No las tenían todas consigo, pero finalmente las consolas de nueva generación y en especialmente Playstation 4 llegaron hace ya un par de años y triunfaron sin encontrar apenas resistencia, relegando a nuestras queridas PS3 y Xbox 360 a ese cajón olvidado al que van a parar los trastos que ya no usamos. Es una pena, desde luego, y por eso nos alegramos de que de vez en cuando aparezca un título que nos permita volver a enchufarlas para revivir los viejos tiempos.
En dicho sentido el más destacado de los últimos meses es sin lugar a dudas Yakuza 5, un título que vio la luz en Japón hace ya tres años, por lo que os podéis imaginar lo mucho que se ha hecho de rogar no ya para los fans de esta mítica licencia de Sega, si no para todo aquel jugador que busca un título especial, de buena factura y capaz de ofrecer infinitas horas de entretenimiento. Un título en definitiva que no se pueda encontrar en cualquier otra plataforma, que tenga ese ‘nosequé’ que lo hace único. Y efectivamente así es Yakuza 5.
Hablamos de la nueva entrega de una de las franquicias más peculiares y de mayor influencia en Japón. Por desgracia nunca ha conseguido el reconocimiento que merece en Occidente, lo que ha llevado a sus responsables a no molestarse demasiado por traer cada nueva entrega en un plazo de tiempo aceptable, eliminando en no pocos casos toda localización más allá del inglés, lo cual sin lugar a dudas dificulta aún más que Yakuza triunfe en estas tierras teniendo en cuenta su complejidad argumental y la infinidad de diálogos y escenas cinemáticas que podemos encontrar en cada entrega.
Dejando todo esto a un lado, empezamos con el análisis.
Para aquellos que no lo sepan el universo Yakuza gira en torno a las mafias japonesas, concediendo una importancia vital al argumento al entremezclar las historias de no pocos personajes, cada uno de ellos con su propia personalidad, deseos, motivaciones y ambiciones. Es decir, nos encontramos ante un culebrón virtual en toda regla, aunque eso sí, cuidadísimo hasta el menor de los detalles y sin dar un ápice de vergüenza ajena.
Debido a ello es fácil pensar que si no hemos jugador a los anteriores esta nueva entrega nos resultará inaccesible. Nada más lejos de la realidad, Yakuza 5 puede ser disfrutado a la perfección por cualquier recién llegado, si bien es cierto que no está de más saber algo de este universo antes de meterse en harina, debido a las continuas referencias a personajes y eventos de anteriores episodios.
De fondo siempre encontramos una aparentemente interminable lucha de bandas, con diferentes clanes tratando de buscar las alianzas necesarias para acaparar más poder. Bajo este contexto aparecen los diferentes personajes que controlaremos, empezando por Kazuma Kiryu, espina dorsal de la serie, quien ha decido dejar atrás su pasado criminal para llevar una vida honrada como taxista. Hay otros tantos personajes, como una adolescente que quiere ser estrella del pop, un prestamista con no muy buenos hábitos y un exjugador de béisbol cuya carrera fracasó estrepitosamente tras un escándalo.
Es decir, nos encontramos ante una gran diversidad, y por ello es tan reseñable que el guion cuadre tan bien en casi todos los puntos. Por supuesto no queremos desgranar nada más de la historia por aquello de no reventar nada al jugador, así que nos contentaremos con añadir que realmente estamos ante algo grande, con decenas de personajes que participan de una forma u otra en la trama, contando cada uno de ellos con una personalidad tan propia y diferenciada que asusta.
Al final nos encontramos con una historia que da para entre 30 y 40 horas de juego, que se dice pronto. Tendremos que recorrer cinco ciudades siguiendo un peculiar concepto sandbox según el cual no podremos subir a coches ni nada por el estilo, por lo que nos tocará ir a pie de un lado a otro, aunque bien es cierto que esto no acaba siendo fatigoso debido a que tendremos que explorar cada una de las ciudades en busca de no pocas pistas y eventos que nos permitan avanzar por el argumento… o gracias a los cuales pasar un rato diferente.
