No cabe duda alguna, la saga Metal Gear es a día de hoy una de las más icónicas del panorama de los videojuegos gracias a su reaparición allá por la Playstation original con una entrega épica que continúa siendo reconocida hoy por hoy como uno de los mejores videojuegos jamás creados. Sin embargo no son pocas las cosas que han cambiado dentro de la saga desde aquel glorioso año 1998, dando a luz a un buen puñado de entregas que nos han llevado de una época a otra y de un rincón del mundo a otro a fin de desvelar paulatinamente la enrevesada trama que se esconde tras personajes tan emblemáticos como el legendario Big Boss.
Sí, porque el personaje que ya derrotamos allá por el año 1987 y volvimos a patear en teoría definitivamente en el año 1990, volverá a ser el protagonista de la acción tras conocer los inicios de su legenda en Metal Gear Solid 3: Snake Eater y en Metal Gear Solid: Peace Walker, llegando a nosotros esta vez con una renovada fórmula jugable que llevará el concepto de Tactical Espionage Action hacia una evolución, Tactical Espionage Operations, y esto amigos es mucho más que un mero re-bautizado.
Tal y como ya pudimos catar en un Ground Zeroes, título que sirvió como prólogo de la historia y demostración jugable, este Metal Gear Solid V: The Phantom Pain apostará por situar al jugador en un mundo abierto donde la libertad de acción será clave, abriendo un abanico de opciones nunca visto hasta ahora en esta saga sin perder ni un ápice de sus señas de identidad: una trama medida al milímetro, toques cinematográficos y el menor complejo a la hora de tocar los temas más sensibles.
Vuelve el gran Big Boss y esta vez viene con sed de venganza.
Del castigo a la redención.
Big Boss fue todo un héroe en sus comienzos, un soldado legendario que salvó al mundo del colapso durante la Guerra Fría. Sin embargo el Big Boss que conocieron todos aquellos que jugaron a Metal Gear y Metal Gear 2: Solid Snake se encontraron con un personaje bien distinto, una supuesta amenaza para el orden mundial capitaneando un poderoso ejército sin bandera. Bien, si en Metal Gear Solid 3 y en Peace Walker conocimos los primeros pasos de este personaje y su continua evolución, en The Phantom Pain viviremos con todo detalle esa conversión hacia el lado oscuro que dio comienzo a esta serie de videojuegos.
Por ello es fundamental haber jugado al menos a Ground Zeroes, ya que este prólogo contiene ciertas pistas para que no nos perdamos nada de la trama, aunque lo ideal para entender este The Phantom Pain es haberse pateado casi de pé a pá MGS3, PW y GZ. Es lo suyo para conocer y sentir mejor las ansias de venganza que corren por las venas de Big Boss, también llamado para la ocasión Punished Snake.
Es difícil hablar del argumento base de The Phantom Pain sin tocar algún tema delicado, cualquier pequeño detalle que pueda revelarse como un spoiler. Baste decir que nuestros primeros pasos en esta aventura nos llevarán a demostrar al mundo que seguimos vivos e inclusive más decididos que nunca a recuperar tanto nuestras fuerzas como la de nuestro ejército de soldados libres, teniéndonos que cruzar de nuevo con personajes icónicos de la serie como Revolver Ocelot, Miller y el nuevo villano, Cypher.
En este punto tenemos que sacar a relucir la importancia de Peace Walker pese a ser un título de PSP, ya que este Metal Gear Solid V heredará parte de las mecánicas vistas en él potenciándolas en gran medida. Como ya pudimos ver en Ground Zeroes, Mother Base estará bien presente a lo largo de la aventura ejerciendo de centro de operaciones, prestándonos todo el apoyo que sea posible con envíos de armas, municiones, objetos o extracciones rápidas. Eso sí, más importante aún será el apoyo que nosotros le prestemos a ella a fin de hacerla evolucionar, de forma que durante nuestras andaduras podremos recolectar recursos, vehículos e inclusive capturar soldados enemigos y enviarlos a la base para ampliar nuestras filas.
