Hacer resurgir de sus cenizas un nombre clásico no es una tarea fácil, y en ese sentido parece que los chicos de MachineGames han sabido salvar los muebles de forma bastante digna con un Wolfenstein: The New Order capaz de agradar a los fieles de la mítica franquicia gracias a sus mecánicas de shooter tradicional, esas de mucha acción y sin respiro que tanto siguen gustando.
Este buen golpe de efecto parece valerles para plantearse seriamente el desarrollo de una segunda parte, algo que ha reconocido abiertamente Jens Matthies, director creativo del juego:
“Un juego nunca está terminado porque no hay partes en las que no pienses que no podrías haber invertido más tiempo para refinarlas. Aún y así siento que es la primera vez que hemos lanzado el juego que pretendíamos”.
“Tenemos una idea muy clara de lo que hemos conseguido con este videojuego y también de lo que queremos lograr con una secuela”.