quemarse. Eso por no hablar de los reflejos nada realistas que nos encontramos en ocasiones, por ejemplo en el cabello de Evie, que acaba pareciendo hecho de plástico en lugar de pelo.
El apartado sonoro, sin embargo, sigue luciéndose. El doblaje de los personajes es sensacional, tanto en inglés como en castellano, y la música nos acompaña allá donde vayamos. En este sentido, no tenemos queja alguna.
Lo mejor:
- Las nuevas características a nivel de jugabilidad: el gancho, los carruajes, los secuestros... Dotan de frescura a una fórmula que empezaba a gastarse.
- Los diferentes tipos de misiones que debemos realizar para nuestros aliados. Son rápidas y automáticas, así que si por ejemplo entramos en una fortaleza enemiga la misión de conquistarla se activará de inmediato. Son muy fluidas.
- En definitiva es una buena entrega de la saga, divertida de jugar. No es la mejor, pero tampoco es tan desastrosa como otras.
Lo peor:
- Hay muchísimos fallos y bugs, algunos de ellos bastante graves. Hemos tenido que reiniciar la partida (a veces, hasta el juego) debido a un problema inesperado.
- El apartado artístico podría dar mucho más de sí. La diferencia entre las cinemáticas y el juego real es abismal.
- La iluminación es extraña cuanto menos. Provoca que algunas zonas y personajes se vean realmente mal.
Conclusiones
ConclusionesAnálisis Assassin's Creed Syndicate. A medio camino hacia la redención
Con Assassin's Creed Syndicate, Ubisoft tenía la oportunidad (más bien la obligación) de callar a sus detractores y demostrar que sus acusaciones no son ciertas: que la franquicia está acabada, que una entrega anual le hace más daño que bien, etc. Por desgracia, no lo ha hecho.
Assassin's Creed Syndicate es un buen juego, divertido y con muchas novedades que hacen que la experiencia se disfrute más. Conserva la esencia de la saga, pero no fortalece esa sensación de estar jugando a lo mismo una y otra vez que muchos fans han tenido durante las últimas entregas. Sin embargo, también tiene muchos problemas a nivel técnico y gráfico que más tiempo de desarrollo habrían solventado.
A esto se suman algunos problemas de concepto que la saga ya lleva arrastrando algunos años. La trama principal no tiene la fuerza que la de los primeros juegos, resultando en ocasiones intrascendente, y es vital que Ubisoft se ponga las pilas en este aspecto. Si quieren que Assassin's Creed recupere su calidad inicial, deben sentarse a pensar en la mejor forma de reconducir la historia, de darle ese empujón que le hace falta. O, si no, darle un final digno antes de que sea demasiado tarde.
Como gran fan de Assassin's Creed, tengo que dar la razón a todos los que dicen que la saga debería descansar mínimo dos años antes de traernos una nueva entrega. Tanto a nivel narrativo como de jugabilidad, sería la mejor decisión. ¿Se hará? Todo apunta a que no, pero por pedir que no quede.
Por: Álvaro Alonso
Análisis Assassin's Creed Syndicate. A medio camino hacia la redención
10/22/2015
8 / 10 estrellas