Análisis. Code Name S.T.E.A.M. ¿Alguien dijo vapor?

No siempre tenemos la oportunidad de ver el surgimiento de una nueva franquicia en las consolas de Nintendo. La Gran N suele lanzar secuelas, remasterizaciones o spin-offs de sus sagas más icónicas, pero no suelen apostar mucho por grandes lanzamientos de franquicias anónimas. Con Code Name S.T.E.A.M eso no ha pasado. ¿Se debe a que la compañía tiene grandes esperanzas con el título?

Por supuesto, no es que el juego haya salido de la nada. Sus creadores, Intelligent Systems, son los creadores de reputadas sagas como 'Advance Wars' y 'Fire Emblem'. ¿Pero son las glorias pasadas de sus creadores suficiente motivo para dar el visto bueno a una nueva franquicia? ¿Merece Code Name S.T.E.A.M la confianza de Nintendo?

Hagamos una pequeña introducción para todos aquellos que todavía no han oído hablar de Code Name S.T.E.A.M. Se trata de un juego de estrategia por turnos, diseñado específicamente para Nintendo 3DS, que saldrá a la venta el 15 de mayo. ¿De qué trata, os preguntáis?

Nos encontramos en un Londres victoriano steampunk, un concepto que hace unos años era bastante original, pero que tras el lanzamiento de títulos como 'The Order 1886' o 'Bloodborne' empieza a rechinar un poco. Sin embargo, el universo de Code Name S.T.E.A.M poco tiene que ver con el de los juegos mencionados.

Vale, sí, nos encontramos en un Londres victoriano alternativo, donde la tecnología es mucho más avanzada y existen toda clase de artilugios mecánicos, como transportes y armas especiales. ¿Y cómo funciona esta maquinaria adelantada a su tiempo? Con vapor, valiosísimo y utilísimo vapor, que tendrá una vital importancia a lo largo de la aventura.

La trama arranca cuando esta Inglaterra alternativa es atacada por alienígenas que siembran la destrucción a su paso. Tendremos que enfrentarnos a ellos y defender a la humanidad, y qué mejor forma de hacerlo que bajo las órdenes del mismísimo Abraham Lincoln, que se ve que pasaba por ahí y dijo: “Oye, pues ya que estoy aquí, matemos algunos marcianos, ¿no?”.

Bajo las órdenes de Lincoln tendremos que cazar alienígenas, y para ello debemos utilizar toda nuestra sangre y fría y pensar antes de actuar. No es para menos, ya que nos encontramos en un juego de estrategia por turnos en el que cada movimiento y cada ataque es vital.

Cuando entramos en un nivel, tenemos dos opciones: o bien avanzar para intentar llegar a la salida del nivel, o bien ponernos a disparar como locos a los alienígenas que haya por ahí. Tendremos que decidir muy bien qué queremos hacer, porque tanto al movernos como al disparar gastaremos puntos de vapor. Estos puntos son fundamentales, ya que si nos quedamos sin ellos nos quedaremos parados, sin posibilidad de movernos o defendernos.

Cuando nuestro turno acaba, es el momento en que los alienígenas aprovechan para atacar. Al igual que nosotros, sólo pueden moverse o atacar una cantidad determinada, así que si están muy lejos puede que no nos alcancen o nos hagan un daño mínimo. El problema es que, si nos hemos quedado sin vapor y estamos indefensos a un par de pasos de un alien, probablemente nos dé una paliza cuando le toque moverse.

Ahí reside la importancia del vapor, que tendremos que gestionar cada turno como si fuera lo más importante sobre la faz de la tierra. Podemos seguir diferentes estrategias, como atacar y guarecernos para intentar deshacernos de todos los aliens del mapa y que no nos encuentren antes de avanzar. Otra opción es ir avanzando y disparando a los aliens más cercanos, y dejar algo de vapor en la reserva para que, cuando llegue el turno de los enemigos, podamos defendernos con un disparo que los aturda. En definitiva, podemos actuar de varias formas en función de la estrategia que prefiramos.

Por supuesto, no todo es tan fácil. A medida que avanzamos, el juego se vuelve más complicado. Primero de todo porque los enemigos serán más difícil de vencer, y segundo porque aparecerán obstáculos inesperados. Además, no podemos observar todo el mapa para decidir cómo actuar. Nuestros ojos sólo verán los que vea nuestro personaje (la cámara es fija, y sólo podemos moverla hasta cierto punto a través de la pantalla táctil), así que a partir de un punto determinado los niveles supondrán un misterio para nosotros, obligándonos a improvisar con cada nuevo paso.

Eso sí, a mayor dificultad, mayor ayuda. Al principio comenzaremos manejando sólo un personaje, pero cuando entremos en faena de verdad tendremos una escuadra de cuatro luchadores a los que tendremos que manejar en nuestro turno. Cada personaje tiene unas habilidades y armas distintas, con diferentes efectos en los enemigos. Algunos gastarán más vapor al atacar y otros menos, algunos gastarán más al moverse y otros serán ligeros como una bolsa de plástico arrastrada por el viento.

