Todos aquellos fans de Super Mario Bros. y sus tropecientas variantes/secuelas/partes, tendrán en el punto de mira Mario Maker, como debe ser. Este nuevo juego de Nintendo para Wii U nos permitirá crear nuestros propios niveles de Super Mario con el GamePad y su lápiz, ¿no es lo que siempre hemos deseado? Fácil, y para toda la familia, como decían en Bricomanía.
Se comienza con un lienzo en blanco, con la única inclusión del propio Mario y un fondo básico de ladrillo. Desde ahí ya se pueden agregar bloques, cajas con el signo de interrogación, o aquellos bloques que proporcionan setas para que Mario crezca. Desde el esquema básico del primer vistazo de la primera pantalla de Super Mario Bros en mente, que cualquiera puede reproducir con los ojos cerrados, hasta donde llegue nuestra imaginación, todo es posible. Todo.
Los tubos pueden ser ajustados en altura manteniendo pulsada su parte superior con el stylus y moviéndonos hacia arriba y abajo, pero ojo, que parece (nos lo cuenta un pajarito) que una vez se suelta la altura queda fijada, y ya solo se nos permite moverlo entero por la pantalla. Eliminar elementos indeseados es más sencillo, bastará con seleccionar la goma de borrar o agitar el lápiz por encima del mismo, como si hiciésemos un borrón. Y todavía queda lo más divertido.
Una vez tengamos el nivel construido, al menos en esquema, podremos ir añadiendo enemigos. Se podrán poner donde nos dé la gana, sin limitación. ¿Qué queremos ponerle alas? Pues arrastramos el icono de las alas a la espalda del bicho y listo. ¿No nos gusta el color verde de una tortuga? Agitamos el lápiz por encima y cambiará a rojo. Cuidado, que seguro que la primera intención es meter ochomil Goombas en fila india, ¿a que sí?
Los niveles, que tan cortos nos parecían a veces en los juegos, aquí se ven largos. Y taaan vacíos... No en vano hay que crear todo desde cero… Lo bueno es que se puede probar lo que llevemos construido cuando se desee, incluso si sólo queremos ver cómo ha quedado una zona concreta bastará con desplazar a Mario hasta allí para ver qué tal queda. En caso de que no nos quedemos a gusto con lo que hayamos elaborado siempre nos queda el modo edición, donde podremos mover esa plataforma que era inaccesible, o quitar algunos enemigos de todos esos que nos parecía divertido meter a capón, ¿no lo hemos avisado? Un Mario fantasma aparecerá en el lugar donde hayamos muerto, lo que servirá de gran ayuda a la hora de averiguar qué ha podido salir mal.
El principal atractivo de Mario Maker es su encantador estilo retro, pero siempre habrá alguno que no les guste (cosa que no entendemos) y quieran adaptarlo a los gráficos más modernos que se han visto desde la incursión del fontanero en Wii y, sobre todo en Wii U con sus gráficos en alta definición. Pues eso será tan fácil como tirar de un interruptor como esos que cuelgan de algunas lámparas de mesa, situado en la parte superior izquierda de la pantalla. De inmediato se permuta entre ambos estilos, con lo que se pueden observar las diferencias a tiempo real. Y tal vez a los modernitos no les parezca tan mal el Mario de 8 bits... No obstante, aunque todo lo que se hace en el GamePad se ve directamente en la pantalla del televisor, tal vez se prefiera fijar la mirada en el mando, porque es más cómodo saber dónde se está apuntando con el lápiz, y también porque en la tele sale una mano gigante que tapa media pantalla. Alguien debería decirle a los responsables de desarrollo de Nintendo que no termina de quedar bien...
En la muestra del juego en el E3 existían niveles de muestra para ayudar a pasar el primer mal trago de verlo todo vacío, pero no se sabe si aparecerán en la versión final. No estaría de más, sobre todo para que personas que nunca se hayan atrevido con el diseño se puedan poner manos a la obra desde el principio.
Algo que no se ha mencionado siquiera, es que Nintendo no incluya un cierto empeño en la socialización de lo que hagamos. Todos los juegos de este tipo, como Little Big Planet, por ejemplo, hacen especial hincapié en la compartición de los niveles creados, pero parece que a la compañía nipona no lo ha establecido como prioridad al comunicar las características de este llamativo lanzamiento. Es cierto que se podría anunciar en el futuro, y de hecho es lo que estamos esperando con más ansias. Si bien crear nuestros propios niveles sea muy divertido al principio, si nadie más puede disfrutarlos, o hasta puntuarlos para aparecer en un ranking, el juego se olvidará en poco tiempo.
Aunque el encanto retro del juego llame la atención, especialmente para los jugadores más veteranos de Nintendo, el juego no tendrá éxito si no se permite la interacción con otros jugadores. Es innegable que nos podrá ocupar por muchas horas, inicialmente imaginamos que intentando recrear milimétricamente los niveles originales del juego, pero sin la posibilidad de compartir nuestras creaciones con el resto del mundo, o poder descargar las mejores que otros hayan hecho, Mario Maker se volverá muy repetitivo en relativo poco tiempo. Si Nintendo se decide finalmente a incluir éste esencial elemento, éste juego es seguro que se convertirá en una de las más importantes adiciones a la biblioteca de Wii U.