Es difícil trabajar en una super-franquicia, una de esas sagas con interminables entregas a sus espaldas, y mantenerla fresca, desafiante e innovadora. Ubisoft lo sabe bien. La compañía francesa es responsable de sagas como Far Cry, Assassin’s Creed o Tom Clancy, y aunque en algunos casos han logrado mantener los estándares de calidad exigidos por los fans, otras han decepcionado con lo que muchos consideran “quemar la marca”.
Por ello, no es de extrañar que miremos con lupa cada vez que el estudio lanza un nuevo juego, especialmente si forma parte de alguna de estas sagas tan queridas (y a la vez temidas). El último fue Assassin’s Creed Syndicate, la última aventura históricos de los Asesinos y los Templarios, y ahora le toca el turno a algo radicalmente distinto, pero no por ello menos popular. Efectivamente hablamos de Tom Clancy’s Rainbow Six, y concretamente de su última propuesta, Siege.
La saga Rainbow Six es una de las más queridas de Ubisoft, así como una de las más respetadas por parte de los amantes del género de acción táctica. Sin embargo, como todo, este género está de capa caída debido a la multitud de títulos en el mercado y los nuevos añadidos que simplifican la experiencia. Pues bien, Rainbow Six: Siege no es así. ¿Preparados para conocer al dedillo lo que tiene que ofrecer?
La reinvención de Rainbow Six
La reinvención de Rainbow SixNos toca empezar hablando por la decisión llevada a cabo por Ubisoft, de reinventar la franquicia en este entrega, haciéndolo de una forma que puede decepcionar a una gran cantidad de jugadores. Exactamente, nos referimos a la casi completa desaparición de la campaña individual, un modo que ha sido sustituido casi en su totalidad por una ampliación de la faceta multijugador online.
Si eres fan de esas historias cargadas de acción protagonizadas por el equipo Rainbow, puede que esta elección te decepcione. Ahora, lo importante serán las experiencias cooperativas, en equipo, y colaborar con otros jugadores para alcanzar objetivos comunes. ¿Y cuál es el principal? Derrotar de una vez y por todas al terrorismo.
La premisa de Rainbow Six Siege es bastante directa. El enfrentamiento contra grupos terroristas y criminales ha llegado a punto insostenible, debido a las herramientas a su disposición y a la posibilidad que tienen de desplegarse en cualquier parte del globo. El grupo Rainbow volverá a la acción para acabar con ellos, y para eso tendrá que emplear toda la fuerza y hacerse con los mejores profesionales del mundo en la lucha contra el terrorismo. A partir de ahí no hay ningún tipo de desarrollo argumental, así que este pequeño contexto sólo nos sirve para ponernos a tono.
El juego se divide en tres categorías. La primera, llamada Situaciones, nos ofrece jugar en solitario contra la IA, realizando distintas misiones que, repetimos, no tienen historia, así que no pueden considerarse una campaña principal. En total son diez misiones sencillas, que se van desbloqueando por orden a medida que las completamos. Sirven como una buena forma de acostumbrarse a las mecánicas de juego, a los controles y herramientas a nuestro alcance, pero después de eso no tiene sentido volver a jugarlas, ya que no ofrecen nada nuevo. Podríamos decir que estas misiones son meros tutoriales. Eso sí, al completarlas recibimos puntos de experiencia, así que merece la pena jugarlas para no ir tan desprevenidos al multijugador.
La segunda categoría se llama Caza al Terrorista, y nos permite jugar tanto en solitario como de forma cooperativa contra la IA. En este modo, podemos unirnos a otros cuatro usuarios y realizar misiones similares a las de Situaciones, salvo que con algunas diferencias. Mientras que en la primera categoría se nos adjudica una clase preestablecida y unas armas, aquí debemos decidir qué tipo de operador seremos.
De nuevo, nos da la sensación de que Caza al Terrorista no es más que una introducción al verdadero plato fuerte del juego, el multijugador. En esta categoría podemos practicar y acostumbrarnos a las distintas clases de operarios, así como aprender a movernos en equipo junto a nuestros compañeros. Las misiones son más complicadas y pueden suponer un desafío, así que es un modo de practicar bastante más ameno que Situaciones.
