Las compañías farmacéuticas apuestan por los videojuegos
Que los videojuegos sirven para mucho más que para entretener es algo que se lleva tiempo repitiendo, y lo cierto es que cada vez se está demostrando más los efectos beneficiosos que algunos títulos pueden tener en personas con distintas enfermedades o problemas neurológicos.
Un ejemplo reciente es el de Akili Interactive Labs, un equipo con sede en Londres que está desarrollando videojuegos para móviles con los que pretenden tratar diversas aflicciones neurológicas, como el autismo o la depresión, y enfermedades como el Alzheimer o traumatismos cerebrales severos. “Vemos la urgencia de una nueva categoría de terapias no farmacológicas” ha resaltado John Spinale, uno de los fundadores.
Su principal proyecto, llamado Project: Evo intenta tratar a los niños con ADHD, o desorden hiperactivo del déficit de atención, problema que hasta la fecha se había tratado con medicamentos como Adderall o Ritalin. Con el juego intentarán ayudarles a priorizar entre una gran cantidad de información y estímulos.
Por el momento grandes grupos farmacológicos han mostrado su interés por la tecnología. Por ejemplo, Shire, productor de una gran cantidad de medicinas contra el ADHD, ha invertido en Akili. Por su parte, Pfizer está trabajando con la compañía en la investigación de terapias contra el Alzheimer.
Durante los últimos meses hemos visto multitud de casos como éste. Equipos de investigación y desarrolladores de videojuegos se unen para crear experiencias que pueden ayudar a solucionar problemas motores, de visión, neurológicos… Esta tendencia sigue aumentando, llegando las cifras de inversión a cotas bastante considerables. ¿Estamos a un paso de tener nuestros móviles llenos de apps con efectos beneficiosos para nuestro sistema motor?