Tras varios años sintiendo sobre su cogote la presión de analistas, medios y accionistas, la compañía Nintendo anunció por fin el pasado mes de marzo su decisión de dar el salto al lucrativo mercado de los videojuegos para móviles contando con el apoyo de la compañía DeNA. De esta forma abrirán sus franquicias históricas a un espectro de público tan amplio que incluso cuesta siquiera imaginar los beneficios económicos que pueden llegar a generar con este movimiento.
Ahora bien, lo cierto es que por ahora no sabemos casi nada respecto a cuáles serán sus pasos concretos. ¿Podremos disfrutar pronto de un título de Mario y Luigi en nuestra tablet? ¿Preparan un spin off de Zelda para móviles?
Lo poco que podemos aportar es lo comentado recientemente por Satoru Iwata, presidente de la compañía, quien ha asegurado que antes de que termine marzo de 2017 ya tendrán cinco videojuegos para móviles en el mercado:
“Podéis pensar que es un número pequeño de títulos, pero queremos hacer de todos ellos un gran éxito […] Si lo miramos así, en absoluto es un número pequeño: debe demostrar nuestro compromiso serio con el mercado de juegos para móviles”.
Por lo visto la compañía ya ha efectuado un buen número de reestructuraciones a nivel interno para adaptarse como es debido a esta nueva aventura, realizando cambios organizativos y de personal de cara a sacarle el mayor partido a un mercado que, de seguir evolucionando a este ritmo, podría llegar convertirse en una de sus piedras angulares en poco tiempo.