La portada de mañana
Acceder
La guerra entre PSOE y PP bloquea el acuerdo entre el Gobierno y las comunidades
Un año en derrocar a Al Asad: el líder del asalto militar sirio detalla la operación
Opinión - Un tercio de los españoles no entienden lo que leen. Por Rosa María Artal

Wolfenstein: The New Order - Análisis Multiplataforma

Wolfenstein. Basta con pronunciar ese nombre para hacer estremecer los corazoncitos de los más nostálgicos, y lo cierto es que hay un buen motivo, porque al fin y al cabo, muchos lo consideran el padre de los shooters tal y como los conocemos hoy en día.

Por desgracia, con el paso de los años se hizo un mal uso de su buen nombre con juegos que no estuvieron a la altura, lo que provocó que una licencia tan atractiva acabara perdiendo interés. Así ha sido hasta hace bien poco, porque según cayó en manos de Bethesda y Machine Games, se empezó hablar de una superproducción muy prometedora que llegaba con intención de devolver a Wolfenstein a la escena actual y demostrar que un shooter con aires de clásico, todavía puede tener su hueco si se hacen las cosas bien.

Wolfenstein: The New Order es efectivamente, un juego de la vieja escuela, un título que recupera algunos elementos olvidados que nos recuerdan los orígenes del género como los míticos botiquines de salud, aunque eso sí, también recurre a algunas de las buenas ideas actuales para que no se le pueda tachar de arcaico.

Los ganadores escriben la historia

A diferencia de los juegos clásicos, tendremos una historia elaborada, con un guion cuidado y en un entorno de lo más original. La trama nos sitúa en una realidad alternativa en la que los nazis no cayeron derrotados en la segunda guerra mundial. Muy al contrario de lo que todos conocemos, las tropas del Tercer Reich acabaron doblegando tanto a los Aliados como a la Unión Soviética, haciéndose con el control del mundo entero, no sin antes hacer caer algún que otro pepino nuclear en lugares de especial interés estratégico como la propia Manhattan. Por si esto no fuera un escenario suficientemente dantesco, la guerra no la ganan por su valor o los supuestos atributos superiores de la raza aria, sino por el uso de una tecnología que haría llorar de alegría al mismísimo Führer y que les permite masacrar a sus enemigos con gigantescos robots armados hasta los dientes, con sofisticadas armas eléctricas y con otras tantas curiosidades como feroces perros mecánicos.

En el caso de que aun así todo esto sonara poco aterrador, también tenemos a un villano de esos que dejan huella, un doctor nazi que en sus ansias por mejorar las capacidades de los soldados, se dedica a realizar experimentos con humanos tan horribles y sangrientos, que harían parecer a los médicos de Auschwitz unos auténticos aficionados.

Usando la fuerza bruta… a ratos

Como no podía ser de otra forma, y como buen homenaje al clásico que es, en Wolfenstein: The New Order volveremos a encarnar a B.J Blazkowicz, un tipo duro como los de antes, no como las nenazas que se ven en los juegos de hoy en día. Nuestro protagonista es un soldado cuya principal especialidad es la de masacrar, acuchillar, llenar de plomo y degollar nazis, aunque al contrario de lo que cabría esperar, también tiene su lado sensible, y en determinados momentos de la trama, veremos que el tipo duro también tiene un lado más humano que ayuda a simpatizar en cierto modo con esta máquina de matar.

Para nuestra sorpresa, y a pesar de que los disparos son los verdaderos protagonistas de esta aventura, también hay hueco para la sutileza, y tendremos la posibilidad de decidir cómo abordar cada situación en función de nuestro estado de ánimo. Por una parte, podremos recurrir al sigilo y acabar con los soldados nazis de forma discreta a base de seccionar sus yugulares sin llamar demasiado la atención. En este caso habrá que tener especial cuidado con los oficiales, porque son los que cuentan con la capacidad de pedir refuerzos tras dar la voz de alarma.