Obviamente, a mayor número de personajes, más estrategias que podemos tomar. Podemos decidir avanzar en grupo, como un muro impenetrable para los extraterrestres, o bien utilizar a alguno como distracción. Si sacrificamos a algún miembro del equipo de esta manera no pasa nada, tranquilos. Reaparecerá en el próximo mapa. Además podremos comprar pociones y curas en algunas zonas puntuales, o guardar la partida en medio de un mapa gracias a los puntos de control.

A medida que aumenta el número y tipo de mapeados, las clases de enemigos, los personajes y las armas que podemos usar, la cosa se complica hasta límites insospechados. Hay momentos de auténtica desesperación, en los que tenemos que quemarnos el cerebro pensando en cómo avanzar. Pero eso es lo bueno de un juego de estrategia, ¿no?

Code Name S.T.E.A.M es en general un juego muy atractivo para los amantes de la estrategia más despiadada, no sólo gracias a su campaña principal, sino a su modo multijugador, en el que podemos repetir los niveles con la ayuda de otros usuarios. También podemos enfrentarnos a otros jugadores en “combates de entrenamiento”, en los que podemos decidir participar con nuestra cuadrilla al completo o con un solo personaje. Esta modalidad presenta una jugabilidad similar a la de la campaña principal, pero es un gran añadido para aquellos que prefieren jugar acompañados.

Una ventaja que ha recibido el título es la posibilidad de pasar rápidamente los turnos de los enemigos. En la demo lanzada hace unos meses, teníamos que actuar y, cuando acaba nuestro turno, ver como los enemigos se movían lentamente y nos atacaban. Los jugadores que la probaron mostraron su disgusto, convenciendo a sus creadores de añadir un botón de 'fast-forward'. Gracias a ellos, una característica que podía haber sido un importante punto en contra quedó en nada.

Otra característica agradecida es que, para sorpresa de muchos, en Code Name S.T.E.A.M podemos usar figuras amiibo. Aunque eso sí, no cualquiera. No fantaseéis pensando en que podréis usar a Pikachu para dar caña a los extraterrestres. Tan sólo los amiibos de la saga Fire Emblem son compatibles con el juego, y nos permiten unir a los personajes de esta franquicia en nuestros vaporosos combates.

El apartado gráfico y artístico del juego nos ha encantado. Code Name S.T.E.A.M utiliza todo el potencial de Nintendo 3DS, y el resultado es francamente maravilloso para una portátil. Por supuesto hay limitaciones de fps y calidad de texturas que se deben, precisamente, a que estamos en una consola portátil, pero se perdonan fácilmente al ver el conjunto general.

Artísticamente, el juego es una gozada. Los personajes, escenarios y animaciones imitan el estilo de los cómics de superhéroes americanos. Es más, al empezar a jugar nos sumergimos de lleno en una novela gráfica, así que técnicamente es como si estuviéramos avanzando por un cómic interactivo. Los diálogos, onomatopeyas y todo lo que se os pueda ocurrir sigue la misma línea.

Si tuviéramos que sacar fallos, nos centraríamos en su jugabilidad. No porque tenga errores o glitches, sino por la forma en que ha sido concebida. Es un juego de estrategia, lo entendemos, y la acción queda relegada a un segundo plano. Hay niveles que son larguísimos, y tenemos que pasar minutos y minutos pensando la forma de superarlos, lo entendemos. Pero eso no impide que nos deje una fuerte sensación de lentitud.

Los turnos cada vez parecen hacerse más cortos, especialmente cuando obtenemos mejores armas que consumen más vapor. Es cierto que podemos aumentar nuestras reservas de esta valiosa energía, pero hay puntos en los que da la sensación de que sólo podemos dar un paso y pararnos a esperar a que ataquen los aliens.

Puede que la similitud de todas las misiones sea la causa de esta sensación de lentitud. Sí, los enemigos y escenarios son distintos, pero tenemos que hacer lo mismo una y otra vez, y eso cansan.

Lo mejor:

  • La estética de cómic, que pega muy bien con el universo y el tono del juego.
  • Como juego de estrategia, cumple con creces. Hay momentos en que nos deja pensando durante varios minutos cómo actuar de la mejor forma posible.
  • A los que le guste están de enhorabuena, porque tienen horas y horas de juego por delante.

Lo peor:

  • La falta de variedad en las misiones. Da la sensación de estar haciendo todo el rato lo mismo, a pesar de que haya enemigos y obstáculos distintos.
  • ¡El vapor dura muy poco! A veces parece que sólo con dar un paso ya hemos consumido toda la energía.

Conclusiones

ConclusionesAnálisis. Code Name S.T.E.A.M. ¿Alguien dijo vapor?

Como inicio de una nueva franquicia, Code Name S.T.E.A.M hace un buen trabajo. Presenta un universo original, divertido, con una estética diferenciadora y un sistema de juego también muy especial.

Se define como un juego de estrategia, y sin duda es lo que es. Con cada nueva misión tenemos que rebanarnos más los sesos buscando la mejor forma de avanzar. Los más masoquistas estarán encantados con el juego.

Lo malo es que es un juego que sólo gustará a un público especifico, los amantes de la estrategia más pura. Si eres un apasionado de la acción y la adrenalina, acabarás desesperándote en los primeros minutos de partida.

Por: Álvaro Alonso

Análisis. Code Name S.T.E.A.M. ¿Alguien dijo vapor?

05/09/2015

7 / 10 estrellas