Por último, pero no menos importante (de hecho, es todo lo contrario), tenemos el modo online competitivo, el gran atractivo de Rainbow Six Siege. Las partidas se dividen en dos grandes grupos. En algunas el objetivo será atacar la base enemiga, que puede ser desde una casa a un gran escenario lleno de obstáculos, mientras que en otras tendremos que defendernos de otro grupo que nos ataca. Por supuesto, esto supone que tengamos que cambiar radicalmente nuestra forma de jugar, ya que no servirá de nada sobrevivir a la escabechina si dejamos que se hagan con el control de nuestra base.
Nos vamos a entrar a explicar la estrategia que debe seguir cada grupo, porque suponemos que ya os hacéis una idea y, además, no queremos destriparos las numerosas posibilidades del juego. Tan sólo señalaremos dos aspectos como básicos. Uno, que el tipo de herramientas que tengamos a nuestra disposición serán vitales para avanzar o defenderse, así que más vale tenerlas en cuenta. Dos, que los jugadores “a su bola” no durarán mucho.
Rainbow Six Siege es una experiencia cooperativa, en la que hay que trabajar en equipo. La dinámica del juego se aproxima tanto a la vida real que si nos separamos del grupo o actuamos ignorando el plan trazado, probablemente hagamos fracasar la misión. Por lo tanto, si eres de esos jugadores que prefiere echar a correr y luchar por su cuenta, probablemente éste no sea tu juego.
Operadores y herramientas. Luchar para mejorar
Operadores y herramientas. Luchar para mejorarDesde que hemos empezado a jugar, nos hemos dado cuenta de que Rainbow Six Siege es un título complicado. De hecho, hay que practicar mucho si queremos tener alguna posibilidad de supervivencia en los enfrentamientos online. Como buen juego táctico la estrategia es vital, y no nos referimos únicamente a la estrategia a seguir en el campo de batalla, sino también fuera de él.
Antes de los enfrentamientos debemos prepararnos a fondo, entrenar duro y desbloquear herramientas y clases que nos ayuden en nuestra tarea. ¿Y cómo lo conseguimos? Ganando puntos de experiencia, que nos servirán para desbloquear a los ya mencionados (clases, para que nos entendamos). Hay veinte (y se planea que lleguen a los treinta tipos) operadores, que se dividen en función del grupo al que pertenezcan y su nacionalidad. Como es de esperar, cada uno tiene armas específicas y será más efectivo para un tipo de juego u otro.
Los operadores no tienen un precio fijo, lo que significa que los primeros que desbloqueemos de cada bando serán más baratos, pero a medida que tengamos especialistas a nuestra disposición, el precio de los otros irá aumentando. Por eso os recomendamos pensar con la cabeza fría, sopesar los pros y los contras de cada operador y, una vez que no tengáis dudas, gastar vuestros puntos de experiencia en unos u otros. Porque no es plato de buen gusto encontrarse con un operario que detestamos y tener que usarlo durante horas para conseguir la experiencia necesaria para desbloquear otro que se ajuste más a nosotros. Eventualmente tendremos todas las clases a nuestra disposición, pero eso llevará mucho tiempo y trabajo duro.
Podríamos clasificar a los operarios en dos grupos, en función de lo efectivos que sean en un modo de juego u otro. Los ofensivos van equipados con herramientas potentes, perfectas para destruir obstáculos. Por ejemplo, destacan las cargas remotas con las que podremos echar abajo paredes y acortar por distintos caminos, o martillos que, si bien tienen la misma función, tienen un uso menos limitado. Eso sí, a cambio de poder usarlo cuando queramos podemos exponernos a ataques enemigos.
Los “atacantes” también pueden utilizar drones para examinar el terreno y descubrir dónde se encuentran los enemigos antes de avanzar, o dispositivos que detecten las minas y trampas que puedan haber puesto en nuestro camino. De nuevo, todo esto depende del operador que hayamos elegido. Si desbloqueamos un personaje con su martillo destroza-paredes, estaremos renunciando a la mujer capaz de detectar las trampa, así que, repetimos, pensad bien cómo queréis jugar antes de gastar vuestra experiencia.
