Análisis Bayonetta 2, destrucción y sensualidad a partes iguales
Llevamos un tiempo en el que crecen las críticas por la política de Nintendo de enfocar buena parte de sus juegos a un público más infantil con títulos que a pesar de ser capaces de entretener a una audiencia adulta, parecen siempre contar como prioridad a los más pequeños de la casa.
Con Bayonetta 2, la compañía japonesa ha decidido dar un contundente golpe sobre la mesa para traer un título donde se mezcla la brutalidad más extrema y un lenguaje barriobajero, con unos niveles de sensualidad tan exagerados, para dar como resultado un cóctel irresistible.
¿Te gustó el primer juego? Pues prepárate, porque con esta nueva entrega vas a disfrutar como un enano de las andanzas de esta esperpéntica bruja.
Bayonetta 2 es un juego que recupera la esencia de los mejores hack’n slash, llevando el asunto a unos niveles de espectacularidad pocas veces vistos en el género. Se trata de un juego que se basa casi en exclusiva en ofrecer al jugador un sistema de combate calibrado al milímetro para hacer que cada enfrentamiento se convierta en un auténtico festín de golpes imposibles, combos salvajes y un ritmo frenético donde apenas decaen las altas dosis de acción.
Pero si hay algo que destaca por encima de todo, y que brinda al juego una seña de identidad única, esa es su protagonista, una bruja despampanante capaz de intercalar los castigos más sangrientos y brutales, con unas posturitas que provocarán más de una carcajada en el jugador.
Hablamos de un personaje capaz de meter a un ángel en una trituradora mientras nos pone el culito en pompa para hacer lucir sus atributos, y es que Bayonetta aprovecha la mínima ocasión para lucirse dejándonos algunos fotogramas dignos de ser recordados. Da igual si nos enfrentamos a un terrible demonio o a una criatura angelical del más alto nivel, y por supuesto da igual lo dramática que pueda resultar una secuencia, cualquier oportunidad es buena para realizar cualquier acción… con estilo.
Batonetta 2 cuenta con una puesta en escena de la que muy pocos juegos pueden presumir. Se sitúa a medio camino entre la acción más cinematográfica y el planteamiento más absurdo y extravagante que podamos imaginar, y no por su particular versión del cielo y el infierno, uno de los puntos centrales de la trama, sino por una cantidad de secuencias memorables capaces de mantener al jugador pegado a la pantalla para ver qué viene después.
Desde los primeros compases de la partida, donde ya empieza fuerte con el impactante combate a lomos de un jet que vimos en la demo, hasta combates en las entrañas de una de las muchas criaturas a las que nos enfrentaremos. El juego nos brinda tal variedad de situaciones, que hará que nos olvidemos por completo de la monotonía que puede provocar del aporreo indiscriminado de botones propio del género.
Pero que nadie se lleve a engaño, porque a pesar de que más de uno acabará con un dedo dislocado, Bayonetta 2 sabe recompensar a quienes quieran sacar provecho de las muchas virtudes de su sistema de combate.
Los controles del juego son accesibles para cualquiera y casi todos los golpes se pueden ejecutar con sencillas combinaciones de botones, sin embargo, un buen timing y saber elegir qué golpe ejecutar en cada momento, resulta clave para conseguir los resultados más espectaculares.
Como ya ocurría en el primer juego, nos encontraremos ante un equilibrio perfecto entre defensa y ataque. Bayonetta es rápida y letal, y cuenta con un repertorio interminable de ataques que combinan perfectamente con sus rápidos movimientos evasivos. Esto da lugar a continuos combos donde golpearemos, lanzaremos por los aires, dispararemos a distancia, machacaremos a nuestro oponente antes de que toque el suelo, y lo remataremos con una brutal patada voladora. Entre medias siempre habrá algún enemigo que quiera cortarnos en dos, pero si esquivamos el golpe en el momento apropiado, activaremos el ya mítico “tiempo brujo” que nos permite ralentizar casi por completo a nuestros enemigos para continuar de forma fluida con el festival de destrucción.
Aun así, Bayonetta 2 cuenta con un problema que puede causar un cierto rechazo a los amantes de lo minimalista, y es que el juego cuenta con una sobresaturación en pantalla de luces, enemigos, sangre, vísceras y todo tipo de elementos móviles en el escenario. Desde luego no es un juego para personas propensas a los ataques epilépticos, pero si somos capaces de superar esa primera impresión y nuestro cerebro consigue procesar toda esa carga de información visual, descubriremos como el caos deja paso a un orden perfectamente establecido que nos permite llevar las riendas de cada situación.