Según las áreas que mejoremos recibiremos diferentes bonificaciones, como un mejor apoyo de la división de inteligencia sobre el terreno que nos permita alcanzar nuestros objetivos de forma más directa o bien por ejemplo una división de apoyo que nos facilite las extracciones mediante ataques aéreos. Todo con tan sólo adjuntar el personal mejor cualificado a cada área y suministrar suficientes recursos. Como guinda podremos patearla de arriba abajo entre misión y misión, pudiendo ser testigos de su evolución y de cómo cumplen su papel los personajes, objetos y vehículos que recuperemos para ella.
Pero Mother Base no será un mero apoyo para nosotros inmune al mundo que le rodea, si no que también podrá sufrir ataques y saqueos por parte del enemigo, pero no de los propios malos malísimos del juego, si no de otros usuarios en una especie de modo multijugador que tomaría por esquema el sistema de invasiones tan de moda hoy en día, aunque por el momento todo este componente online está por esclarecer.
Volviendo a la acción en sí, la experiencia de juego vendrá marcada por la libertad de acción para decidir cómo, cuándo y por dónde actuar. Esto quiere decir que en el minimapa no tendremos una localización exacta de los objetivos, si no que tendremos que ir aproximándonos a ellos según vayamos interrogando soldados, escuchado radios enemigas, descubriendo documentos o tanteando el escenario con nuestros prismáticos. En nuestra mano estará qué camino tomar para lograr un objetivo, algo que dista mucho de los anteriores episodios de la serie. Para más inri, tan importante será elegir por dónde asaltar una base enemiga y de qué forma, si utilizando el sigilo extremo o llamando un poco más la atención, como el cuándo, ya que por ejemplo podremos acelerar el tiempo para aprovechar la oscuridad de la noche.
Por si fuera poco el mapeado será gigantesco, tal y como demostró el propio Hideo Kojima con una ilustración comparativa, de tal forma que para movernos por él tendremos que optar por desplazarnos a caballo o utilizando uno de los muchos vehículos que pueblan el escenario. Como aliciente cuánto más exploremos más probabilidades tendremos de encontrar secretos y recursos para mejorar nuestra Mother Base.
En el plano visual nos encontramos con el apartado puntero que ya pudimos disfrutar en Ground Zeroes, pero hay que tener en cuenta que The Phantom Pain llegará a las tiendas el año que viene, por lo que ya no será precisamente el título más imponente a nivel visual de entre los que podremos disfrutar en el mercado. Esto puede chocar con la tradición a la que nos tiene acostumbrados Kojima de no tener rival en este campo con cada uno de sus lanzamientos, pero no por ello tienen que saltar las alarmas, puesto que seguirá siendo visualmente imponente, aunque siempre nos quedará esa espinita de qué es lo que podría haber llegado a hacer realmente el equipo de Kojima Productions de haber saltado por encima de la generación de PS3 y Xbox 360 con un título exclusivo de la next gen.
Por lo demás, contaremos como siempre con una banda sonora sobrecogedora, unas voces (en inglés) a un nivel soberbio gracias al trabajo de profesionales como Keifer Sutherland, y unas cinemáticas al más puro estilo Hollywood. Sobre decir que Kojima está echando toda la carne en el asador en este aspecto, no cortándose un pelo a la hora de reflejar la crudeza de los conflictos bélicos, con temas como la violencia y la tortura física tratados desde el punto de vista más severo.
En definitiva, tenemos ante nosotros el que está llamado a ser por méritos propios el Metal Gear Solid más grande y ambicioso jamás creado en todos sus aspectos al poner a nuestros pies un inmenso escenario que podrá ser explorado a conciencia con bastante libertad para dejar un tanto atrás el desarrollo lineal tan característico de esta saga sin perder por ello el gancho y la profundidad de una trama extremadamente elaborada, repleta de pequeños cabos, líneas paralelas y un sinfín de personajes carismáticos.
Snake vuelve de entre los muertos clamando venganza. ¿Le acompañarás en su odisea?