Bethesda presentó el nuevo Doom en el pasado E3 de Los Ángeles para la alegría de todos aquellos que lo llevábamos tantos años esperando con ansias al suponer el retorno de una de las franquicias de acción en primera persona más icónicas de todos los tiempos. Después de muchos rumores sobre su posible cancelación y reinicio total, pudimos comprobar que lo nuevo de id Software tiene muy buena pinta, prometiendo ofrecer unas dosis de frenetismo endiabladas.
Pues bien, el caso es que dicha presentación como decimos no dejó a nadie indiferente. La franquicia volverá a sus orígenes obligándonos a combatir demonios y demás bestias a golpe de escopeta, motosierra y fusil de plasma, recorriendo los estrechos pasillos de una instalación científica que se ha ido al garete. Doom debería estar listo para el segundo trimestre de este mismo año, y para que vayamos abriendo Hugo Martin, su director creativo, ha hablado con el medio GameInformer:
“Al ver el Doom original piensas que es el tipo de cosa que un chaval de 15 años dibujaría en su libreta durante una clase de matemáticas. Queríamos que el mundo se viese así, que tuviese una personalidad propia en todo lo que hiciésemos. Tenemos muchas calaveras, tenemos un poco de castillo de Grayskull; es todo bastante He-Man”. Es decir, frente a la tendencia actual por ofrecer complejas tramas y un desarrollo maduro con el que contentar al típico fan de series como True Detective, Doom quiere volver a esa acción noventera inspirada por algunos clásicos de los ochenta en la que la trama central es lo menos importante primando el machacar demonios a diestro y siniestro.
Así afirman haber querido mantener su idea de que la historia no es algo realmente importante, porque “la gente viene a Doom a matar demonios y hacerlos picadillo de formas espectaculares”. Por supuesto no por ello han dejado de lado el meter un toque de misterio para aquel que busque una mayor inmersión, pero como decimos, Doom va de disparar, disparar y disparar.