Esto no quita que en algunos momentos donde la carga gráfica se pasa por completo de rosca, podamos incluso perder de vista a nuestra protagonista mientras destroza sin piedad a algún gigantesco demonio, de hecho, hay momentos donde resulta imposible saber a ciencia cierta qué está pasando, y no serán pocas las veces donde la cámara nos juegue una mala pasada, pero en líneas generales, y si mantenemos el nivel de concentración, seremos capaces de extraer momentos realmente gratificantes.
El desarrollo se basa principalmente en una sucesión de combates donde tendremos que lidiar con enemigos de muy distinto calibre. Habrá ocasiones en las que tendremos que masacrar grupos de pequeños esbirros, pero donde realmente brilla Bayonetta 2 es en el enfrentamiento contra las criaturas más poderosas. Se trata de uno de los juegos donde más enemigos en formato de “jefe final” tendremos que derrotar, y lo mejor de todo, es que cada uno de ellos cuenta con sus peculiaridades, sus fortalezas y sus debilidades que tendremos que tener en cuenta a la hora de ejercitar nuestros reflejos.
Cada enfrentamiento supone un auténtico reto, especialmente si queremos sacar lo mejor de nosotros mismos para conseguir recompensas que nos permitan ampliar nuestro repertorio de golpes y nuestro arsenal de armas particular que pueden ir desde las ya famosas pistolas en manos y pies, a espadas, ballestas con forma de insecto y otros tantos objetos contundentes con los que ejecutar ataques cada vez más brutales y devastadores.
El juego se puede completar en unas 10 horas, y cuenta con una trama muy entretenida, unas líneas de diálogo bien construidas (en inglés con subtítulos eso sí) y con apariciones estelares de personajes tan esperpénticos como nuestra protagonista. Por suerte completar la historia no es el fin, porque Bayonetta 2invita a rejugar misiones y combates para conseguir mejores puntuaciones y desbloquear así su gigantesca cantidad de contenido disponible.
Para rematar la faena contaremos con un modo cooperativo online donde podremos librar enfrentamientos contra algunos de los más temibles enemigos de la campaña, aunque también dispondremos de enemigos inéditos en la historia principal. Gracias a este modo, podremos tanto perfeccionar nuestro estilo, como seguir desbloqueando contenido si realizamos una buena actuación junto con nuestro compañero.
Técnicamente el juego cuenta con un auténtico despliegue audiovisual, y teniendo en cuenta las limitaciones de Wii U, se podría decir que nos encontramos ante un auténtico portento gráfico. Muchos jugadores, sobre todo aquellos acostumbrados a altas resoluciones, texturas, modelados y efectos de última generación puede que echen en falta las capacidades de un hardware más avanzado, pero lo cierto es que el intachable diseño artístico y la fluidez de movimientos hace que nos olvidemos casi por completo de todas sus carencias técnicas.
En definitiva, Bayonetta 2 es sin lugar a dudas uno de los imprescindibles del escaso catálogo de Wii U, un juego que ayudará a la consola de Nintendo a tomar una nueva bocanada de aire fresco y que además ofrece por mérito propio la que probablemente sea la mejor experiencia dentro de su género.
Como principales pegas sólo cuenta con esa sobrecarga gráfica que en ocasiones puede resultar demasiado confusa y la falta de algún elemento realmente rompedor respecto a la primera entrega, pero aun así, salvo que te supere su ritmo frenético o seas un friki de la tecnología puntera, no deberías perdértelo bajo ningún concepto, porque no hay otro juego capaz de integrar de forma tan elegante esas altas dosis de destrucción, y un culito respingón botando a lomos de un centauro.
Lo mejor
- Acción trepidante y frenética de primer nivel.
- El repertorio de golpes, combos y combinaciones con las distintas armas es interminable.
- El diseño artístico es de lo mejorcito que hemos visto en los últimos tiempos.
- El carisma de la protagonista y algunas de sus extravagantes actuaciones provocarán más de una carcajada.
- La curva de dificultad está perfectamente ajustada.
Lo peor
- La sobrecarga visual, no recomendable para personas con predisposición a los ataques epilépticos.
- La cámara nos jugará más de una mala pasada.
- Se echan en falta más elementos innovadores respecto a la primera entrega.
- No podemos resistir la tentación de imaginar su aspecto con un hardware más avanzado.
- El doblaje al castellano no le habría hecho ningún mal.