Si por el contrario, lo nuestro es la fuerza bruta, tranquilos, que aunque las cosas se complican considerablemente, siempre podremos llevar una ametralladora en cada mano y disparar a todo lo que se mueva como en las pelis de los 90, o si esto nos parece demasiado sutil, también tendremos la opción de comportarnos como un orangután y lanzarnos contra los soldados de cara para acuchillarles el gaznate con saña.

El juego cuenta además con un simple pero efectivo sistema de progresión, que nos premiará con nuevas habilidades y mejoras en función de nuestra forma de actuar. Es un sistema que cuenta con una serie de alicientes y un buen número de desafíos y objetivos para cumplir, pero que por desgracia, casi todo lo que otorgan son habilidades pasivas, y decididamente se acaban echando en falta más opciones o movimientos de combate.

Siempre hay un pero…

Wolfenstein: The New Order es un shooter preciso, con una ambientación de escándalo y con altos niveles de violencia y humor negro. Todas ellas son características que adoramos en el género, pero también cuenta con un aspecto negativo que acaba lastrando, al menos en parte, muchas de sus virtudes.

La principal pega del juego, es que a pesar de homenajear a los clásicos, se recurren a situaciones típicas con bastante frecuencia. Podemos completar las 12 horas que dura la aventura y tendremos la sensación de que todo esto lo hemos visto antes, y si no lo hemos visto, se parece mucho a algunas escenas de otros juegos del género.

Con esto no queremos decir que sea un festival de estereotipos, hay que reconocer que también tiene sus momentos, y en ocasiones veremos algunas secuencias especialmente impactantes y cinemáticas donde se masca la tensión gracias a las apariciones estelares de algún que otro psicópata nazi con aires de superioridad.

La otra gran pega tiene que ver con una desconcertante falta de opciones, especialmente la de un multijugador de algún tipo que ayude a alargar la vida útil del juego, porque una vez terminamos la campaña, nuestras opciones se reducen a poco más que aumentar el nivel de dificultad, o repetir para tomar otras decisiones en determinados momentos clave que cambian ligeramente la trama.

Una realidad alternativa muy vistosa

Visualmente el juego cumple con creces, especialmente en sus versiones para compatibles y consolas de nueva generación. Los escenarios cuentan con muchas secciones cerradas bien diseñadas, pero que tampoco terminan de destacar, es cuando llegamos las zonas más amplias donde el juego desata todo su potencial. Eso sí, cuidado con los requisitos para la versión PC, porque dudamos seriamente de que las especificaciones más altas pudieran correr fluidas en un ordenador de la NASA.

Otro aspecto muy a su favor, es el doblaje al castellano, que cuenta con una calidad exquisita y ayuda a meterse en situación gracias a actuaciones casi perfectas en los momentos críticos y una gran labor al recrear los distintos acentos que ayudan a meterse en situación y a dar credibilidad a los personajes.

Conclusiones

En resumidas cuentas, Wolfenstein: The New Order es un juego que cuenta con más virtudes que defectos, un shooter en toda regla como los de antes donde el simple hecho de disparar salpicar las paredes con la sangre de nuestros odiosos enemigos, resulta sorprendentemente placentero.

Puede que se haya pecado en exceso de intentar recrear el estilo clásico y al final acaba resultando demasiado cotidiano al no aportar grandes novedades, pero no por ello deja de ser una experiencia divertida y capaz de mantenernos pegados a la pantalla mientras dura.

Lo mejor:

  • La historia y los personajes están especialmente cuidados
  • Es un shooter que recoge lo mejor del estilo clásico y algunas ideas actuales
  • Brutal y sangriento hasta decir basta
  • La ambientación está perfectamente lograda

Lo peor:

  • No aporta demasiado al género
  • Hay un exceso de situaciones que ya hemos visto antes
  • ¿Y el multijugador?