Sí, porque más allá de los típicos combates beat’em up propios de la serie, los cuales se han mejorado hasta cierto punto resultando más orgánicos y fluidos, encontraremos no pocas diversiones en cada escenario. Hay situaciones para todos los gustos, desde luchar contra cuatro maleantes hasta conducir un taxi o ganar en un combate de canto y baile.
La variedad por supuesto la encontramos en las misiones secundarias de cada personaje. Con Kazuma por ejemplo tendremos que ejercer nuestro papel de taxista lo mejor posible, ganando puntos que nos permitirán mejorar y personalizar nuestro taxi. Sin embargo con Saejima tendremos que realizar misiones de caza adentrándonos en la montaña a la caza de osos y ciervos con nuestra escopeta; mientras que con Haruka tendremos que participar en eventos de musicales mediante QTE, firmar autógrafos a los fans, realizar entrevistas, etcétera.
Y todo esto dejando a un lado una cantidad de minijuegos que sencillamente abruma. Podremos desde jugar al mítico Virtua Fighter 2 en una recreativa hasta echar unos dardos, jugar a los bolos, al béisbol, cocinar ramen, practicar la pesca, ligar con chicas… Pudiendo incluso disfrutar de algunos de estos pasatiempos a dobles una vez terminemos la aventura.
A nivel técnico nos encontramos ante un título bastante cuidado, aunque claro, hay que tener en cuenta que se trata de un juego de Playstation 3 lanzado hace ya la friolera de tres años. Es decir, no es lo último de lo último, y en ciertos puntos cuenta con defectos destacables como el popping. Pero como decimos en líneas generales nos encontramos ante una notable producción que encuentra su punto más álgido en unas cinemáticas realizadas con el mismo motor del juego. La pena por supuesto es que no nos haya llegado doblado al castellano, por lo que aquellos que no sean duchos con el inglés pueden pasarlo mal a la hora de entender un argumento tan enrevesado.
Lo mejor:
- Más de 30 horas de juego si nos centramos tan sólo en la historia. Estamos ante un título difícil de abarcar.
- Los diferentes personajes controlables traen consigo una destacada variedad a nivel jugable. Son cinco historias distintas en cinco ciudades diferentes.
- A nivel técnico es resultón, con mención especial para las cinemáticas.
Lo peor:
- Nos llega tres años después de haber salido a la venta en Japón, por lo que ha perdido cierta vigencia.
- ‘Demasiado japo’ en ciertos aspectos. Sus excentricidades pueden resultar extrañas y carentes de sentido por estas tierras.
- Los jugadores que no dominen el inglés se perderán una historia digna de ser seguida con la mayor de las atenciones.
Conclusiones
ConclusionesAnálisis Yakuza 5, tres largos años esperando una joya
En conclusión, no son pocas las sagas que matarían por mantener el nivel de calidad de Yakuza en su quinta entrega numerada (hay muchas otras entre spin offs y similares). Sega se ha marcado un juego realmente ambicioso, técnicamente notable y difícil de imitar en términos de narrativa y argumento, con un elenco de personajes carismáticos que consiguen hacerse un hueco en tu memoria.
Si bien es cierto que tiene no pocos toques ‘japos’ de esos que echan para atrás a no pocos jugadores, y que no es fácil mantener el ritmo cuando se ofrecen más de treinta horas de juego, el mayor problema que podemos poner a Yakuza 5 es no venir traducido al castellano. Esto duele, puesto que como decimos no cuenta precisamente con una historia corta y superflua, si no que presenta no pocas ramificaciones que merecen ser seguidas con la mayor atención, y eso resultará imposible a todo aquel que no domine como es debido el inglés.
Este hecho y la demora de tres años en su lanzamiento respecto a Japón, no hace más que jugar en su contra. Es un gran juego sí, pero es un juego que debimos disfrutar hace ya tiempo y en mejores condiciones.
Por: Daniel Moreno
Análisis Yakuza 5, tres largos años esperando una joya
12/10/2015
8 / 10 estrellas