Los operadores defensores, en cambio, utilizarán herramientas menos “brutales”, aunque muy efectivas. Por ejemplo, pueden poner barricadas en algunas zonas para reducir el número de vías de acceso de los atacantes. Aunque, como es lógico, aquí también tendremos que tomar decisiones, por ejemplo construir una pared de madera, destructible fácilmente, o una de acero fortificado, imposibles de derribar. ¿La diferencia entre una y otra? La cantidad que podemos levantar, dónde levantarlas, o lo que queramos arriesgarnos a estar expuestos a los enemigos. Los defensores también son expertos en colocar trampas por el escenario, desde minas a explosivos de detonación remota.
Por supuesto, eso no quiere decir que si nos toca el bando atacante en una partida tengamos que utilizar por narices un operador ofensivo. Podemos elegir un defensor e ir protegiendo a nuestro equipo mientras avanza con paneles blindados, o bien, si estamos en el bando defensor, jugar como un operador ofensivo y adelantarnos al resto del equipo para enfrentarnos a los enemigos que se vayan aproximando.
Mapas y modalidades
Mapas y modalidadesRainbow Six Siege es un gran juego táctico, principalmente por su sistema de clases y operarios. Sin embargo, tras jugar algunas horas nos sorprende lo “repetitivo” que puede llegar a hacerse (si se puede llamar repetitivo a un juego donde nunca sabes cómo van a actuar los enemigos, claro). ¿A qué nos referimos? A sus mapas y modalidades de juego online, dos aspectos clave en cualquier título multijugador, y que aquí nos han generado opiniones enfrentadas.
En primer lugar hablaremos de las modalidades de juego, que básicamente se reducen a tres: ‘Captura de rehén’, ‘Desarme de bomba’, y ‘Toma de Posición’. En la primera, los SWAT o fuerzas del orden tienen que salvar a los rehenes tomados por los terroristas, siendo la labor de estos evitarlo. Lo malo de este modo es que la seguridad de los rehenes no es lo que guía la partida, ya que gana el equipo que acabe con todos los enemigos.
El funcionamiento de ‘Desarme de bomba’ es similar, sólo que aquí las autoridades deben desactivar los explosivos (¿¡En serio!? ¡El nombre no me había dado ninguna pista!). Por último, en ‘Toma de Posición’ debemos tomar el control de una parte del mapa donde hay algún tipo de artefacto especial.
Como podéis ver, estas modalidades no son especialmente rompedoras, y a eso hay que sumar lo escasas que son. Algo que criticaríamos a machete si no fuera porque Ubisoft ha prometido lanzar DLCs gratuitos durante el próximo año para ampliar la experiencia de juego. Por ello les damos el beneficio de la duda. Habrá que ver, dentro de un año, si el juego ha crecido lo suficiente como para que olvidemos esta falta de contenido inicial.
En cuanto a mapas, el número tampoco es uno de sus puntos fuertes. Tan sólo tenemos diez escenarios, tanto para ‘Situaciones’ y ‘Caza al Terrorista’ como para la vertiente online. Como decíamos antes, esto puede hacer que el juego resulte repetitivo, pero una cosa sí que diremos en su defensa: los mapas son una pasada. No porque sean espectaculares, sino por la alta interactividad que tienen. Podemos derribar muros, dejar nuestros disparos grabados en las paredes, hay varias rutas de acceso alternativas… Vaya, que no son meros círculos cerrados en los que dar vueltas hasta toparnos con los adversarios por sorpresa.
Apartados visual y técnico, los eternos cuestionados
Apartados visual y técnico, los eternos cuestionadosAhora que estamos en pleno apogeo de las consolas next-gen, los gráficos y el apartado técnico es algo que tanto fans como medios especializados miramos con lupa. Al fin y al cabo, el cambio de consolas se realiza para potenciar esos aspectos, ¿no?
Pues bien, en este sentido, Rainbow Six Siege no es una obra de arte. De hecho, palidece en comparación con otros títulos Triple A que han sido lanzados durante los últimos meses. Eso, por supuesto, no quiere decir que sus gráficos sean malos o pequen de poco realismo, sino que podrían haber dado mucho más de sí. De nuevo les concedemos una excusa, y es que al tratarse de un multijugador es mucho más importante el rendimiento y la fluidez que el apartado visual. Pero aun así…
Seremos más concretos. ¿Qué nos ha decepcionado? Por un lado las texturas, con una resolución inferior a lo que cabría esperar, y que varían mucho de unos objetos a otros. Por otro, las distancias, que no se difuminan de forma suave y dañan un poco la vista. Si queremos ver un Rainbow Six Siege espectacular tendremos que jugar a la versión de PC, pero por desgracia un ordenador de la NASA no es algo que muchos jugadores puedan costearse. A esto hay que sumar una tasa de frames por segundo nada estable, que puede dispararse o reducirse cuando arranca la acción.
