Hace escasos días surgía la polémica: Kory ‘Semphis’, jugador profesional de Counter-Strike: Global Offensive, admitía públicamente haber consumido Adderall para mejorar el rendimiento durante un torneo de eSports organizado por la ESL. Se trata de una sustancia utilizada en el tratamiento del trastorno de hiperactividad con déficit de atención (TDAH) y la narcolepsia para mejorar la concentración durante periodos de tiempo prolongados.
Y no sólo eso. ‘Semphis’ puso en el punto de mira al colectivo de jugadores profesionales al completo al asegurar que “todo el mundo usa Adderall”. Finalmente no han sido pocos los jugadores que han reconocido de forma anónima el uso de esta sustancia y similares en diversos torneos para mejorar sus capacidades cognitivas.
Ante esta situación se han pronunciado tanto la ESL como la MLG, dos de las mayores organizaciones de eSports del mundo. La ESL por su parte ha reconocido que temían un problema así desde hacía ya tiempo, y que aún están debatiendo internamente la forma de encararlo dada su complejidad. Por lo visto establecer controles es mucho más complicado de lo que parece, pero reconocen que es necesario enfrentarse al problema “para mantener la integridad de nuestro deporte”.
Actualmente no se realiza ningún tipo de test antidroga, y hacerlo requeriría de la introducción de políticas oficiales, procesos de apelaciones y, muy posiblemente, trabajar de forma conjunta con otros organizadores para crear un organismo global. Desde la ESL destacan que la presión a la que se ven sometidos muchos jugadores, algunos de ellos muy jóvenes, es ya de por sí altísima al tener que competir frente a 15.000 espectadores por premios que pueden alcanzar el millón de dólares, por lo que ya a día de hoy muchos equipos cuentan con psicólogos. Es por ello que esperar sin más que permanezcan alejados de estas sustancias en pro de la legalidad parece poco menos que un imposible.
La MLG por su parte ha declarado que prohíben expresamente el consumo de cualquier tipo de droga, así como del abuso de cualquier medicamento de venta libre amparándose en las normas de la Agencia Mundial Antidopaje. Sin embargo han admitido que nunca han realizado ningún tipo de control a los jugadores.
Dado el ruido que está generando la confesión de ‘Semphis’, ambas organizaciones parecen decididas a encarrilar el asunto con la intención de velar por la integridad de los eSports y del juego limpio. Anna Rozwandowicz, de la ESL, ha asegurado que, nada más escuchar las declaraciones del jugador, se centraron en abrir un “proceso de formulación de políticas y de ajuste de normas”. Sus conclusiones verán la luz públicamente en un par de días.
Ahora bien, con todo esto nos surge una pregunta. ¿Habrían movido un solo dedo la ESL y la MLG de no haber sido por la confesión de ‘Semphis’?