Se supone que las aventuras gráficas eran un género muerto tras la generación de la primera Playstation. De hecho todo aquel que ande un poco puesto en el mundillo de los videojuegos recordará aquello de que ‘los 32bits mataron a todo un género’ que nos ha dado alegrías del calibre de Broken Sword, Grim Fandango o The Longest Journey. Sin embargo parece que durante los últimos años, tal y como ocurre con otros géneros como el de los survival horror, estamos viendo un sonado resurgir gracias en especial a las propuestas de Tim Schafer, uno de los padres de este tipo de juegos, como por ejemplo con ese Broken Age que triunfó en Kickstarter.
Puede ser también que los jugadores ya estemos un poco saturados de tanto juego genérico por lo que los desarrolladores se están dignando a rebuscar en el pasado para recuperar ciertas propuestas injustamente ninguneadas. O quizás sea cosa de sus ganas de innovar donde supuestamente ya no se podía dar mucho más de sí, dado que muchas de estas propuestas surgen de pequeños estudios. Y el videojuego que hoy nos ocupa no es ni muchísimo menos una excepción.
Hablamos de The Vanishing of Ethan Carter, título desarrollado por el estudio polaco The Astronauts bajo la premisa de sumergirnos en una misteriosa historia sin descuidar un apartado visual de órdago. ¿Estás preparado para resolver el misterio?
No te pierdas en el camino. Sigue adelante.
Las aventuras gráficas siempre se han caracterizado por contar con un ritmo de juego pausado, capaz de sacar de quicio a todo aquel que no es capaz de ponerse a pensar por más de dos segundos delante del monitor no vaya a ser que en su cerebro comience a darse un proceso de inmolación automática que cause daños irreparables. Es por ello que no se trata de un género de masas pese a contar con algunos títulos capaces de convertirse en iconos de la historia de los videojuegos, por lo que no nos extraña que los desarrolladores busquen darle una especie de vuelta de tuerca al género a fin de conseguir captar la atención de un mayor número de jugadores.
Y si recientemente analizamos un Sherlock Holmes: Crimes & Punishments que contaba en su apartado gráfico con uno de sus principales reclamos, en el caso de The Vanishing of Ethan Carter la cosa va aún más allá, dado que nos encontramos ante un título realmente potente en lo visual. Además cuenta con otra gran baza; una libertad de movimientos similar a lo que podemos encontrar en ciertos juegos sandbox, por lo que dar paseos sin rumbo por la pequeña ciudad de Red Creeck Valley y sus alrededores resulta algo sumamente embriagador, casi capaz de hacernos olvidar que estamos aquí para resolver la desaparición del pequeño Ethan.
Sí, es cierto que las aventuras gráficas no han apostado muy a menudo por dejar en manos del jugador la decisión de ir en una u otra dirección según le parezca, si no que suelen limitarse a permitirnos optar por un camino u otro según las acciones o decisiones que hayamos tomado anteriormente. En The Vanishing of Ethan Carter podremos explorar a nuestro gusto reuniendo diversas pistas en el orden que creamos conveniente, lo cual acaba por resultar una auténtica navaja de doble filo al llevarnos a situaciones en las que nos veremos realmente perdidos, sin saber qué hacer a continuación y con la frustrante sensación de haber perdido un tiempo muy valioso en ir de un sitio a otro para nada. Y es que por muy bello que sea el camino siempre habrá un niño dentro de nosotros diciendo aquello de ‘¿falta mucho?’.
Este punto unido al hecho de que los diferentes casos pueden resolverse sin tirar demasiado de deducción, si no más bien con el mero hecho de ir sumando pistas de forma cronológica, acaba por pasar factura a un título que podría haber dado mucho más de sí a nada que se fijara en algunos de los grandes juegos actuales del género como L.A. Noire o Gone Home, títulos que ofrecen una mayor profundidad a la hora de poder investigar lo sucedido por nosotros mismos de forma algo menos simplista.
Pese a todo es fácil que esa trama con retazos de Lovecraft te atrape, dado que es capaz de mezclar lo mejor de un thriller ambientando en un pequeño y destartalado pueblo de EE.UU. con historias sobrenaturales en las que todo es posible. Hay momentos realmente buenos donde el misterio lo impregna todo, en los que no daremos crédito a lo que ven nuestros ojos ni sabremos a ciencia cierta cómo vamos a resolver tal entuerto, aunque por desgracia como decimos la cosa merma en otros puntos.
Conclusión:
En definitiva nos encontramos ante un título de contrastes. Técnicamente irreprochable, con un muy buen diseño para un escenario abierto sin carga alguna y una trama a ratos cautivadora; choca frontalmente contra un apartado jugable que podría haber dado más de sí, o al menos estar mejor resuelto, ser más profundo y atractivo. La historia se desinfla hacia el final, al igual que se desinflan a veces nuestras ganas de seguir avanzando al tener que repetir otra vez el mismo camino o sencillamente al darnos cuenta de que llevamos media hora deambulando sin hacer nada más que admirar el paisaje, como si su belleza nos hubiera absorbido tanto que ya no nos importara un carajo lo que le pase al pequeño Ethan.
The Vanshing of Ethan Carter cuenta con poderosas virtudes que harán que los fans de las aventuras gráficas se animen a probarlo, y lo que es mejor, puede incluso ser capaz de que todo aquel que no lo sea se introduzca en un género enriquecedor. Sin embargo, pese a servir como muestra del gran talento de The Astronauts, no consigue evitar el transmitir la sensación de que bien podría haber sido un juego más redondo e incluso memorable.
Lo mejor:
- Visualmente es un título inspirador. Técnicamente es irreprochable, y tampoco exige demasiados requisitos como para que cualquiera con un PC más o menos capaz pueda disfrutarlo.
- Cuenta con una lograda ambientación para atraparte. Dar paseos por Red Creek Valley resulta incluso más placentero de lo que se podría imaginar en un primer momento.
Lo peor:
- A nivel jugable podría haber dado más de sí, ya que las opciones para llevar a cabo nuestra investigación son limitadas y el desarrollo predecible.
- La trama, pese a ser buena en líneas generales, cuenta con algún que otro altibajo que puede resultar decepcionante.