El apartado artístico, por su parte, no ofrece nada nuevo. Los escenarios, aunque bastante potentes en término de jugabilidad, son bastante planos visualmente, haciendo que de prácticamente igual jugar en una casa, un consulado o un club de striptease. Nos encontramos con los mismos obstáculos “predefinidos”, sin variedad alguna (de nuevo, repetimos, hablamos del apartado artístico).
Al contrario, no nos queda más remedio que alabar el apartado sonoro, que juega un papel fundamental durante la partida. Y no hablamos de la música o el doblaje, sino de otros elementos como el sonido de los disparos, los ataques, las paredes al derrumbarse o los objetos al romperse. Consiguen que la experiencia sea aún más inmersiva, y que tengamos que estar atentos no sólo a lo que vemos, sino también a lo que oímos a nuestro alrededor. Algo de lo que muchos shooter no pueden presumir.
Por otro lado, no queremos terminar sin señalar algunos fallos técnicos que han emborronado un poco la experiencia. En primer lugar, nos hemos topado con varios problemas con los servidores del juego, siendo en ocasiones imposible conectarse. En otras, peor aún, hemos tenido que abandonar la partida a medias por problemas de conexión (no nuestra, que conste). Estos problemas, sumados a los de matchmaking, no son ninguna sorpresa, especialmente después de que Ubisoft tuviera que retrasar la beta del juego.
Lo mejor:
- El componente táctico es brillante, especialmente gracias a las diferencias entre operador, las posturas ofensivas y defensivas, etc. Algunos operadores se parecen mucho entre sí, pero no es algo grave.
- La calidad artística de los mapas, que varían completamente en función de nuestras acciones. Además, los derrumbes y la destrucción también tienen efectos en la jugabilidad.
Lo peor:
- De salida, el contenido es mínimo. Sólo tres modos de juego online y 10 mapas no son suficientes.
- El juego, debido a esta falta de contenido, empieza a resultar repetitivo muy pronto.
- Es muy exigente. Hay que colaborar con los otros jugadores e idear estrategias complejas. No es recomendable para echar unas partidas rápidas a tu aire.
Conclusiones
ConclusionesAnálisis Tom Clancy's Rainbow Six Siege. Acabar con el terrorismo, a cualquier coste
Ubisoft se enfrentaba a un reto difícil al renovar una de sus franquicias estrella. Adiós a la campaña, peso total del modo competitivo online… El resultado es decente, si bien no llega a resultar extraordinario.
Nos encontramos ante un videojuego complejo, que los jugadores más hardcore y amantes de la acción táctica disfrutarán como niños pequeños. Sin embargo, no es un título fácilmente accesible para los que disfrutan con experiencias más casuales, donde no tengan que responder a los planes de otros usuarios y puedan moverse con libertad. En Rainbow Six Siege cada movimiento y acción cuenta, y por desgracia eso tiene tanto su lado bueno como su lado malo.
Técnica y artísticamente no es un juego que destaque en el gigantesco mercado de los Triple A, pero al menos no es una debacle técnica. El funcionamiento de los servidores y el sistema de matchmaking no es el más acertado, pero esperamos que lo vayan solucionando pronto.
En general, consideramos que el peor fallo de este juego es la falta de contenido. Que sí, vale, Ubisoft piensa actualizarlo regularme durante el próximo año de forma gratuita, pero eso no alegrará a los que se han comprado el juego el día de su lanzamiento y ven como se repiten una y otra vez los mismos escenarios en los mismos modos de juego.
En definitiva, si eres amante de la saga y de la acción táctica, adelante. Si prefieres las propuestas multijugador más desenfadadas e individualistas, mantente alejado.
Por: Álvaro Alonso
Análisis Tom Clancy's Rainbow Six Siege. Acabar con el terrorismo, a cualquier coste
12/02/2015
7 / 10 estrellas